Te amo hasta el infinito. (INFINITO #1)

Capítulo 31

- Julietha -
"¿Qué diablos pasó aquí?"

Jhonatan abre la puerta y lo primero que nos recibe al entrar es el eco de un estrepitoso grito grupal:

—¡Sorpresa!

Son cerca de cincuenta personas dentro de la casa, sin exagerar, intento buscar a la señora Rosa con la mirada entre la multitud y no doy con ella, ¿Dónde está?

—¿Qué es todo esto?—susurra Adrián, que es el primero en hablar.

—No tengo ni puta idea.—responde Logan con lentitud a mi lado.

¿Cómo diablos hicieron una fiesta sin nuestro permiso?¿Cómo mierda entraron?

Mi mirada no da con nuestra ama de llaves pero sí con la muy posible responsable de todo este escándalo.

Una respuesta, dos palabra: Natalie Jones.

Doy unos pasos al frente y las personas se comienzan a acercar, abrazándome y desando un feliz cumpleaños, chicos viendome de pies a cabeza, chicas diciendo que soy muy bonita, todos completos desconocidos para mí.

Mi cara de confusión e incomodidad es notoria, Fernanda, Logan y Francisco pasan decididos a saber que está ocurriendo, no sabemos dónde están los sofás, el comedor está acomodado en una posición diferente, las sillas desaparecidas y lo peor que nadie de los que vivía aquí sabía que hacer.

Me paralizo por un momento, veo personas moviéndose de un lado a otro, me quedo sin saber a donde dirigirme, Dominik me toma del brazo y lleva hacia afuera, hacia el jardín.

—Aarón, ¿tienes algo que decirnos?—canturrea Adrián a mis espaldas.

—Esto es obra de tu novia.—asevera Jhonatan.

—Yo no sabía nada, dije que Natalie no pondría un pie en esta casa y eso fue lo que hice, y esto no sé cómo sucedió.—se defiende Aarón alejándose.

El jardín está decorado con cadenetas coloridas cruzadas de pared a pared, muy parecido a una decoración para una quinceañera de diversos tonos de rosado y dorado, además de una mesa repleta de bocadillos, un pastel de dos pisos y no podía falta el nombre de la cumpleañera en letras gigantescas.

—Esto no puede ser verdad.—susurro.

—Es una perra.—insulta Dominik a mi lado sin soltarme del brazo.

El silencio es reemplazado por música, volteo para ver de donde proviene, un DJ en el lugar donde se supone que debería haber máquinas, pesas y colchonetas para hacer ejercicio.

—Ahora vuelvo.—aviso a Dominik volviendo a mi realidad.

Me dirijo hacia la persona que puedo pensar que está implicada en esto, es imposible que él no esté enterado, es su novia, por algo no le creí cuando respondió a Jhonatan y Adrián, por algo siento que no está siendo sincero con nadie.

Lo encuentro caminando hacia la habitación de la señora Rosa, lo tomo del brazo desprevenido y me enfrenta cara a cara, trato de no acobardarme, tiene que darme una explicación.

—¿Tú tienes algo que ver con esto?—pregunto histérica.

Las variaciones en la música no me permiten escucharlo tan bien, me toma de la muñeca, llevándome hasta dentro de la casa, cuando estamos en la cocina con nadie de gente rodeándonos me responde:

—Pelirroja, puedes pensar de mí todo lo que quieres pero siempre cumplo lo que prometo, yo no la traje hasta aquí.

No entiendo porque no le creo.