Capítulo 54: Peón a D3.

40 3 2
                                    

- Por... por Peter. - Repitió Carlota.

- Por Peter. - Dijo Jack luego.

- Por Peter. - Repitió Silvia.

Y brindamos.

Acabamos de cenar y mamá me cogió por banda.

- ¿Tú qué sabes de Peter?

- Sé que es mi tío, que está muerto, que le quería, que murió hoy hace 10 años y poca cosa más. ¿Por qué? Se te ve nerviosa, ¿estás bien?

- ¿Cómo sabes de la existencia de Peter?

- Sé que quieres saber muchas cosas, muchas preguntas y pocas respuestas ¿verdad? Sé lo que se siente, pero es lo que hay, todos tenemos nuestros secretos ¿verdad mamá?

Sabía que estaba jugando con fuego, pero a esas alturas ¿qué más daba?

- ¿Secretos?

- Sí mamá, secretos.

Di media vuelta y fui directa al sofá con aquellos amigos con los que había decidido pasar el verano.

- ¿Brindar por Peter? ¿Estás loca? - Susurró desesperadamente Sandra.

- Habré salido a alguien de la familia.

- Y señoras y señores esa es Emily derribando a Sandra, hagan sus apuestas ¿quién será el siguiente en recibir? Recordemos que primero ha sido su madre por partida doble, luego la dama aquí presente Sandra, hagan sus apuestas para el tercero.

- ¿Estás un poco bastante nervioso no Alex?

- Puede ser.

- Pero al parecer tú estás en modo de quien me diga algo le doy un bufido que se va a enterar de quien soy. - Dijo Matt.

Sonreí.

- Habrá que demostrar o al menos aparentar de que no estamos asustados ¿no?

- Oye Em, tengo sueño. - Dijo Jack rascándose los ojos con los dedos.

- ¿Ya? Pero si son solo las 22:13. - Replicó Alex.

- Da igual nos vamos a dormir y vosotros también deberíais, hoy dormir lo que es dormir es lo que menos vais hacer.

Jack y yo nos fuimos a mi cuarto, cogí el pijama de Carlota y se lo bajé, se lo dejé en la habitación de Irene donde habían puesto un sillón del comedor, y la verdad es que ni me había fijado que faltaba uno.

Salí del cuarto, me dirigí a papá.

- Buenas noches papá. - Y le abracé, creo que todos se sorprendieron, nunca había sido tan cariñosa con él a pesar de quererlo con locura.

Las horas pasaban y eran ya las 2:31 había escuchado como la puerta de mi cuarto se abría, supongo que sería Ian, Jack estaba dormida a diferencia de mí que tenía los ojos abiertos como platos. Esperaba que Peter apareciera o David, pero sobretodo esperaba que no pasara nada. Tenía un nudo en la garganta, el estómago me empezaba a doler de los nervios. Minuto tras minuto, aquello seguía en completo silencio, el único ruido que había era el de la lluvia de afuera.

En un simple parpadeo Peter estaba allí de pie al lado de mi cama, me acomodé y se sentó.

- Emily cuando despiertes sea la hora que sea llévate a Jack de aquí, has cabreado a tu madre.

- Hay tormenta, estamos a dos horas de casa en coche, andando tardaremos el doble. No puedo hacer nada. Además, me da igual que se haya cabreado se lo tiene merecido.

- Emily llévatelo lejos de aquí, aunque llueva con más fuerza, no importa el tiempo que lleguéis a tardar, lo importante es que estéis a salvo.

- ¿Y papá? ¿Y Silvia? ¿Y los demás? No los voy a dejar tirados aquí.

- Por ellos no te preocupes, no les va hacer daño.

- Ahora no me vengas con el cuento de veo el futuro Peter, haz el favor.

- No veo el futuro, simplemente sé que tu madre te quiere hacer daño a ti y a Jack, a nadie más. Confía en mí.

- Peter, ¿por qué Silvia si creía que mamá te había matado no fue a la policía?

- No había cuerpo, no había pruebas incriminatorias, ni siquiera pruebas que probaran que tu madre tenía algo que ver.

En el fondo entendía la postura de Silvia, yo me sentiría igual si aquella noche acababa mal.

- Emily despierta, tu madre se acerca, despiértate. - Estaba nervioso. - Emily despiértate ¡ya!

Me desperté de un salto, pero los pasos y el sonido de algo siendo arrastrado por la pared fue lo que me hizo darme cuenta de que mamá se estaba acercando. Miré el despertador, las 3:09.

- Jack, despierta, hay que irse. - Susurraba desesperada. Jack no se despertaba. - ¡Jack despierta!

- Déjame cinco minutos más, por favor.

- Ni cinco minutos ni cinco churros. ¡Levántate vamos!

- Pero ¿qué pasa?

- Mamá ya viene.

Se levantó corriendo, y decidí que la solución era meterse debajo de la cama, estamos los dos, escuchando los pasos más cerca y en ese momento caí en que mamá miraría por todo el cuarto hasta encontrarnos. Salgo de ahí.

- ¡Emily! - La voz de Jack era temblorosa.

Tenía que abrir la ventana para que se pensara que nos habíamos ido por allí. Y justo cuando volví a meterme debajo la puerta se abrió de par en par. Tapé la boca de Jack con mi mano y lo atraje hacía mí.

- Niños ¿queréis jugar?


No te duermas [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora