V E N T I N U E V E

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Desde que llegué anoche a casa nada volvió a ser igual.

No comí, no me duché, no hablé, me encerré en mi habitación me acosté en la cama con el vestido que había llevado anoche, John no evitó gritarme cuando llegué a casa, no le presté atención. Mi mente daba vueltas una y otra vez entorno a Harry, sus pómulos hundidos, sus ojeras, me preguntaba si olía igual, si sintió celos de verme con Rick. Huí, por supuesto que lo hice, pero una parte de mí, estaba saltando.

Por otro lado, sabía que su presencia iba a traer problemas. Sabía que debía dejar el país, que debía empezar a pensar en las maneras de desaparecer por completo del bajo mundo, algo que debí hacer desde hace tiempo, sin embargo, estuve lo suficientemente ocupada viviendo mi mundo de fantasías que simplemente lo olvidé. Olvidé lo que realmente era importante. Eran las ocho de la mañana, y yo, estaba sentada en la mesa del comedor de la casa, mirando hacia el balcón, pensando únicamente en él.

No lo había olvidado, Harry solo estaba dormido en mi subconsciente. De pronto, mis pensamientos fueron interrumpidos por John interfiriendo con mi vista al balcón, dejé caer mi bolígrafo sobre la mesa y me senté derecha, observándolo. Disimulando mi distracción.

- ¿Cómo te fue anoche? -me preguntó.

Me encogí de hombros, por supuesto que no le diría nada de Harry.

-Bien, -susurré.

John rodó los ojos y estampó su mano contra la mesa.

-Muy bien, no puedo. Yo no puedo mentir y fingir como tú, Skylar, honestamente, -dijo elevando su voz, empezando a discutir de nuevo-. Sé que lo viste, estuviste en su jodido territorio. Te seguí a la jodida fiesta, te vi coquetear con el idiota de Rick. ¿De verdad no sabías que es sobrino de Camilo? Es un adicto con rostro de niño bonito.

Lo miré sin moverme, sin sorprenderme en lo absoluto por lo que me acababa de decir. Suspiré, apoyando mi codo de la mesa, dejé mi cabeza en mi mano.

-John, tienes que entender, que no siento lo mismo por ti, -susurré cansada de discutir con él, en el momento en que mis palabras salieron, sus expresiones cayeron-. Sí, vi a Harry. Lo vi, ¿y?

- ¿¡Y!? -Él empezó a gritar, levantándose de la mesa-. ¿Y? ¿Sky? ¡¿Y?!

Apoyé mis codos de la mesa y coloqué mi cabeza en mis manos, sin poder soportarlo.

- ¡Skylar, Harry Styles viene por ti! ¡No sé qué planea! ¡Ni qué intenciones tiene pero sea lo que sea, no viene por nada bueno! -espetó fuertemente-. ¡Mientras tú vives tu mundo de fantasía, yo me rompo el jodido culo buscando a alguien que nos pueda sacar de Nueva York sanos y salvos a otro país! ¿Cómo crees que me siento? ¿Eh? ¿Crees que no me duele tu jodida indiferencia?

-Mierda, John, basta, -jadeé cansada.

Sacó algo de su pantalón y los lanzó sobre la mesa, con rabia. Observé los pasaportes. Pasaportes falsos que habíamos planeado conseguir para irnos de Nueva York, ni siquiera los abrí, tan solo elevé un poco la mirada, mirándolo a los ojos, observando su cuerpo jadear de la rabia, como vio que ni siquiera agradecí o emití palabra, bufó.

-Eres una jodida ingrata, -espetó, caminando hacia la puerta.

Azotó la misma y una vez en el inmenso silencio, yo resoplé. Cerré mis ojos por unos segundos, preguntándome en qué momento mi relación con él se había agravado tanto, últimamente, simplemente no dejábamos de gritarnos maldiciones.

Seguí estudiando, memorizando lo que iría en el examen de mañana, puse mi mayor esfuerzo pero cuando creí tomar mi concentración, mi teléfono empezó a vibrar sobre la mesa, rodé los ojos.

Sky (ville) - HSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora