— A ver si entendí, ¿Me estás diciendo que el 90% de las historias tratan sobre guerras, genocidios, suicidios, incesto, abuso, mentiras, traiciones, malas relaciones familiares, desmembramientos, asesinatos en masa, secuestros, extorsión, desastres naturales y demás cosas malas? — el grupo de mujeres asintieron al unisonó sin dejar de ver al niño con extrañeza, ninguna de ellas se había puesto a pensar en el trasfondo tan oscuro de dichas historias en realidad. Aidan volvió a fijar su vista en el pequeño libro negro con letras doradas casi tan grande como su cabeza, el niño tuvo que apoyar el libro sus piernas para no dejarlo caer, era realmente grande y pesado para él, pero su corazón se encontró inusual mente perturbado por lo que leía, su mente divago a las imágenes de la historia que leían en la Biblia, Aidan (al igual que todos los niños criados con las historias de la Biblia) siempre pensó en David como un rey sabio y justo, un guerrero de Dios, pero ahora que por fin podía leer la Biblia de adultos (esa que no viene con dibujos) cuanta fue su decepción al darse cuenta que David era un mujeriego asesino que permitió que abusaran de su pobre hija Tamar sin hacer nada al respecto, siendo mayor su preocupación por su hijo abusador —. Diganme al menos que al final Absalón mata a Amnón.
Evangeline se cubrió el rostro avergonzada evitando mirar los rostros de sus hermanas de la iglesia y de su hermana de sangre. Era la primera y última vez que traía a Aidan a la lectura semanal de la Biblia en casa de Imogen.
— Bueno...sí, al final Absalón mata a su hermano y eso hace que David se ponga triste — respondió Imogen tratando de cambiar el tema y batallando con sus arrugados dedos para pasar la fina página de papel del libro, intentando llegar a proverbios y dejar a II de Samuel para otra ocasión, una en la que cierta criatura que apenas si le llegaba a la cintura no se pusiera a sobre analizar todo. Aidan cerró la biblia en sus piernas y apoyó su mejilla entre sus pequeñas manitas, mirando con desconcierto a su tía.
— ¿Me estás diciendo que se puso más triste por la muerte de ese degenerado que por el abuso de su hija? — cuestionó el niño.
— ¡Aidan! ¿Qué es ese lenguaje? — "Tierra, tragame" pensó Evangeline, ocultando nuevamente su rostro, está vez tras la Biblia de cuero negra que sostenía con tanta firmeza que parecía estar a punto de romperla.
La avergonzada madre le dio un rápido vistazo a su hijo ordenándole callar, pero el niño se negó a obedecer, al menos por esa vez.
— ¡Pero mamá! ¡Es cierto!
— No se dice con exactitud lo que David sintió por lo que le pasó a Tamar, pero a lo mejor y se enojó mucho — respondió la madre de Bri, trenzando el cabello rubio de su hija, con el libro abierto de par en par sobre sus piernas.
— ¡Pero Absalón huyó por miedo a lo que su padre le hiciera y Amnón cuando abuso de Tamar no escapó! ¡Entonces David no hizo nada!
— Dicen que David se enojó mucho — Imogen espero que aquello fuera suficiente para calmar la sed de sangre del niño, pero lejos de calmarlo Aidan pareció más indignado.
— Enojarse no es sinónimo de hacer algo, ¡Y en la Biblia no se dice que David hizo algo para ayudar a Tamar! — el pequeño batallo un poco para abrir la Biblia de nuevo, pero sus mejillas rojas de inflaron revelando que estaba enfadado —. Ojalá el rey David no vaya al cielo.
— ¿Pero qué dices, niño? ¡Sí el rey David hizo tantas cosas buenas! ¡Y Dios lo perdonó por sus pecados!
— Quizás, pero mirá, David era mujeriego, asesinó al esposo de Betsabé para quedarse con ella ¿y permitió que su hijo abusador siguiera como si nada? Sí, mató a Goliat, pero creo que sus pecados fueron mucho más graves. David no era buena persona. No sé, no me parece justo — respondió Aidan dejando escapar un sonoro suspiro de decepción y negando con la cabeza.
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Era De Noche (Novela Cristiana)
Mistero / ThrillerEsta es la historia de un chico, quizás haya una chica involucrada o quizás otro chico este involucrado en esta historia, pero no será como ustedes piensan o desean, porque no, esto no es una historia de amor. Esta es la historia de un chico cuyo co...