C I N C U E N T A

425 33 5
                                    

—Hey, alma suicida, toma.

Benjamín me entregó mi bolso con mis pertenencias cuando nos encontramos en el pasillo del departamento donde vivíamos. Salí de ascensor ignorándolo lo mejor que podía pero lo cierto era que me sentía mal, me sentía un estúpida llorando y hasta cierto punto me sentía humillada. Yo no supe reaccionar de otra manera, simplemente, me quedé impresionada con la reacción de Harry.

Caminé desganada hacia la casa sabiendo que dentro iba a tener la discusión de mi vida con él, iba a ser peor que la que tuvimos luego de encontrarlo con esas prostitutas en el hotel, casi nos podía imaginar insultándonos y gritándonos; estaba segura de que sería inevitable una discusión de primera mano.

Al pie del portal de la casa, me encontré con varios guardias dentro, en movimiento siempre, sacan, metían y ordenaban en cajas múltiples cosas de Harry, noté a varios guardias doblar ropa de Harry y mía dentro de un par de maletas y Jeremiah, al fondo de la cocina metía en una caja mis joyas, me miró con desaprobación antes de seguir con su trabajo.

Me quedé paralizada mirando el lugar parada al pie de la puerta.

En el comedor de la cocina divisé a Harry tomando ron puro y con un cigarrillo entre sus dedos, caminaba de lado a lado dando órdenes, hablando con varias personas por teléfono. Fue inevitable pensar: ¿Mi conversación con Kyle habrá causado un "efecto mariposa"? Es decir, todo estaba de maravilla estaba mañana, ¿qué demonios pasó?

Caminé dentro de la casa y con la valentía que sabía que no tenía me paré frente a él, dejando mi bolso sobre la mesa de cristal.

—De acuerdo, Ryan, pero rápido, no tengo jodido tiempo, —luego colgó, lanzó el teléfono sobre la mesa y me miró con ojos serios.

No se notaba tan tenso como hace minutos pero lucía enojado, sus expresiones, la postura de su cuerpo, cómo apretaba su mandíbula y sus ojos que me miraban con rabia, casi me decía con ellos que quería arrancarme la cabeza y colocarla en su lugar de nuevo; yo no dije nada, solo jugué con los papeles que me había dejado Kyle que aún se encontraban doblados en mis manos, así esperando a que esta pesadilla empezara y acabara rápido.

Yo no iba a quedarme callada, sabía que él me ha estado escondiendo cosas y estaba muy enojada con él y conmigo misma porque hasta ahora, yo me enteraba que me estaba mintiendo. ¿Qué tan bien puede mentir como para ignorar algo tan importante

¿Cómo no me di cuenta? ¿Cómo ha podido ocultarlo tan bien?

— ¿Piensas decirme qué mierda se te pasó por la cabeza exponerte así? ¿Vas a explicarme en qué mierda pensabas? —dijo enojado.

Sobre la mesa se encontraba la carta que esta mañana había encontrado, la cual tenía la foto de mi padre dentro. Estiré mi brazo y tomé la pequeña fotografía así doblándola con el resto de los papeles que Kyle había dejado en mis manos.

No iba a tomar una postura débil aunque me sintiera mal, sabía y reconocía que si dejaba pasar esta mierda, iba a pasar más de un vez.

—Solo si tú también empiezas a ser sincero conmigo, —susurré mirando la mesa con voz ronca y pausada—. Empieza a hablar con la verdad y yo hablaré con toda tranquilidad, qué me llevó a tomar esa decisión.

Harry no se inmutó, me miró con sus ojos cargados de rabia, pareció analizar mi actitud con demasiado detalle. 

Noté que el cigarrillo en su mano se consumía y las venas de su cuello empezaban a apretarse, como si estuviera conteniendo toda la rabia dentro de él. Finalmente, desvió su mirada de la mía, tomó una respiración fuerte y negó con la cabeza.

Sky (ville) - HSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora