Sky (ville) - HS

C U A R E N T A Y U N O

Sabía que habían pasado días. 

La primera vez que abrí los ojos después de lo ocurrido, vi a un mar de personas a mi alrededor.

Vi personas moverse de lado a lado, sin embargo, la que quería a mi lado no la encontraba; de repente, me vi llorando, los recuerdos me sucumbieron.

Una mano limpió mis mejillas y al mover levemente mi cabeza, me encontré con sus ojos verdes.

Mi visión borrosa a penas me permitió detallarlo pero estaba allí y con ello me tranquilicé, cerré mis ojos de nuevo, tomé una respiración fuerte que dolió en el área lateral de mi torso, luego, caí en un nuevo sueño profundo, no volví a saber más de mí.

Cada vez que cerraba los ojos sentía que lo hacía por días, y cada vez que me encontraba consiente, alguien se apresuraba a sedarme de nuevo.

No podía objetar nada, podía escuchar como Harry decía que me mantuvieran así, hasta que el dolor ya no fuera algo agresivo para mí; no lo entendía, quizá era porque no quería verme sufrir o las lesiones que tenía no eran para nada buenas. 

Una parte de mí agradecía no estar consiente, sabía que iba a sumirme en un luto que sacaría lo peor de Harry.

Cada vez que caía en un sueño profundo sentía a John mirarme a los ojos, quería creer que era mi mente, pasando por una especie de estrés post-traumático luego de verlo ser crudamente descabezado; pero de verdad sentía que estaba a mí alrededor. Como si su alma me estuviera protegiendo de alguna manera o solo era su alma vagando.

No sabía qué hora la mayoría del tiempo, si era de día no podía identificarlo rápidamente, si era de noche, apenas podía abrir los ojos, la luz de la lámpara del lugar donde estaba me cegaba; por supuesto que aquello solo ocurría segundos antes de ser nuevamente sedada. 

Podía sentir a las personas que Harry había arrastrado a su mafia.

El doctor y su esposa, a veces sentía al hijo de aquellas dos personas llorar, que el mismo que lloraba el día que había llegado a ése lugar. 

Hoy, pude abrir mis ojos poco a poco y como todo estaba oscuro, no tuve problemas en acostumbrarme a la luz, un televisor sonada a volumen bajo, cerré los ojos por el dolor que se asomó en mi cuerpo y levanté mi cabeza, así encontrándome con mi cuerpo arropado hasta mi cintura alta.

Solo usaba la misma ropa interior blanca que me coloqué el domingo, y había una venda alrededor de mi torso alto. Intenté moverme pero dolió. 

Mis brazos pesaban pero pude elevarlos al aire, noté las pequeñas pintas moradas alrededor de ellos, los flashes de cómo me tomó mi hermano y sus guardias vinieron a la cabeza; sus dedos quedaron marcados en mi piel, no imaginaba como estaría mi rostro. 

Mi cabeza dolía, y tuve que apoyarla nuevamente en la almohada, un dolor punzante del lado derecho de mi cuerpo me inmovilizó, así que, procuré no hacerlo más.

Moví mi cabeza hacia mi izquierda y de inmediato, me encontré con su cuerpo, acostado a mi lado, su frente estaba apoyada en mi hombro, mientras abrazaba una almohada, podía escuchar sus leves ronquidos. 

Mi boca estaba seca, tenía sed y mi estómago pidió comida pero ni si quiera me inmute, me le quedé mirando, fruncí mi ceño al recordar que él tenía un sueño bastante ligero.

Me moví mis brazos pero no él no despertó.

Quizá solo está cansado, así que, admirándolo, casi feliz de encontrarme a su lado, llevé mi mano hacia su mejilla, acaricié con mis uñas su mandíbula, se movió un poco pero no despertó, seguí acariciando y entonces, movió su cabeza hacia arriba pero aún sobre mi hombro.