8. Terapia

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Aidan jadeó sorprendido al ver una toma en donde descuartizaban el cadáver de un caballo, la imagen audiovisual de Tyline arrastrándose con unas raíces sobre su cuerpo cubriendo estratégicamente su desnudez ocupó toda la pantalla del proyector, los alrededores de los ojos estaban completamente pigmentados de negro cual mapache y el cabello desordenado como la paja de lana, la chica se subía a cuatro patas sobre el animal muerto y como si de una bestia salvaje se tratará comenzaba a comer lenta, y explícitamente las partes del animal. La escena lo hizo estremecer de horror.

— Eso es lo que me gusta — respondió Valerio con aburrimiento —, el morbo y el caos son mi especialidad, pero...últimamente siento que la inspiración se me escapa de las manos — Valerio se miró las manos, cómo si tratará de descubrir entre sus dedos algún secreto olvidado pero cuyo significado necesitaba desesperadamente recordar para aliviar la eterna aflicción de su corazón.

— ¿Haces estás películas? — preguntó Aidan aturdido, apartando la mirada del proyector, un escalofrío recorrió su cuerpo, era algo horrible de ver, no se imaginaba a Tyline haciendo eso, pero la chica miraba fijamente el proyector con una sonrisa de orgullo en el rostro. El muchacho no podía entender cómo alguien podía hacer algo así por su propia voluntad.

— Sip.

— ¿Y por qué no haces algo feliz? ¿Por qué todo tiene que ser tan sangriento? — cuatro videos le había mostrado Valerio, cada uno peor que el anterior: en el primero Roxelana estaba encima de Valerio en una escena un poco subida de tono pero de la nada la chica comenzaba a arrancarle partes del cuerpo a Valerio con loa dientes, usando sus gruesos muslos para inmovilizarlo y romperle la cabeza; en el otro Tyline escapaba de un asesino y al llegar frente a un espejo el asesino la empujaba contra el, haciendo que su cabeza atravesará el espejo pero a penas lo atravesaba se revelaba un mundo totalmente rojo, "El infierno" pensó Aidan y la toma terminaba con el rostro de Tyline colgando entre los cristales que se clavaban en sus mejillas.

Aidan le rogó a Dios que le quitará tan horribles imágenes dela cabeza o esa noche sería incapaz de dormir.

— Mirá, querida, amiga. La tristeza y el horror es algo que la mayoría de personas conocemos y sabemos cómo es, todos coincidimos en que tener a un asesino en busca de  nuestra cabeza como trofeo es algo malo, muy malo, también sabemos que estar atrapados en una isla sectaria no es motivo para alegrarse. Mientras que la felicidad...es distinta, lo que a mí me hace feliz, a tí no, lo que a tí te hace feliz, a mí no. La felicidad es más difícil de producir el horror y la tristeza, solo dile a una persona "Estás gordo" y verás como has arruinado el resto de su día, pero la felicidad es tan difícil de generar como de capturar en una pantalla, al menos la genuina felicidad — Valerio caminó hasta quedar detrás de Roxelana y Tyline —. Y ellas, amiga mía, no tienen motivos para ser felices, por eso capturó su eterno martirio y dolor — Valerio se encogió de hombros —. Y cuando ellas sean felices o tengan un motivo para sonreír, yo estaré allí, grabando su genuina felicidad.

— Déjala, debe estar asustada — Roxelana empujo a Valerio, Aidan supuso que si seguía así la enorme chica terminaría por destrozar al delgado muchacho.

Aidan apretó los puños y se mordió los labios, ya estaba harto que lo llamarán con pronombres femeninos, él no era una mujer.

— No soy una chica...— susurró.

— ¿Eh?

— ¿Dijiste algo?

Incluso ellos que tanto profesaban el sufrimiento no se daban cuenta del sufrimiento ajeno, ni siquiera lo reconocían cuando literalmente estaba frente a ellos. Aidan, al igual que muchas veces anteriores quiso callarse, no decir nada y solo bajar la cabeza, asentir cuando le pudieran hablar y obedecer, siempre obedecer, pero...¿Y si ese fue el motivo por el cual su abusador lo dañó así? Quizás su actitud tan complaciente fue lo que provocó que fuera fichado como objetivo. Por eso se armó de valor y dijo algo de lo que sinceramente no tenía el porqué avergonzarse, era un varón, un hombre, tenía un pene entre sus piernas, no tenía pecho y aunque era algo curvilíneo (producto de sus años como "una linda cabrita" saltando y corriendo de un lado a otro), y claramente andrógino seguía siendo un hombre.

Era De Noche (Novela Cristiana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora