Capítulo 34: ¿Es Peter de fiar?

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Quité los pies del agua, ahora estaban limpios y la verdad es que se podía ver perfectamente donde estaban los cortes que me había hecho. Matt cogió algodones y el agua oxigenada y empezó a limpiar las heridas, cuando cada uno se fue por su lado, Matt me preguntó porque no había dicho que una de las personas estaba atada.

- Matt, si lo hubiéramos dicho ahora estarían afuera buscando la persona o posiblemente hubieran llamado a la policía, nos hubieran pedido explicaciones y la verdad es que no tengo ganas de volver al psiquiátrico, aunque eche de menos a Óscar.

- Pero Emily puede que una persona esté en peligro.

- Matt, te prometo que mañana por la mañana salimos los dos en busca de esa persona, ¿de acuerdo?

- De acuerdo. - Dijo no muy convencido de sí mismo, ni de lo que había hecho.

- Emily, - dijo de repente Silvia. - mira, verás, tu madre ha llamado este mediodía y quiere hablar contigo, y como no lo hagas se va a poner un poco bastante furiosa.

- Ningún problema, cuando llame hablo con ella.

Después de cenar sonó el teléfono, era mamá, estuve hablando con ella un buen rato, la verdad es que hablábamos como si nada hubiera pasado, la veía como siempre había sido ella en casa, la madre que no dudaba en contarle mis penas o mis alegrías, estuve hablando con ella con la mayor de las confianzas, hasta que en un momento me entró el sueño, me despedí de ella, de todos, y me fui a mi habitación, estaba agotada físicamente, me puse el pijama, apagué la luz y encendí la luz pequeña, le di la espalda a la ventana y estuve mirando fijamente el suelo, hasta que miré mi diario, en otras circunstancias lo hubiera cogido y hubiera empezado a escribir, pero en ese momento no tenía fuerzas, solo las que me quedaban para apagar la luz.

La mañana siguiente me desperté con más fuerza y a decir verdad con más vida, noté que podía volver a sonreír sin preocupaciones, me dirigí al baño me peiné, me di cuenta de que los pies estaban perfectamente, los cortes seguían ahí pero ninguna molestia así que decidí ponerme el chándal y salir afuera para correr un rato, llevaba la música conmigo así que la motivación era mayor, entonces escuché una canción de violines que nunca antes había escuchado, pasé de canción y sonaba otra del mismo violín, me detuve, cogí el iPod y miré la lista todas eran de un compositor llamado SS, busqué las canciones que yo había puesto, pero no me dio tiempo.

- Dios, que susto. - Dije dando un bote haciendo caer el iPod al suelo. - Podrías avisar cuando haces eso.

- Lo siento, no es mi intención asustarte, Emily. - Dijo David. - Esas canciones son de Samantha, tocaba el violín y enamoraba a todos los que pasaban por delante cuando lo hacía.

- ¿Qué es lo que intentas decirme?

- Quiero que guardes esas canciones y cuando te encuentres con mi hijo se las enseñes, aunque haya hablado conmigo, quiero que escuche a su madre, que la conozca.

- Claro, se las haré escuchar, pero David, ¿por qué hiciste lo de ayer? ¿Y por qué solo te preocupas por hablar con Marc? ¿Qué pasa con Lucas?

- Mi intención no era ponerte en peligro, no sabía que iba a ocurrir lo que ocurrió, de haberlo sabido nunca lo hubiera hecho. Y me preocupo por los dos, pero siento que al que más daño hice fue a Marc.

- Lo sé, pero ¿querías que conociera a Marc, cierto?

- Sí, lo que quería era que le conocieras, y vieras que ese pobre chico estuvo solo durante mucho tiempo, ahora iríais a la misma clase de no ser por haber faltado a mi promesa, si no hubiera tirado la toalla cuando me vi derrotado y hubiera pedido ayuda a Peter o a alguien aún seguiría con él. Pero la tiré y me arrepiento de ello, aunque por eso Marc ha podido tener una juventud mejor de la hubiera podido tener conmigo.

- Puede que ahora tenga un montón de cosas, pero lo que no tiene es tu amor, el amor de padre que tú podrías haberle ofrecido y que ningún otro hombre puede darle. ¿Por qué no pediste ayuda a Peter? Al fin y al cabo, él era el hermano de Samantha.

- Pero Peter es un traidor, permitió que llevarán a mi hijo a un orfanato, en cambio de cuidarlo él, nunca le ha importado su hermana.

- Mira no sé qué pasaría en el pasado y la verdad es que ahora mismo no quiero saberlo, pero te diré una cosa, puedes estar seguro de que estas canciones llegarán a tus hijos, no solo a Marc si no a Lucas también, eso tenlo seguro. Pero a cambio quiero que me respondas a una pregunta, ¿cómo es que a ti y al resto de seres muertos puedo verlos de día y a Peter solo en mis sueños? ¿Es por algo en especial, podéis apareceros siempre que queráis?

- Ya te lo he dicho Emily, Peter no es de fiar.

- ¿Qué quieres decir con eso? - Dije sorprendida, no entendía porque insistía en ello, porque insistía diciendo que era un traidor.

- No se preocupó por su hermana, ni siquiera lloró su perdida cuando ella nos dejó, ni siquiera vino al hospital cuando Lucas nació, y cuando dijimos que Lucas iba a tener un hermano, ni se inmutó. No se ha preocupado por los suyos. Nunca. - Y se fue, dejándome transpuesta y demasiado confusa.

Que no se preocupara de su hermana no significa nada malo, bueno, por una parte. Sí a mí me gustaría que mi hermano se alegrara, que me llorara, pero Peter era un buen hombre, había estado cuidando de mí. Así que lo único que saqué fue que los muertos se aparecen dónde y cuándo quieren. David me lo había demostrado.    


No te duermas [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora