T R E I N T A Y D O S

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- ¡No es la mejor opción! ¡Así que, no me pidas que esté de acuerdo con algo que simplemente no me agrada, Sky! -John me gritó a la bocina del teléfono.

Sin poder lidiar con el estrés solo cerré mis ojos, llorando, apoyé mi codo de la mesa con mi sien en la palma de mi mano. Movía mi pie de arriba abajo, rítmicamente, ansiosa de tener que lidiar con él de esta manera.

- ¡Si te matan en la calle, quiero que sepas que no molestaré en ir a tu puto funeral! ¡Te voy a rendir homenaje desde el puto Jacksonville! ¡Vas a la universidad porque sabes que está cerca! ¡Porque lo deseas, lo puedo ver! -él siguió gritando-. ¿Crees que no sé que tuvieron un apasionado en centro hace tres días? ¿Crees que no me doy cuenta de lo pensativa que siempre te encuentras, Sky? ¡No soy imbécil! ¡Sé lo que buscas, lo sé!

-Oh, por amor de Dios, -susurré para mí misma y luego, estallé, gritando al teléfono-. ¿¡Y cuál es el maldito problema si lo busco!? Con tus acciones solo me provocas alejarme de ti, no tengo ganas ni siquiera se hablarte porque no puedes hacerlo sin gritarme.

-Te van a matar, Skylar Wilde, te vas a morir por seguir con tus jodidos caprichos.

-Vete al demonio, John. Vengo a esta universidad porque quiero, porque quiero aprender.

- ¿De qué demonios te servirá eso, Sky? ¡Es que no lo entiendo!

- ¡Al menos hice algo que me apasiona! -exclamé-. ¡Al menos invertí mi tiempo bien!

Hubo un momento de silencio, y entonces, él dijo:

-Vete al demonios, Sky.

John cortó la llamada y yo apreté mis labios, soltando el teléfono sobre mis cuadernos, llevando mis manos a mis mejillas, limpiando mis patéticas lágrimas. Tomé una respiración fuerte, y lo solté, buscando calma en medio de mi torbellino de emociones.

Era exasperante no dejar de discutir con él, una y otra vez, por muchos temas, al final por nada. Igualmente nos íbamos a ir de aquí, de todas formas, ya había tomado una decisión que lo involucraba de lleno a él, no como mi pareja pero si como un buen amigo. No sentía que fuera mi mejor decisión, pero debía hacerlo si quería sobrevivir.

Habían pasado solo tres días, tres simples días desde que toqué nuevamente sus labios, no había parado de pensar en él, en todo lo que vivimos en Skyville, en sus palabras, sus acciones. Sin embargo, su reciente beso, era el que más me tenía embelesada, y por cada segundo del recuerdo, más me convencía de que lo necesita, incluso con John alrededor, mi mente daba vueltas, una y otra vez en él, sus manos, su delgadez, sus labios. Fantaseaba alrededor de él.

Quisiera cuidarlo, asegurarme de que coma, verlo sonriente. Yo quería eso.

Mi teléfono timbró, y bajé la mirada.

"Quiero verte, pasaré por ti, a las dos" - Harry.

Cerré mis ojos dejando el teléfono y miré el campus abierto, era viernes por la mañana, poblado con personas caminando de lado a lado, chicas sonriendo, chicos besándose con algunas de ellas. Apreté mi mandíbula y cerré mis ojos, con la idea viva en la cabeza de verlo, solo por hoy.

"Vas a irte de Nueva York, no lo hagas de nuevo, Sky, no lo hagas", Una vocecilla hablaba en mi cabeza pero me picaban las manos por verlo, tocarlo, sentir su aroma, quería verlo fumando un cigarrillo, quería verlo consumir su usual whisky.

Lo deseaba, desde que me besó, los labios me picaban por volver a besarlo, mi cuerpo se erizaba cuando recordaba sus manos alrededor de mí. Había llegado a fantasear sexualmente con él, no sé cuántas veces me toqué pensando en las cosas que solo él me hacía sentir. Era como si hubiera marcado mi puto cuerpo. Como si lo hubiera proclamado como suya, era excitante y estresante el mismo tiempo.

Sky (ville) - HSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora