Abrí mis ojos. Era de noche.
Pude saberlo por el reloj en la mesa de noche a mi lado. 12.30 am. No sentí dolor, solo sentí mi cuerpo pesado; intenté mantener mis ojos abiertos, no lo logré por completo, apenas lo logré por mínimos segundos.
Moví mi cabeza hacia mi izquierda y de inmediato, me encontré con su cuerpo, acostado a mi lado, su frente apoyada en mi hombro, mientras abrazaba una almohada, podía escuchar sus leves ronquidos. Sentí serenidad de tenerlo a mi lado. Me mortificaba que creyera, que iba a dejarlo.
Yo no podía hacerlo. Lo amaba.
Mi boca estaba seca, tenía sed y mi estómago pidió comida pero no me moví, me le quedé mirando pero fruncí mi ceño al recordar que él tenía un sueño bastante ligero.
Me moví y ni siquiera se inmutó.
Quizá solo está cansado, así que, admirándolo, casi feliz de encontrarme a su lado, llevé mi mano hacia su mejilla, acaricié con mis uñas su mandíbula, se movió un poco pero no despertó, seguí acariciando y entonces, movió su cabeza hacia arriba pero aún apoyado sobre mi hombro.
Su mirada conectó con la mía.
Se me quedó mirando, su ceño frunció y tomó una respiración fuerte.
- ¿Cómo te sientes? -susurró con voz ronca.
La voz más sexy que puede existir.
Se movió hasta quedar sentado en la cama, metió su mano debajo de mi cabeza, y la otra mano la colocó en mi pecho, como midiendo mi respiración. Sentí su cercanía, con ganas de abrazarlo pero sin poder moverme.
-Siento mi cuerpo adormecido, -susurré, mi voz salió ahogada, pastosa-. No me puedo mover.
-Está bien, -susurró-. Te sede con una droga fuerte. Es normal.
Negué con la cabeza, y llevé mi mano a su brazo libre, lo apreté un poco tragando saliva con dureza, o al menos, la poca saliva que tenía. Mis ojos se hicieron lágrimas cuando los recuerdos me golpearon con fuerza, como ocurrió todo, como mataron a John, el miedo que sentí en ese momento; me afectó pero esta vez con más fuerza que antes.
Mi labio inferior tembló porque recordé a John, la poca humanidad en las acciones de aquellos hombres. Me ahogue con mis propios sollozos, sentí que mi cuerpo temblo, podía sentir el olor a sangre en mi nariz aun.
-Sky, no llores, no ahora, -él dijo con voz ronca-. No hagas como si no sabías que esto no iba a pasar.
Busqué casi con desespero su mano y al encontrarla la envolví con la mía, llevé su mano a mis labios, no encontré sus anillos, ni su perfume pero su sola presencia me reconfortaba, besé su mano antes de enredarla con la mía. Un sollozo se escapó de mis labios, no pude detenerme, no pude controlarme, era traumático y doloroso.
-Sentí mucho miedo, -susurré sobre su mano, mi nariz se sintió fañosa-. Yo no quería hacerlo, no iba dejarte.
Harry se movió hasta quedar en la misma posición de antes, con su brazo debajo de mi cabeza, su cuerpo estirado a un lado del mío, su cabeza a la altura de la mía y su mano, repentinamente, empezó a acariciar la mía con sus dedos.
- ¿Por qué ibas a hacerlo, entonces? -Su voz dijo, ronca pero noté el deje molesto en su tono.
Apreté mis labios y sorbí mi nariz-: No iba a hacerlo. ¿Cómo puedes creer eso?
-No te creo.
Lo miré con ojos llenos de lágrimas, un poco indignada. Impresionada. Dolida.
-No iba a dejarte, -susurré sorbiendo mi nariz, haciendo a un lado el dolor repentino de cabeza que con cada sollozo se desprendía-. Estaba despidiéndome de J--
-El doctor dijo que ya te encontrabas estable, y que lo sea que tengas puede ser atendido, así que, puedes hacer de tu vida, o lo que quieras dentro de unos días, -susurró mirándome-. Puedes irte, o quedarte y pretender que no sientes nada por mí, no lo sé. Yo no seguiré sentado en una silla hasta que te decidas por mí.
Lo miré casi herida, y justo cuando creí que iba a besarme, solo colocó un par de mechones de cabello detrás de mí oreja izquierda. Su mirada se conectó con la mía, sus ojos lucían tristes aunque parecía encontrarse molesto.
Me soltó y se levantó de la cama, caminó hacia la mesita de noche a su lado y tomó una ampolleta, avisó que colocaría más sedantes para que el dolor no me afectara, la colocó y luego, fue al baño, como si nada sin verme a los ojos, sin decirme nada.
Mi corazón se hundió, mis ojos se llenaron de lágrimas. No pude parar de llorar. Se sentía como si quería echarme de su vida, y lo estaba haciendo fuerte y de una manera súbita.
¿Me estaba echando de su vida? No, yo no quería eso.
Pase la noche en vela, con la terrible idea de despertarlo y hablar pero no.
ESTÁS LEYENDO
Sky (ville) - HS
Fanfiction"Ella era la dueña, pero al final el que manda soy yo." portada hecha por mi ;) ----- Un amor, una mafia y un enemigo. MUCHO SMUT. - si lees y eres menor de 18 años, lees bajo tu propia responsabilidad. ¡Gracias por Leer! Contenido SEXUAL EXPLÍCI...