Capítulo 55: Jaque.

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- Quédate aquí, pase lo que pase. - Dije sin pronunciar palabra.

Jack asintió con la cabeza, pero me miraba con una mirada que no quería que me fuera. Nunca antes había visto a Jack tan asustado. Y la verdad es que no sabía quién estaba más asustado, él o yo.

Vimos como mamá se acercaba a la ventana, era en ese momento o nunca. Salí de debajo de la cama corriendo y pude ver como mamá me miraba justo cuando salía por el pasillo. Fui corriendo al cuarto de Silvia. Tanto Sandra como Silvia se despertaron de golpe.

- El tocador corre. - Dije con la voz agitada.

Las dos se levantaron y atrancamos la puerta.

- ¿Estás bien? - Preguntó Sandra.

- ¿Dónde está Jack?

Y en ese momento la puerta empezó a moverse, pero era inútil así que empezó a darle golpes con el cuchillo. No quería arriesgarme a que me escuchara. Cogí un papel y un bolígrafo y escribí dónde estaba Jack.

Abrí la ventana, justo al lado tenía una tubería con la que podría subir al tejado e ir hasta la ventana de mi cuarto.

- ¿A dónde vas? - Susurró Silvia.

- A por Jack, no pienso dejarle solo. No con esa loca ahí fuera.

- Voy contigo. - Dijo Sandra.

Aquello me sorprendió, Sandra intentando ayudar. Asentí con la cabeza.

Subimos por la tubería, yo primero y luego ayudé a Sandra a subir.

- Ve tú al cuarto de Ian y que suban al techo, yo iré a por Jack.

Bajé por la ventana intentando hacer el menor ruido posible, aún podía escuchar a mamá dando golpes en la puerta del cuarto de Silvia.

- ¡Jack! Sal, soy yo, Emily. - Me agaché para que me viera. Y allí estaba él asustado. - Vamos, salgamos de aquí.

Le ayudé a levantarse, debíamos darnos prisa. Le ayudé a subir y entonces Ian apareció por el techo y lo subió. Pude escuchar como le decía a Alex que le sujetara. Ahora era mi turno, le cogí la mano a Ian mientras la otra se sujetaba al marco de la ventana.

- ¿Pensabas que podías huir de mí? - Miré al interior de la habitación y allí estaba, en la puerta, mirándome. Miré a Ian con pánico.

- Vamos, ¡vamos ayudarme a subirla! - Gritó.

Entonces vi como mamá se acercaba a mi corriendo, y lo único que pudo hacerme fue un corte en el pie.

- Déjame ver.

Estaba sentada, quejándome, aquello dolía.

- Tiene una pinta un poco fea, pero se curará. ¿Puedes levantarte?

Asentí con la cabeza con una mueca de dolor, la sangre se iba mezclando con la lluvia. Me puse de pie con la ayuda de Ian y Alex. Jack abrazaba a Sandra.

- Tendríamos que ponerle un pañuelo o algo para cortar la sangre. - Dijo esta última.

Ian se sacó su camiseta, se agachó y me apoye en Alex. Ian hizo varios nudos en mi pie. Y con la ayuda de los dos íbamos cruzando por el techo, la única manera de bajar al suelo de forma segura era la parte trasera de la casa.

Cuando llegamos Ian bajó el primero, luego bajó Sandra que ayudaron a Jack a bajar, luego Alex me ayudó a bajar, donde acabé en los brazos de Ian. El pie me dolía mucho, no podía apoyarlo en el suelo y la camiseta ya se había teñido de rojo. Cuando nos giramos los cinco para ir a la puerta de la cocina, allí estaba ella, pero no estaba sola. Tenía a Matt y su cuchillo estaba recostado en el cuello de Matt.

- ¡Matty! - Chilló Alex.

- No Alex, espera. - Dijo Sandra sujetando el brazo impidiendo que Alex fuera hacía ella.

- ¿Dónde está Peter?

- No sé dónde está Peter.

- Sí sabes dónde está niña estúpida, dímelo o di adiós a tu amigo.

- No sé dónde está te lo juro, deja a Matt.

Empezamos a escuchar las sirenas de la policía, pero yo seguía mirando a mamá y a Matt, que negaba con la cabeza.

"Nada irá bien Matt." Pensé.

Cada segundo que pasaba era un suplicio, pero entonces sin saber por qué mamá empujó a Matt que cayó al suelo de rodillas y ella salió corriendo. Nos acercamos corriendo a Matt y me arrodillé ante él y lo abracé. Todas aquellas lágrimas que tanto había guardado durante todo el día, todas esas lágrimas que hacían que mis ojos ardieran, empezaron a salir.

- Dios, Matt, lo siento, lo siento. - Lo abracé con fuerza.

- Estoy bien, estoy bien. - Intentaba consolarme, pero para aquello no había consuelo, habían estado a punto de matar a uno de mis mejores amigos. - Irene y Carlota han ido a la policía, no sé cómo han llegado tan pronto, pero al menos han llegado a tiempo.

Me aparté para mirarle y empecé a inspeccionarle.

- No me ha hecho absolutamente nada. Estoy bien.

- ¡Emily! ¡Jack! - Era Carlota.

- ¡Aquí! - Gritó Sandra, yo seguía mirando a Matt. Si le hubiera llegado a pasar algo no me lo hubiera perdonado nunca.

- ¿Dónde está papá? - Preguntó Jack.

¡Papá! Me levanté corriendo y como pude me dirigí hacia el interior de la casa.

- ¡Papá! ¡Papá!

- Está aquí chicos, está bien.

Silvia estaba en las escaleras.

Había dos policías.

- ¿Dónde está?

- Se ha ido al interior del bosque.

- Llama a refuerzos, me importa una mierda que digan que vendrán mañana hay una asesina fuera y la quiero entre rejas.

El compañero salió hacia el coche, no sé cuándo habían entrado, pero noté como Ian me abrazaba por la espalda, entonces acerqué a Jack y lo abracé.    


No te duermas [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora