Capítulo 27: Intentaron ahogarme.

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Me dormí minutos después su latido era continúo, era suave y notaba que él me abrazaba con suavidad y ternura, no recuerdo bien el momento exacto en el que me dormí, pero si recuerdo no escuchar nada absolutamente nada, solo el latido de su corazón.

Me desperté sobresaltada, sola en la cama y con el pijama puesto, no recordaba habérmelo puesto, y Ian no estaba como había prometido. Miré por la ventana y había demasiado sol para ser por la tarde, así que miré el reloj y eran las 9:23 de la mañana, ¿había dormido tanto? De repente escuché una canción a todo volumen que venía de abajo, me levanté de la cama corriendo, para saber que era, abrí la puerta al mismo tiempo que lo hacía Alex, Ian, Matt, Sandra y Silvia.

- ¿Qué es eso? ¿Qué es lo que pasa? - Dijo Matt quitándose las legañas.

- Eso digo yo. - Dijo Alex quejándose de mala gana. - Mis horas de sueño son sagradas.

- Son Jack y Carlota, siempre que viene a casa cantan esa canción. - Dije aún desconcertada por la situación, ya la había vivido esta mañana, ¿volvía a vivir ese mismo día o era solo que había pasado un día entero y se volvían a hacer lo de la mañana anterior?

- Hay que joderse. - Replicó Alex yendo hacía las escaleras. - Esto no hay quien lo aguante. ¡Que alguien los haga callar, por favor!

Fui detrás de Alex y Carlota al verme me dijo que bajara a cantar con ella, como siempre acaba por hacer.

- ¡Va Emily que es tu trozo!

- No Emily, por favor, te lo ruego, no cantes, no puedes hacerme esto a mí. - Suplicó Alex poniéndose de rodillas delante de mí, pero pasé por su lado y bajé las escaleras me acerqué a Carlota y canté el trozo de mi canción.

Acabamos de cantar la canción de ABBA y entonces en un acto reflejo vi que Alex me lanzaba un cojín, pero me agaché a tiempo y como si todo estuviera pasando a cámara lenta veía como el cojín le daba a Carlota que se quejaba y salía detrás de Alex con el cojín en mano. Me quedé paralizada esto ya lo había vivido esto y aun así no me dio tiempo a impedir que David se metiera en mi cabeza.

- "Emily, Emily..."

- ¡No! Sal de mi cabeza, ¡no quiero escucharte! - Me agaché y me abracé a mí misma, me balanceaba repitiéndome a mí misma que nada era real, apretando mis manos en mi cabeza y cerrando los ojos lo más fuerte posible.

- ¿Emily qué es lo que pasa? - Preguntó Ian acercándose a mí, cogiéndome por las muñecas.

- No voy a escucharte, déjame en paz, vete de mi cabeza, no quiero ir al bosque, no quiero ir, déjame en paz, por favor. - Dije suplicante empezando a llorar intentando soltarme de Ian, pero no lo conseguí.

- Todo está en tú cabeza, - noté un dedo en mi sien- todo está ahí dentro. - Era Peter no lo veía, pero estaba ahí.

- ¡Dejadme en paz! Iros de mi cabeza de una puñetera vez, dejadme vivir. - Dije chillando, ante la desesperación de no poder más.

- " No podrás olvidarte de mí Emily, no me iré hasta que no me escuches y la ayudes."

- Emily, escúchame a mí. - Dijo Peter. - No dejes que jueguen contigo, ni David ni nadie o eso te hará más vulnerable.

- Por eso mismo, vete tú también, déjame en paz no quiero saber nada de ti, ya me utilizaste una vez, pero ahora no pienso ser tu marioneta a la que tiraras cuando ya no te sirva. - Levanté la mirada, le miré con odio y me fui a mi cuarto, me encerré en el baño y me di un baño largo.

No te duermas [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora