Capítulo 24: Irene.

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Salí de la bañera, y me vestí. Y en el momento que me acabé de poner la camiseta me rugió el estómago.

- Eso, eso saca el león que tienes dentro. - Dijo Sandra riéndose de mí.

- ¿Qué hora es? - Pregunté mostrando una sonrisa tímida.

- Las 11:37, será mejor que bajemos a comer algo, antes de que asesines a alguien con esa bestia que llevas dentro.

- No hace falta que lo jures.

Hacía tiempo que no estaba así con ella, feliz, riéndonos juntas, sin peleas. Todo era como antes y no me disgustaba.

Bajamos las escaleras y me preparé un bocadillo y un café bien cargado, Sandra en cambio se preparó su leche con Cola Cao.

- ¿Seguro que no quieres un poco? - Pasó su taza por delante de mí, sabiendo que a mí la leche no es que me guste mucho la verdad.

- Seguro, estoy más que segura de que no....- Paré de hablar. Escuchamos un ruido que venía de la habitación del fondo. Sandra y yo nos miramos sin decir nada, pero estábamos igual de asustadas. El segundo ruido fue más fuerte y chillamos.

- Pero ¿qué os pasa? - Preguntó Carlota, estaban entrando todos adentro y ella fue la única que se atrevió hablar.

- Hay alguien en la casa. - Dijo Sandra asustada. Todos estaban detrás nuestro, Sandra y yo estábamos cogidas del brazo mirando al frente intentando mirar más allá de las paredes.

- Hola Peter. - Dijo Alex en tono burlón e irónicamente, saludando a la nada y sonriendo bobamente- venga ya, ¿cómo va haber alguien en la casa?

El ruido se volvió a escuchar, y todos pegamos un grito afónico echándonos hacia atrás.

- La leche de José, - dijo Alex abrazándose a Jack- ¿qué ha sido eso?

- ¿La leche de José? ¿Qué dices? Y por cierto te lo dije, dije que no estamos solos.

- ¿Peter? ¿Eres tú? - Preguntó Silvia a la nada.

- No, Peter no es.

- Entonces, ¿quién?

- Habrá que ir a mirar. - Cogí el cuchillo de jamón, y empecé acercarme en dirección de dónde provenía el ruido.

- ¡Eh! ¿Qué vas hacer con eso? - Dijo Ian poniéndose delante de mí.

- Si hay alguien en la casa, habrá que descubrirlo, y no voy a ir con las manos vacías como comprenderás.

Me sostuvo la mirada y se hizo a un lado y volví a caminar, pero me sentía demasiado sola, así que giré la cabeza y me encontré con que estaban donde se habían quedado.

- ¿No vais a acompañarme?

Se encogieron de hombros y se miraban unos a otros esperando a que alguno de ellos respondiera.

- Sois unos cobardes, que lo sepáis...

Retomé mi camino hacía donde había provenido el ruido, me detuve en seco cuando llegué al principio de las habitaciones de esa planta. Me giré a ellos y con una voz casi susurrando les pregunté.

- ¿De dónde venía?

- Ha sido por allí. - Dijo Alex aún abrazado a Jack.

No te duermas [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora