Capítulo 8: Confía en mí.

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Me desperté en el sofá con Ian cogiéndome de los hombros, el aire entraba demasiado lento en mis pulmones, necesitaba oxígeno. Me estaba mareando, pero pude ver a Alex bajar las escaleras y acercarse a mí. Empezaba a verlo todo borroso. Silvia me bajó la cabeza a las rodillas, sentí que todo daba muchas más vueltas decidí cerrar los ojos.

– ¿Está bien? – Preguntó.

– Sí. – Dije con un hilo de voz. – Es solo que me he asustado, ha sido una pesadilla.

El oxígeno poco a poco iba entrando, pero podía notar las pulsaciones y ellas no cesaban, iban a una rapidez a la que nunca antes había notado que fueran. Si se quedara toda la casa en silencio pondría la mano en el fuego de que se podrían haber escuchado.

– ¿Y qué pasaba? Se te veía muy nerviosa, más nerviosa de lo normal para haber tenido una pesadilla. – Continuó Alex.

– Es algo complicado de explicar, y la verdad que también de entender... – Levanté la mirada para mirar a todos y cada uno de los que estaban ahí. Me pregunté en qué momento me dormí no lo recordaba si quiera.

– Prueba a ver si lo entendemos. – Dijo Silvia sentándose al lado de Carlota.

– Bueno, todo tiene que ver con Peter...

– ¿Peter? – Preguntó Silvia sobresaltada, no se esperaba que hablara de él, supongo que tampoco se esperaba que le recordara.

– Sé que un poco difícil de entender y creer, pero os aseguro de que lo que voy a deciros no es ninguna broma. – Suspiré, cerré los ojos sabiendo lo que vendría, así que simplemente dejé que las palabras salieran de mi boca. – Veo el fantasma de Peter.

– Toma ya... empezamos bien el verano. – Dijo Alex soltando una risa de incredulidad mientras Silvia, Carlota y Ian se quedaban atónitos ante mis palabras.

– Empecé a ver un hombre en mis sueños hará unos 3 meses, antes de que me digáis porque no lo dije antes, os diré que no tenía ni idea de quien era hasta que Jack no me dio el álbum de fotos y vi ésta de aquí. – Saqué mi diario de la bolsa y de éste extraje la foto dónde estaba abrazada a él, se la enseñe al resto, la miraron y luego seguidamente me miraron a mí. Alex asombrado, pero los otros tres me miraron incrédulos. – Me pedía una y otra vez que lo ayudara o simplemente me miraba fijamente, hasta que la noche anterior de descubrir quién era me armé de valor para preguntarle qué quería de mí, cómo podía ayudarle a lo que él me respondió que mamá era la responsable de su muerte, se me hacía muy difícil creer eso hasta hace apenas diez minutos...

– ¿A qué te refieres?

– A que hace diez minutos he soñado como mi madre me estaba apuñalando, pero yo no sentía dolor, no era yo quien chillaba, no era yo la que estaba muriendo. - me callé unos segundos, suspiré. - No era yo, si no Peter...

– Pero una pregunta un poco así lógica... ¿quién es ese tal Peter? – Preguntó Alex, era el único que se atrevía a hablar, el único que se atrevió a romper el silencio, miraba a Silvia podía ver su mirada rota, no recordaba demasiado de aquellos años, pero por su mirada sabía que a día de hoy seguía queriéndole a pesar de estar con Albert.

– Peter era el hombre con el que me iba a casar, – dijo antes de que pudiera responder a la pregunta de Alex, se calló por un instante, cerró los ojos y continuó hablando. – hace diez años. Esa es la última foto que se hizo antes de morir, antes de ser asesinado en esta casa.

– ¡Esto se pone más interesante por momentos, señores y señoras! – Exclamó Alex levantando los brazos, se agradecía que le pusiera un poco de humor al tema todo estaba demasiado cargado, supongo que es lo normal cuando confiesas que estás viendo un fantasma de un ser querido.

No te duermas [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora