O C H O

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    Me miré frente al espejo con una sonrisa, coloqué la última prenda de oro que tenía sobre mi cuello, acaricié mi pecho hasta llegar al escote moderado que me había colocado.

   También me había puesto un sostén que permitiera lucir el escote a un mas bonito. Apliqué más perfume para terminar.

   — ¡Sal de allí, Skylar Wilde, vamos a ir a esa fiesta! —Sean dijo detrás de la puerta del baño, así tocándola con fuerza—. ¡No actúes como una niña!

  Sonreí escuchándolo rabioso.

   Tomé una respiración fuerte.

    —No quiero ir, —seguí mintiendo—. Dile a Padrote que gracias.

    Hubo silencio por unos segundos hasta que Kyle apareció.

    —Vamos, Sky, irás con nosotros. No pasará nada, mantente cerca de Sean y todo estará perfecto, —la voz de mi hermano intentó persuadirme pero no me inmuté.

  Iba a ir con Harry, sí o sí.

   Me apoyé del lavamanos de nuevo, acomodando mi cabello lacio detrás de mis hombros, diciéndome mentalmente que esta noche vencería mis miedos.

    Me convencí muchísimo más en ese momento de que necesitaba darle la batalla a las personas que me hacían daño. Padrote y Sean, eran los principales objetivos.

   —Déjala, Kyle, no pierdas tú jodido tiempo con ella, —Fiona gruñó y aunque no la veía puedo estar segura de que rodaba sus ojos—. Eres patética, Sky.

   Rodé los ojos en el momento en que escuché su voz.  Qué igualada era Fiona.

  —Como sea, —les dije—. Ya váyanse. No sigan que no saldré del baño.

   —Sky--

   — ¡Que no iré! —exclamé—. ¡No, iré!

    Caminé hacia el inodoro de mi gran baño hasta llegar a la taza del mismo, donde se encontraba mi teléfono con un mensaje de Harry en la pantalla de inicio: "¿Voy por ti?" decía el mensaje.

    —Como quieras, Sky, —Kyle dijo con suavidad.

Minutos de silencios invadieron y por las sombras bajo la puerta pude notar que se movían hacia la salida, así poco a poco dejando la habitación.Sin embargo, persistió una, la que sabía que estaba allí desde el principio.

    Sean.

   No me moví; me quedé estática donde me encontraba cruzada de brazos y mirando directo hacia la puerta, bajo esta, entre la pequeña ranura del el suelo y la madera donde podía ver la sombra de su cuerpo.

  Podría jurar que Sean se encontraba igual que yo, esperando algún sonido o movimiento en falso para tomarme por sorpresa

   —Sky, —minutos después, su voz dijo tocando de nuevo la puerta pero con más delicadeza.

  —Vete, —rápidamente contesté—. Quiero que te vayas.

   —Vendré a dormir contigo por la noche, —dijo suave pero al mismo tiempo firme—. Quiero quedarme contigo hoy.

  —Está bien, —murmuré de regreso, simplemente para seguir la corriente.

—Ponte ropa interior linda, —insistió—. Tienes un conjunto negro en tu gabinete. Lo dejaré sobre la cama.

   Apreté mi mandíbula disgustada y cerré mis ojos por unos segundos.

   —Okay, —mi voz sonó ahogada pero de la furia.

Sky (ville) - HSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora