Sky (ville) - HS

C I N C U E N T A Y S E I S

 —¿Cómo supo que estábamos en esta clínica? —yo observé como Kyle ayudaba Bob a poner el cuerpo de Sean en una camilla—. ¿Cómo supo que llegamos aquí?

Harry tomó una sabana gruesa de color blanco y se movió hacia mí.

—Probablemente nos venía siguiendo, la verdad es que no sé, Sky, —él tomó una inyectadora de algún lado y caminó hacia mí—. Lo que sé es que este ya no es un lugar seguro para nosotros, así que nos vamos. Estás un poco más estable.

Negué con la cabeza observando como Ryan le entregaba un par de gafas y una gorra, Harry se las colocó dejando lo que había tomado primero en la camilla. El movimiento en sus acciones me dio a entender que algo no estaba bien, que íbamos a ir a algún lado.

—¿Qué está pasando? —susurré.

—Nos vamos a Texas, —Harry explicó y colocó la sábana sobre mi cuerpo.

—¿Qué? —susurré—. ¿Por qué?

—La policía le puso precio a nuestra cabeza, no es lugar seguro, ¿de acuerdo?

Se acercó a mí y acarició mis mejillas sudorosas de nuevo.

Hizo hacia atrás mi cabello y besó mi frente con cariño, sentí el olor a cigarrillo, y el sudor. Acaricié su cuello con cariño respirando con tranquilidad. Él acarició nuevamente mi cabello.

—Te daré un sedante más fuerte, —susurró en mi frente—. Te llevarán a la morgue por un rato para poder sacarte de la clínica desapercibida. Bob se encargará de ello. ¿Okay?

Lo miré con ceño fruncido—: Mierda.

—Todo va a estar bien, en pocas horas debemos estar camino a Texas, —él tranquilizó—. Por el momento, sé buena chica y hazte la muerta.

Noté la sonrisa en sus labios y sonreí.

—No me hables como tu perro, —susurré.

—Te amo, —musitó acariciando mi cabello—. Te amo mucho, Sky.

Asentí acariciando su cuello—: Te amo.

Se acercó de nuevo a mi y besó mi frente antes de colocar la sábana blanca sobre mi rostro no si antes poner la inyección en mi brazo. Respiré hondo varias veces. Escuché que Jeremiah entró al lugar diciendo que todo estaba listo para irnos, escuché las voces de todos y las pisadas así como la camilla en donde yo me encontraba, ser movida por alguien.

Y como era de esperarse, caí dormida.

Estaba peor que la jodida bella durmiente.

El lugar donde me encontraba se movía de lado a lado pero ya no había tanto calor, al contrario, en ese momento sentía frío agradable. Mi cuerpo se sentía descansado, pesado pero moribundo, de tanto sedante lo único que me quedaba era dormir por muchas horas.

Cuando finalmente abrí los ojos me encontré con los ojos de mi hermano.

Fruncí mi ceño al verlo observarme de esa manera y por un momento tuvo miedo de estar aquí sola con él. Antes de preguntar algo, miré a nuestro alrededor para así encontrarme con lo que parecía ser una ambulancia y a mi lado derecho se encontraba un paral con la bolsa de sangre con una vía intravenosa a mi brazo.

Agarrando aquel artefacto de metal se encontraba Harry, usando su ropa negra, la camisa abierta, su cabello sudado, su rostro algo sucio, como mi cuerpo. Sus manos estaban reposando sobre su regazo, sus uñas aún tenían sangre y sus brazos tatuados aún pintaban sangre, que probablemente era mía.

La otra mano, mantenía firme una pistola.

—¿Cómo te sientes? —él susurró acercándose a mí.

Ignoré a Kyle y llevé mi mano hacia la suya libre, él la tomó con rostro serio pero al mismo tiempo con un deje de paz en el mismo así como de cansancio. Asentí como respuesta.

—Bien, estoy bien, —le respondí tomando una respiración pesada.

Harry miró a Kyle del otro lado de la camilla donde estaba acostada.

—¿Cómo conseguiste esto? —susurré.

Él se acercó más a mí—: Bob, nos ayudó con todo.

Asentí suavemente.

—¿Qué hace Kyle aquí? —después le dije.

Él acarició mi mano derecha, relamió sus labios.

—Estoy esperando a que decidas que hacer, —musitó—. No quiero tomar una decisión que puedas hacerte enojar y... Bueno, ya sabes.

Miré a Kyle observando en silencio, jugó con sus manos y relamió sus labios. En sus ojos observé el remordimiento de consciencia, los ojos de borrego regañado como si todo lo que hizo ahora reparara los hechos del pasado que nos llevaron a esto.

Regresé mis ojos a Harry, sabía cuál sería su decisión si lo dejaba en sus manos pero decidí ser yo quien decidiera esta vez pues... ¿Quién me garantiza que en un momento dado le da por darme la espalda de nuevo? Lo amaba pero en este mundo, mi felicidad y mi vida está por delante y primero que todo.

—Matalo, —susurré.

—Sky, —Kyle en seguida—. ¿Qué?

Harry sonrió con delicadeza, relamió sus labios asintiendo.

—Como tu lo ordenes, hermosa, —él dijo.

—No, no, no esperen, —Kyle se puso en pie con la voz quebrada y los nervios de punta—. ¡Yo los ayudé cuando nadie lo hizo! ¡De no ser por mí estarían muertos!

—Detengan el auto, —Harry ordenó con voz tranquila.

—¡Skylar, soy tu hermano! —él se inclinó hacia mí, vi lágrimas en sus ojos—. ¡¿Te salvé?! ¡Te salvé de ser asesinada por ellos, no puedes matarme! ¡Soy tu única familia!

No lo escuché, no valía la pena decirle nada.

La ambulancia se detuvo, Harry se levantó de su lugar y lo tomó de un brazo.

—¡Skylar! —Kyle gritó.

Uno de los conductores abrió la puerta de atrás, lo que permitió a Harry empujarlo hacia el asfalto. Lo escuché gemir pero antes de que él pudiera decir algo más, Harry desde su lugar mandó dos balas al cuerpo de Kyle, provocando así el silencio de sus chillidos.

—Vamonos, déjenlo allí, —Harry dijo con tono tranquilo.

Cerraron las puerta y él regresó a su antigua puesto pero mucho más cerca de mí.

Acarició mi barbilla dejando la pistola en otro lado, mientras el auto se ponía en curso.

—¿Y los demás?

—En un auto delante de nosotros, —dijo con voz ronca.

Asentí acariciando su mano sobre mi cuerpo.

—¿Todo está bien? —pregunté.

—Todo está perfecto siempre que estés aquí conmigo, hermosa.

Se acercó a mí sin dejar de acariciarme y unió su boca con la mía, dejando un beso delicado y suave sobre estos. Lleno de amor y ternura, mientras sus dedos se movían en mi cabello, mis mejillas y mi cuello, sentí el amor en sus acciones. En cada una de ellas y en ese momento romantico, supe que nada me hacía falta para ser feliz.

Siempre que esté con él todo iba a estar bien.

FIN