Era De Noche (Novela Cristiana)

22. Una musa regordeta

— Hablabas enserio cuando dijiste que tendría que audicionar para mí mismo.

Comento Aidan observando con atención el auditorio que Valerio había alquilado solo para ellos, había un escenario grande y ancho de madera, sillas frente al escenario y en la parte de atrás, en la oscuridad, en lo más alejado se podía observar una especie de segundo escenario donde descansaba una mesa junto a unas sillas, mismas en las que estaban sentados Roxelana, Tyline, Valerio y un deprimido Tony.

— Obvio, aquí todo es legal — hablo Valerio con un gesto despreocupado antes de jalar al pequeño ojiazul de la camisa para acercarlo a su oído —, pero si realmente quieres el papel podemos llegar a un acuerdo, solo tienes que transferir una pequeñísima cantidad a mi cuenta bancaria y el protagónico será tuyo — Valerio lo miró con un gesto pícaro, volviendo a recostarse en el espaldar de su asiento —, pero siempre hay otras formas de...conseguir un papel — Valerio se relamío los labios, guiñándole un ojo a Aidan.

— Valerio, no intentes extorsionar a nuestra superstar — Roxelana puso los ojos en blanco mientras limaba una de sus largas uñas que Aidan supuso que eran de acrílico, en su mente no pudo evitar pensar en Ada y como su hermanita estaría intentando morderla las largas uñas a su amiga con tal de ser ella la única que las tuviera largas, rosas y brillantes o bien podría estar llenando de preguntas a la chica con tal de descubrir uno que otro secreto de belleza —, no queremos que el prota abandone el proyecto — declaro la chica, acomodándose mejor en la silla.

Roxelana llevaba puesto un enterizo negro de red que dejaba ver la parte de arriba de su brasier, el chico se quedó sin aliento perdiendo su mirada entre el voluptuoso cuerpo de la muchacha, pero rápidamente aparto la mirada suponiendo que Roxelana era la clase de chica que se podía poner un bulto de papas y aún así se vería radiante. Aunque algo que capto su atención fue el maquillaje de la joven, sobre todo sus parpados llenos de purpurina y no pudo evitar pensar si es que aquellos brillantes colores nunca terminaban cayéndole al ojo, eran bonitos y la hacían ver como una muñeca que tenía el atardecer en sus dorados parpados, pero se estremeció al pensar en la incomodidad de tener brillantina en los ojos.

— Dita sea — pronuncio Valerio enojado, girando su cabeza, haciendo volar sus risos de un lado a otro —. Muy bien, para adicionar vas a decir este monologo — el joven y visionario director chasqueo los dedos, y su empleada/asistente/esclava/escritora/amiga le entrego al preocupado chico una hoja con un dialogo, Tyline le sonrío a Aidan apretando el portafolios en su pecho —, vamos a hacer uso de la narración interna para contar la historia, a decir verdad no vas a hablar mucho en la película, por ello la mayoría de los diálogos serán en la mente del protagonista, si es que consigues el papel, claro — el director suspiro engrandecido, le daría una audición privada al joven que inspiro la trama de la película pero nada más, siempre se deleitaba por ver a sus aspirantes a actores pelearse a muerte por el papel, si tan solo supiera que solo había una sola persona adicionando su sonrisa presuntuosa se habría borrado— , por lo tanto la mayoría de diálogos serán internos, ósea, pensamientos del prota y necesito saber si tienes la malicia indígena necesaria para transmitir todas las emociones correctas, y causar en el espectador: asco, incomodidad y confusión; venimos a hacer historia, ¡No a hacer la maldita versión homosexual de Lolita! ¡Esta película marcará generaciones! Y ellos habrán deseado con toda su alma jamás haberla visto pero no podrán apartar sus ojos de la pantalla — susurro Valerio, sin poder contener una sonrisa torcida, su pecho vibraba y todo su cuerpo recibía descargas de emoción, la misma sensación de alguien que esta al borde del orgasmo.

— Lo harás bien — dijo la castaña, para la sorpresa de Aidan los ojos de la chica estaban libres de su usual delineado negro, dándole un aspecto más natural y menos cansado, hasta el momento el chico no se había percatado de las pinceladas rojizas que tenía alrededor de los parpados —. Muy bien, comenzamos — anuncio Tyline encendiendo una cámara.