Capítulo 49: Mi príncipe con armadura.

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Me abalancé a él, haciéndolo respaldar su espalda en el colchón, y mi pecho contra el suyo, le besé, un beso casto pero sincero y le abracé.

- Te quiero. - Dijo.

- Guárdate el romanticismo vaquero de las siguientes palabras que vayas a decir, con el te quiero me conformo.

Levantó las manos con expresión de inocencia.

- ¿Has cenado? - Pregunté.

- No aún no. ¿Tienes hambre?

- Como empecemos a hablar de comida, sí empezaré a tener hambre.

- Han hecho ensalada, y Silvia te ha acabado de hacer los sándwiches, ¿quieres que los suba y cenamos aquí?

Asentí con energía, nos sentamos en la cama, me dio un beso en la frente y se levantó. Mientras salía por la puerta me fijé en que aún no había rastro de lluvia, pero hacía viento, me encogí, abrazando mis piernas y apoyando mi barbilla en mis rodillas. Todo daba escalofríos. Mañana venía mamá. Me pregunté si todo acabaría mañana, me pregunté cómo acabaría, si alguien acabaría herido, deseaba que no. Papá no lo iba a permitir, no iba a dejar que nos pasara nada. Él iba a estar allí para protegernos.

- Así que no renuncias...

Di un respingo no me esperaba que David apareciera a mi lado, pero era de esperar todos habían decidido aparecer sin avisar. Supongo que les gustaba eso de aparecer, así como así.

- No.

- ¿Por qué?

- Porque quiero saber por qué, por qué todo esto. Quiero respuestas y ahora sé que Peter va a dármelas por las buenas o por las malas.

- Ten cuidado Emily. No olvides que todo esto es un juego.

- Un juego que no he acabado de entender cómo se juega. Un juego donde yo no soy una jugadora sino un peón, David. No entiendo que tengo que ver yo en todo esto. Con que fin estoy siendo torturada. No entiendo el por qué mi madre mató a Peter, no entiendo nada, pero Peter sí, y me lo va a explicar.

- Te hacen sentir un peón y que ellos son el rey negro y la reina blanca. Pero no permitas que su guerra te convierta en la victima. La partida no acabará mañana, seguiréis jugando y tú como peón harás jaque mate. No olvides esto.

- Rey negro, reina blanca, cazador y lobo. ¿Quién es el cazador el rey o la reina, David? -

David me había hecho abrir los ojos, el tan hablado cazador y lobo, eran mamá y Peter, pero ¿Quién de los dos era el cazador? Peter me daba respuestas, pero no entendía bien su posición ¿quería ayudarme? No lo estaba demostrando, no me estaba dando todas las respuestas a las preguntas que le hacía. Confía en él, pero la desconfianza de Alex hacia él me había hecho desconfiar a mí también. Y mamá, mamá era obvio que no estaba bien de la cabeza. Llegué a la conclusión de que el lobo quería cazarme, pero como decía la frase "no huyas de él", eso entraba en el perfil de Peter, desconfiaba, pero no huía. Y el cazador era mamá. Entonces deduje, entendí que mañana iría a por mí.

Cuando Ian entró por la puerta volví a la realidad, miré por toda la habitación y David ya no estaba, no me había respondido a mi pregunta, pero había hecho que yo misma me respondiera.

- Sé quién es el lobo y quien el cazador.

Ian se sentó a mi lado.

- Esto va a ser un juego muy complicado y que me va a costar entender. Parece mentira que David que poco tiene que ver en esta historia me esté ayudando más que el propio protagonista. No lo entiendo. Peter está cerrado en banda, y hoy por fin se ha abierto, pero sigue sin contarme nada importante. Es como si su historia fuera muy pobre, quiero decir, es creíble, me la creo, pero faltan muchos detalles, detalles que no hacen más que comerme el coco. Y por ello creo que Peter es el lobo, me quiere "comer" pero no debo huir de él porque él va a ayudarme a huir de mamá.

- Tiene sentido Em. - Dijo sacándome un mechón de la cara.

- No soy estúpida Ian, sé que estás con el culo encogido, que tú tampoco entiendes nada y que necesitas respuestas igual que yo. Y encima quieres que mañana estar conmigo por la noche y entiéndeme por favor, si ya pongo en peligro a Jack por dormir conmigo si encima estáis tú y Alex voy a tener que estar más preocupada y eso no va a ayudar. ¿Lo entiendes? - Supliqué.

- Lo entiendo, pero no me gusta entiende tu eso. No quieres que nadie sufra el menor peligro, mientras tú te pones en peligro. Intentas salvarnos a todos, pero Em, ¿quién va a poder salvarte a ti si no nos dejas?

- Tú. Tú vendrás a salvarme lo sé.


No te duermas [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora