Capítulo 53: Por Peter.

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Noté como papá se movía.

- ¿Va todo bien?

- Eso nos preguntábamos nosotros, si iba todo bien.

- Sí, todo va bien.

- ¿Has hablado con ella?

- Sí y está bien, no te preocupes, parece que no ha dormido en días, nos hemos tumbado y al segundo ya estaba durmiendo.

- Hay que sacar las maletas del maletero Dann.

- Espera, voy. - Intentó quitarme de encima.

- No, quédate con ella y aunque esté dormida pasa un poco de tiempo con ella.

- La que debería pasar tiempo con ella eres tú Marta. Túmbate tú con ella, yo iré a por las maletas.

¡Ah no! Eso sí que no.

- No, Dann, ya hablaré con ella más tarde. ¿Dónde están las llaves? Les diré a los chicos que me ayuden.

- Las he dejado en la mesa de la entrada.

Escuché la puerta cerrarse y yo me acurruqué a papá.

- Todo está bien Emi. - Y me dio un beso en la frente y me arropó con sus brazos.

- Mmm.

Un trueno fue lo que me despertó e hizo que me sintiera perdida en mi cuarto.

- Eh eh, está bien. Tranquila.

- ¿Qué día es? ¿Qué hora es? ¿Dónde está Jack?

- ¡Emi! ¡Emi! Tranquila estamos a 11 de julio, son las 20:52, Jack está abajo con Alex, Ian y Matt y solo ha sido un sueño tranquila.

- No puedo, no puedo, no puedo.

- ¿No puedes con qué?

- Quiero irme de aquí, no quiero estar aquí.

- Pero si mamá y yo acabamos de llegar, y la tormenta ya ha llegado, no podremos irnos, no con este tiempo. Emi, ¿qué te pasa? - Me preguntó con preocupación, atrayendo mi cabeza a su pecho mientras a la vez me daba un beso en la frente.

- Quiero irme papá, ¿podemos irnos mañana?

- Emi...- Dio un suspiro, mientras yo unía todas las fuerzas posibles para no llorar, ni hacer ver que era lo que quería hacer. - Mañana por la tarde nos vamos a casa, ¿te parece?

Asentí con energía, quería irme de esa casa y más después de aquel último sueño.

- Quiero cenar papá.

- Pues vamos a cenar.

Preparamos la mesa entre Alex, Matt, Sandra y yo, mientras el resto hacían la cena. Y Jack, Ian y Carlota se daban una ducha rápida.

- ¿Va todo bien? Está pálida. - Susurró Alex a mi oído.

Asentí con la cabeza.

- Es solo que la tormenta me da miedo.

Mentira, pero en ese momento no podía contar el sueño, no teniendo a mamá tan cerca.

No hacía otra cosa que mover la comida del plato. Levanté la mirada y vi como Silvia me decía con los labios.

- Come.

Sí mi sargento... Pensé.

- Em, ¿te ha contestado ya Naya? - Preguntó Sandra.

- ¿Qué?

- Si Naya te ha contestado ya al mail que enviamos.

- ¿Qué mail? - Preguntó mama y Carlota a la vez.

- Enviamos un mail a la entrenadora por si podía volver al equipo el curso que viene.

- No he mirado el correo, no lo sé.

- ¿Por qué no nos habías contado eso Em? - Preguntó Ian, su tono no era acusador, ni siquiera decepcionado, sino sorprendido.

Me encogí de hombros.

- No pensé en ello.

- Bueno si te deja volver, cosa obvia, habrá que celebrarlo. - Dijo papá entusiasmado, adoraba venir a las competiciones de natación.

Le sonreí y asentí con la cabeza.

- ¿Por qué no miras ahora si te ha contestado? - Preguntó Alex.

- Vamos ve. - Susurró papá en mi oído.

Me levanté de la mesa, cogí el móvil y entré en el correo, y tenía dos uno de Nina y otro de Naya. Abrí el de esta última, el de Nina ya lo miraría mañana en casa.

"De: Naya Gordon.

Para: Emily Carter.

Asunto: Plazas Natación.

Me alegra saber que quieres volver al equipo Emily. Para mis alumnos una respuesta en vacaciones o no siempre hay. Gracias por las felicitaciones, supongo que muchos te lo habrán dicho, pero yo te lo digo. Contigo hubiéramos ganado el oro. Emily sí sé la paz que te da ese silencio que hay bajo el agua, la respuesta será positiva dependiendo de ti, solo necesito una sola cosa ¿qué te hizo marchar del equipo? ¿Pasó algo en la piscina? ¿Entre las compañeras? Cuando empiecen las clases nos reuniremos para hablar y entonces serás tú la que tenga la última palabra sobre si volver o no. La segunda oportunidad la tienes, y estoy segura que Clara está deseando que vuelvas al equipo. Todo depende de ti Emily, no de mí. Atentamente Naya Gordon."

Después de 9 meses sin pisar una piscina volvería a ella, volvería a mi hogar. Le di a responder.

"De: Emily Carter.

Para: Naya Gordon.

GRACIAS, mil gracias. Prometo hablar contigo cuando empiecen las clases. Gracias por dejarme volver al equipo. Te prometo que no te voy a decepcionar. Gracias."

Aquello me había subido la autoestima. Me giré y volví a sentarme.

- ¿Y bien? - Preguntó papá.

- Hablaré con ella cuando empiecen las clases.

- ¿Por qué dejaste natación Emily?

- No quiero hablar de eso.

- Creo que va siendo hora de hablar de ello. - ¿Por qué mamá insistía en ello?

Miré instintivamente a Sandra, ella negó con la cabeza. Si ella no le había dicho a nadie lo que me llevó a dejar la piscina ¿por qué quería saberlo con tanta insistencia?

- Ya, puede, pero prefiero hacer un brindis.

- ¿Has vuelto al equipo? - Preguntó Jack con una sonrisa de oreja a oreja.

Afirmé.

- ¡Esas son grandes noticias Emi! Vamos a brindar, claro que sí. - Dijo papá aún más eufórico que antes. Se le veía feliz por la noticia. Cogimos todos nuestros vamos, y aunque con agua nunca se debe brindar, era mejor eso que nada. - Por Emily que...

- Preferiría brindar yo papá. - Dije interrumpiéndolo.

- Está bien, adelante.

- Por Peter, mi tío que en paz descanse, que me ha hecho recordar que el agua es mi hogar.    



No te duermas [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora