T R E I N T A Y S I E T E

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-Yo, honestamente, -Daya dejó la taza de café en la mesa y negó con la cabeza-. Creo que debería irte. Aquí todos sabemos que Styles no es bueno para ti.

Marissa a su lado la miró con ojos bien abiertos, impresionada y confundida. John frunció su ceño llevando más pan a su boca con tranquilidad, me miró con discreción por unos segundos mientras masticaba con lentitud bocado. Marissa, estampó su taza contra el pequeño plato blanco frente a ella, sonó tan fuerte que llevé mis ojos a las personas alrededor del pequeño pero lujoso restaurante del hotel en el que John y yo, nos hospedabamos.

- ¿De qué mierdas estás hablando? -Marissa espetó con impresión, observando a su amiga con ojos extremamente disgustados-. ¿Ryan te consumió toda la materia gris o simplemente has perdido la maldita razón?

Daya la miró con ojos bien abiertos por breves, jugando con la servilleta en sus piernas, se encogió de hombros con suavidad y tragó saliva con suavidad, podía notar que buscaba palabras para justificarse. Todos en la mesa la mirábamos con ojos bien abiertos y bastante atención.

- ¿Por qué crees que no es bueno para mi? Acabo de explicarte de dónde venimos John y yo, conozco a Harry desde que tengo memoria y... Estoy enamorada, eso creo, -murmuré suavemente.

Daya negó con la cabeza bajo la mirada impactada de Marissa, quien ahora tenía sus labios perfectamente rojos entreabiertos y sus ojos demostrando la impresión. John la observaba con detalle, sabía por su mirada que notaba algo raro en las dos; hasta yo me daba cuenta de ello.

-Harry no es quién tú, crees que es, -Daya se encogió de hombros-. Yo creo que lo mejor es que te vayas. Podrías tener un futuro lindo en Jacksonville.

-Muy bien, detente. Estas actuando como una maldita perra en celo, -Marissa tomó su bolso y colocó una para de billetes sobre la mesa, estampando estos con fuerza-. ¡Sé muy bien lo que está pasando por tu enfermedad cabeza Daya!

La chica la desafió con sus ojos verdosos.

-Es la verdad, -Daya dijo suavemente-. ¡La amenazaron en su propio puesto de trabajo! ¡La mejor opción es que se vaya! ¡No quiero ver a mi mejor amiga muerta!

-Lo que está pasando por tu cabeza retorcida, -Marissa le dijo entre dientes-. ¡No pasará!

John y yo, siendo los primeros espectadores del confuso show, solo nos quedamos callados y mirando la situación con ojos bien abiertos. Marissa se levanto de la silla y me miró con ojos serios por unos largos segundos, antes de clavar sus uñas largae en el brazo de Daya y levantarla de la mesa con una fuerza poco humana; Daya ni siquiera dijo algo, solo, se levanto de la mesa apretando su mandíbula.

-Lo que paso aquel día en en baño, quedara bajo confidencialidad, Sky, pero debe asegurarte de que no frecuenten mi edificio. Eso... Es un peligro.

Asentí, descolocada ante el reciente evento.

-Hablaré con Harry. ¿Si puedes ayudar a John o-

-Claro que sí, por supuesto, -ella sonrió amplio-. Enviaré a un taxista amigo de mi padre, lo llevara a donde sea sin cobrar nada y con excelente seguridad. Me aseguraré de que John, tenga un buen futuro. Te lo mereces, querido.

John asintió con una gran sonrisa-: Muchas gracias, Mari.

Daya se soltó del agarre de Marissa y caminó hacia mí, enrollando sus brazos alrededor de mis hombros, la recibí con una media sonrisa pero un poco confundida también. Noté que Marissa se tensó y sus labios se hicieron una fina línea, la mirada cautelosa de John que parecía sospechar de las actitudes de Daya.

-Recuerda que Styles mata a sus zorras, -ella dijo en mi oído-. ¿Crees que quieras ser una de ellas?

Sentí un vacío en mi estomago y cuando estuve por preguntar cómo ella manejaba esa información, Marissa la tomó de un brazo y la alejaba de mi cuerpo de forma abrupta. Mi mirada paró en la de Daya por unos segundos, antes de que Marissa la arrastrara lejos de nosotros, clavando sus uñas en la piel de ella, noté que de camino a la salida discutían y una vez sola, llevé mi mirada a John.

Sky (ville) - HSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora