Creí que podía superarlo y olvidarlo, no era como que no sabía que él usaba prostitutas o que las frecuentaba, aquello no era secreto para nadie pero cada vez que lo besaba, sentía que tenía ganas de golpearlo, en su piel veía algo de Daya, observaba sus ojos verdes siempre, al pendiente de que no usara drogas. Me tuve que quedar en su casa dos semanas, dos semanas de las cuales parecíamos estar juntos pero al mismo tiempo, no. No hablamos del tema, nadie decía nada, en lo absoluto; dormíamos juntos pero cada quien dormía en su lado, sin tocarse, sin beso antes de dormir.
Ayer discutimos, me gritó. Yo le grité.
Le grité que deseaba pensar tranquila pero solo logré que dejara la casa toda la noche como él se fue, al día siguiente, yo tomé un guardia y deambulé por el Central Park todo el maldito día. Estaba enojada y frustrada, intentando acomodar todos mis pensamientos y preocupaciones para que no interfirieran con mi vida amorosa.
Pero mentalmente, estaba hecha un desastre.
Además de que perdí mi casa, el poco dinero que me quedaba, el único automóvil que tenía, mis documentos, la poca ropa que me quedaba; perdí a John, poco a poco me estaba dando cuenta de que la vida que tenía nunca iba a regresar.
Fue un golpe duro que procesar.
Harry, incluso, tuvo que comprarme algo de ropa, tuve que pedírselo y lo odié. Tuvo un lindo gesto al traerme cremas, perfumes y algunas cosas que no eran de primera necesidad, pero no me gustó.
No quería que sintiera que tiene poder sobre mí, quería ser jodidamente autosuficiente. De no ser porque no tenía ningún tipo de documento, ya hubiera salido a buscar trabajo pero no tenía a nadie, me sentía simplemente desolada. Y me dolió bastante.
- ¿Vas a comer? -Harry, frente a mí dijo, señalando mi plato de comida.
Yo no lo miré, solo me encogí de hombros, tomé el vaso de whisky y bebí de él.
- ¿Vas a dirigirme la palabra, maldita sea? -su voz sonó dura, tensa.
Lo miré y vi en sus ojos, la rabia junto con el dolor y la decepción.
-No tengo nada qué decir, Harry.
-Por amor de Dios, Skylar, -dijo con voz ahogada, gruñó.
Ladeé mi cabeza mirándolo, apoyé mi codo de la isla de granito y coloqué mi mano en la palma de esta, buscando palabras, al mismo tiempo, que lo miraba con detalle. Estaba enojado, estaba lleno de decepción y yo me sentía igual pero no sabía cómo hablar del tema.
- ¿Puedes, por amor de Dios, gritarme? -me miró casi suplicante-. ¿Puedes gritarme? ¿Puedes levantarte e insultarme? Si eso es lo que quieres, hazlo, pero dime algo.
Empujó sus platos vacíos hacia el lavaplatos en la isla y yo salté en mi lugar ante el impacto de estos, me senté derecha mirándolo con ceño fruncido, notando que sus ojos se tornaban amargos, sus acciones me demostraban lo furioso que estaba.
No dije nada, solo lo miré.
- ¡Dime algo, maldita sea! -Su voz sonó tan ronca y tan jodidamente fuerte que me asusté-. ¡Si tienes preguntas en tu cabeza y mierdas de las que siempre piensas, dímelo porque me estoy cansando de darte tu puto espacio!
Me sentí pequeña, observando como sus ojos casi me hacían añicos, mi corazón se encogió y un nudo se hizo en mi pecho. Hubo un momento de silencio, en el que solo nos miramos a los ojos. Noté que su respiración se aceleró, y sus manos se hicieron puños.
-Yo no te pedí espacio, -susurré ahogada en temor.
Y mi respuesta provocó que sus ojos se llenaran de impresión, que en pocos segundos, se tornó en incredulidad, sus labios se separaron, los orificios de su nariz se expandieron.
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Sky (ville) - HS
Fanfiction"Ella era la dueña, pero al final el que manda soy yo." portada hecha por mi ;) ----- Un amor, una mafia y un enemigo. MUCHO SMUT. - si lees y eres menor de 18 años, lees bajo tu propia responsabilidad. ¡Gracias por Leer! Contenido SEXUAL EXPLÍCI...