Capítulo 16: Engaño.

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No seguí leyendo, ¿planes? ¿Qué planes? ¿Solo me quería para llevar a cabo unos planes?, tenía ganas de llorar nunca antes me había sentido tan engañada, tan confundida y tan impotente, cogí los dos diarios, el libro de Agatha Christie, y mi diario y bajé las escaleras, abrí la puerta de mi habitación y lo lancé todo a mi cama, cerré la puerta detrás de mí, crucé el pasillo y bajé las escaleras mirando hacía el lago, intente bajarlas lo más deprisa que pude, fui hacía la puerta para salir al jardín, vi a Ian, Jack, Matt y a Alex jugar a fútbol, Silvia estaba leyendo un libro sentada en una toalla que estaba en el césped, y a su lado estaban Carlota y Sandra tumbadas hablando, riendo y jugando a las cartas, salí allí fuera abriendo la puerta de par en par, todos dejaron de hacer lo que estaban haciendo para fijar sus miradas en mí, mi expresión no era muy amigable en esos momentos que digamos pero no le di importancia solo quería una cosa, y mientras me dirigía al agua, me quitaba la camiseta, iba descalza así que cuando solo faltaban cinco pasos para tocar el agua me quité los pantalones.

- ¿Emily a dónde vas? - Preguntó Ian.

No le hice caso me lancé al agua, lo último que escuché fue a Silvia.

- ¡Emily!

Nadé hasta el fondo, escuché que alguien se había lanzado al agua, pero no giré la cabeza para ver quién era, yo seguía nadando hacia abajo, entonces tuve ganas descubrir quién era quien se había lanzado, pero no lo hice. El aire se me estaba agotando pero en ese momento no sé por qué mi mente me dijo que parara de nadar, que no hacía falta nadar más al fondo y me quedé allí intentando mantenerme sin subir ni bajar, quedarme allí y esperar a que Peter viniera, pero alguien me cogió del brazo, me solté de mala gana, era Ian, sentía que a él también se le estaba agotando el aire, le negué con la cabeza, me cogió de la cara, me miró a los ojos y entendí que me estaba suplicando que subiéramos, le dije que no podía, él me lo suplicó otra vez, le miré de arriba a abajo, se le agotaba el aire y a mí también, asentí con la cabeza. El subir arriba se me estaba haciendo eterno, faltaba poco para llegar a la superficie, pero creía que no podría aguantar, mis fuerzas disminuían, pero llegué, llegué junto a Ian, respirábamos aceleradamente.

- Pero, ¿a ti qué coño te pasa eh?

No dije nada solo me fui al pequeño muelle y salí.

- Eh te estoy hablando. - Dijo Ian, cogiéndome del brazo, había salido a los pocos segundos que yo.

- Me pasa que todos estáis aquí tan tranquilos mientras yo veo muertos que han sido asesinados por mi madre, me entero de que mi tío, el muerto, no me quería para otra cosa que no fuera para ayudarlo en vete tú a saber que mierdas de planes, me pasa que solo intento descubrir qué coño pasó hace diez años en esta maldita casa y intentar llevar a cabo un plan para que lo que veo cada vez que cierro los ojos no se cumpla y por si os lo preguntáis lo que veo es a vosotros muertos por mi culpa, asesinados por mi madre,- frené y respiré, volví a la carga- mientras vosotros os limitáis a jugar a fútbol, a leer un libro y hablar de romances y de más mierdas, eso me pasa y ahora si quieres vuelve echarme en cara que me haya tirado al agua solo para poder ver a Peter y tener respuestas a mis preguntas.

Quité la mano de Ian de muy mala gana y le di un pequeño empujón para alejarlo de mí y me dirigí a la puerta.

- Emily...- Dijo Ian, la voz de enfado había sido substituida por una de culpa. Supongo que, por haberme hablado en ese tono, pero era el mismo con el que le había hablado yo.

- ¡Déjame! Continuar, continuar con lo vuestro, seguid con vuestro juego, vuestra lectura y vuestras charlas, puedo yo sola, ya me daréis las gracias.

- Te estás pasando. - Dijo Sandra, de todas las personas que habían allí, ella era la última que tenía que haber hablado.

- ¿Yo? - No pude evitar reírme de aquel comentario- ¿Qué yo me estoy pasando? Y me lo dice la que llamo pringado a mi tío... esto es alucinante...

- Te recuerdo que yo no tenía ni idea de quién era el fantasma.

- ¿Y qué? - Dije subiendo el tono de voz otra vez. - Hay que tener un poquito de respeto por los muertos digo yo.

- Emily ya basta. - Replicó Silvia.

- No, no basta, es que ¿enserio la vais a defender?

- Emily no ha hecho nada...- Dijo Alex.

- ¿Qué no ha hecho nada? Se burla de Peter, intenta hacerse la víctima como siempre y no ha hecho nada... qué grande es vuestra inteligencia eh.

Me giré y me choqué con alguien, una mujer, mi madre, me cogió del cuello me llevó hacia atrás.

- ¿Emily?

Ellos no veían que me sucedía, solo me veían a mi caminando hacía el agua otra vez intentando respirar, mis pies notaban que faltaba poco para caer otra vez al agua, ella me miraba con cara de loca, sonriendo, y me caí pero ella ya no estaba, me dolía mucho el pecho y notaba que algo me llevaba hacia el fondo, intenté desatarme la cuerda que tenía atada a mi cuerpo, una cuerda que me rozaba las heridas que me había hecho sin saber cómo, la sangre brotaba, el dolor era demasiado, cerré los ojos, y entonces me vi a mi misma de pequeña con cinco años, con Peter en ese jardín de ahí arriba jugando a pelota.

- Venga Emily pásamela.

- No, no te toca a ti Peter, le toca a él. - Señalé a mi izquierda con mi dedo índice.

- ¿A quién Emily? Yo no veo a nadie.

- Dice que se llama David.

- ¿David? ¿Qué David?

- No lo sé, solo me ha dicho que es un David, ¿David quieres jugar? Te la pasaría.

- Quiero hablar con mi hijo. - dijo David.

- ¿Quién es tú hijo?

- Se llama Marc, y tiene tu edad.

- ¿Y dónde está?

- No lo sé, pero necesito hablar con él, necesito que sepa porque lo hice.

- ¿Qué hiciste? - Pregunté con curiosidad.

- Emily, ¿qué te está diciendo? ¿Cómo se apellida?

- Sh calla, que estoy hablando.

- Emily, aquí solo estamos los dos, no hay nadie más.

- Jope Peter se ha ido por tu culpa.

- Emily aquí no había nadie. - Repite

- No me lo he inventado. - Dije yo con lágrimas ya en mis ojos.

Entonces escuché la voz de Peter.


No te duermas [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora