Días después.
Las fiestas no eran lo mío tampoco asistir a bares de alta elegancia, pero ya que finalmente me deshice de mi madre, estaba segura de que Paolo y Camilo, con Styles nos quitarían del camino a Padrote y yo, podría retomar una vida tranquila. Lo cual ameritaba un trago por celebración.
Me encontraba sentada sola en la barra, observando la foto en el teléfono de John, acaricié la pantalla con suavidad haciendo una mueca de desagrado. Se trataba de mi auto, un Lanborghini de color negro, con sus vidrios y el capó destrozados, y con las letras gigantes, en color rojo escrito sobre el parabrisas:
“Te estamos observando”.
No era la primera, ni sería la última amenaza.
No se habían detenido desde que mi madre murió, y me enfermaba que Kyle no hiciera nada al respecto; él decía que quien sea que haya sido, no debía preocuparme, que él se encargaría después. Sin embargo, nunca hacía nada al respecto, parecía no interesarle.
Yo me encontraba preocupada.
— ¿No le parece que es un poco inquietante? —Carson, un hombre alto y de unos cuarenta y tantos años dijo tras la barra, me miró con sus cejas tupida fruncidas luego de dejar mi nueva copa de rosé—. ¿Qué dice Sean al respecto?
Rodé los ojos y le entregué nuevamente el teléfono a John, quién a mi lado solo me observaba sin decir mucho.
Tomé de la copa ladeando mi cabeza hacia Sean hablando con un par de personas.
—Aparte de asegurarme como si fuera mí jodido héroe que con él nada me pasará, no ha movido ni un dedo, —me encogí de hombros—. Ni a Kyle, ni a él le interesa realmente lo que pasa y empieza a molestar, honestamente.
John, relamió sus labios y se acercó a mí con cautela.
— ¿Quiere que hable con algunos pandilleros? Ya sabe, para mantener a todos alerta, —dijo el con voz baja, metiendo su boca una papa frita de la mesa.
Asentí.
—Sí, siguen hablaré con Paolo, —murmuré con suavidad.
John hizo una mueca en desacuerdo para asintió.
— ¿Sean no ha hablado contigo al respecto?
Carson desvió su mirada y bebió de un shot de ron haciendo una mueca, al mismo tiempo en que negaba con la cabeza. Supe en sus acciones que no decía la verdad; a donde quiera que yo fuera, Sean se encontraba conmigo y como Carson era su escolta personal, siempre estábamos juntos.
De hecho, lo consideraba un buen amigo.
Un amigo que había llegado a conocer lo suficientemente bien como para saber cuándo miente y cuándo no. Bebí de mi copa y miré de reojo a John, notando en su rostro el destello de incredulidad.
Los dos sabíamos que estaba mintiendo.
Tomé un papa frita de la mesa, mastiqué con suavidad sin decir nada, y entonces, escuché la campanilla de la entrada del bar sonar a lo lejos de forma sutil. No presté atención a quién podría ser, aunque el bar estuviera reservado solo para la mafia de Skyville; pero, al notar la mirada de Carson y de John sobre aquella persona, me venció la curiosidad.
Miré sobre mi hombro hacia la puerta, así encontrándome con el prominente cuerpo de Harry moverse con gracia dentro del lujoso bar, estrechando manos a mafiosos conocidos y sonriendo con elegancia.
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Sky (ville) - HS
Fanfiction"Ella era la dueña, pero al final el que manda soy yo." portada hecha por mi ;) ----- Un amor, una mafia y un enemigo. MUCHO SMUT. - si lees y eres menor de 18 años, lees bajo tu propia responsabilidad. ¡Gracias por Leer! Contenido SEXUAL EXPLÍCI...