C U A R E N T A Y C I N C O

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-Voy algo tarde, lo sé, -Harry dijo ronco al teléfono-. Voy con Skyllar.

Apreté su mano entrelazada con la mía mientras el ascensor descendía, no me atreví a moverme. Solo me quedé donde estaba y traté de actuar lo más natural que pude pero, lo cierto era que, una culpa extraña me estaba comiendo por dentro; John no dejaba mi cabeza, Kyle, Padrote, Daya, Marissa; ¿de verdad podía actuar normal e ignorar todo?

Miré a Harry unos segundos esperando ver cariño en sus ojos, le sonreí sin dientes pero él no lo hizo, miró a Carson y a Jeremiah dentro del ascensor antes de mirarme de nuevo con ojos de pocos amigos. Sabía que había detectado mi rareza tan rápido como salí del baño de su habitación, pero no me dijo nada, y con ése incomodo silencio dentro del ascensor... Era mucho más perceptible la inestabilidad entre los dos.

Las puertas del elevador se abrieron, Jeremiah y Carson salieron disparados de esta y se apresuraron a abrir las puertas de cristal del pequeño vestíbulo blanco, limpio y hermoso que presidía el estacionamiento subterráneo del edificio. Harry salió apretando mi mano, yo salí del elevador pero una vez fuera, detuve mi paso.

Harry se detuvo, me miró con ojos cansados.

- ¿Qué pasa, Sky? -Susurró, le hizo una seña a Jeremiah y, este último, dándome una mirada impasible, palmeó el brazo de Carson para dejarnos solos-. ¿Qué tienes ahora?

-Lo siento, te juro que lo siento, tengo que preguntarlo, no sale de mi cabeza, odio... Odio verte enojado conmigo, -intenté apretar su mano pero no lo logré, dio un paso atrás.

-Ni siquiera el sexo puede hacerte cambiar, eres imposible, -susurró, negando con la cabeza.

-No tiene nada que ver contigo, yo te quiero, -caminé hacia él, pasé mis manos por su cintura, me miró con ojos fríos y sus cejas levemente fruncidas-. Es... Es lo de Kyle. Yo no sé na--

Me miró con una mueca y lo pensó, no dejó mi mirada pero lo pensó.

-Yo me ocupo de eso, -interrumpió-. No te preocupes, conmigo estás segura.

-Sí, pero-

Me interrumpió de nuevo tomándome del mentón de nuevo acercándome a su rostro, de modo que pude ver en los suyos verdes la seriedad que éstos desprendían.

-Yo me ocupo, no tienes que preocuparte de nada, -me dijo con severidad-. Yo te dije que cargaría con todo, a cambio de que simplemente me quieras. Lo único que quiero es que estés tranquila.

La declaración me dejó anonadada y el corazón retumbando a mil por hora. No pude decir que no o simplemente pedirle que no hiciera algo como eso, solo asentí y luego, me coloqué de puntillas, tomé sus mejillas y lo besé, uní sus labios con los míos profundo y suave; sus brazos me abrazaron por la cintura alta, al mismo tiempo que metía su lengua en mi boca.

Se dio el tiempo de saborearme antes de separarme de él.

-Vamos, -susurró.

Tomé su mano con suavidad, me dio una última mirada antes de caminar hacia el estacionamiento a paso rápido.

Si hubiera llevado sandalias altas, no hubiera logrado caminar a su ritmo y una vez alrededor de las camionetas, ya preparadas, me encontré con varios hombres rodeando los autos. Un Audi blanco último modelo y una camioneta beige Toyota.

Harry tomó la lleve de las manos de Jeremiah mientras Carson abría la puerta para mí del Audi, agradecí y éste me sonrió con picardía. Una vez dentro del auto, y solos, noté como sus guardias abordaban la camioneta detrás de nosotros, no sin antes cargar sus armas y llevarse un arsenal de balas por seguridad.

Sky (ville) - HSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora