Little Wishes

Prólogo

Una tarde de invierno, la brisa resopla y eleva las suaves telas que adornan el lugar en el cual se llevara a cabo la ceremonia.

Las sillas están perfectamente arregladas y adornadas con telas color rosa pastel, su favorito.

El camino por donde iba a pasar la novia estaba lleno de pétalos de rosas blancas, esa había sido idea de su mejor amiga.

En la esquina derecha estaban ubicados los músicos, quienes empezaron a tocar una suave marcha nupcial.

Entraron sus dos sobrinos. Lucía llevaba una canastilla llena de pétalos rojos, le daba un contraste al camino por donde ella iba a pasar. Alex traía los anillos en una almohadilla.

Levante un poco más la mirada y ahí entraba ella. Hermosa como siempre, parecía un ángel. Usaba un vestido sencillo pero que la hacía lucir perfecta.

Recordé cuando con conocimos.

—Devuélveme el balón— una chica con coleta me reclamaba.

—¿Qué? ¿Para que vayas por ahí lastimando a los demás? Eres dueña de una muy mala puntería— la cual había hecho que mi frente quedara roja.

—No tengo mala puntería, solo me desconcentre y fue un accidente.— era muy hermosa y su cara estaba completamente roja, lo cual la hacía lucir tierna.

—Pues el accidente te va a costar el balón, a menos que me des algo.

—Patán.

Me reí por su comentario, necesitaba su nombre y también su número.

Alguien la llamó.

—Te tienes que ir Karol.

Me arrebató el balón de las manos y se fue.

Esperaba volvérmela a encontrar...

Y claro que lo hice.

Su padre mantiene su postura seria. Le ayuda a subir el pequeño escalón. El juez estaba listo para empezar.

Yo no podía quitarle los ojos de encima.

Recordé su confesión.

—¿Me quieres decir por qué estás tan alejada de mí?— la tomo del brazo, deteniéndola, justo en la fuente donde nos vimos por primera vez.

Esta última semana se había estado comportando diferente a lo de siempre.

—Y hasta ahora lo notas...Claro, estás tan ocupado con tu Fiorella.

Agustín me había dicho que talvez estaba celosa. Y comenzaba a pensar que sí. Yo ya había sentido eso. Ahí me había dado cuenta que había caído por ella.

—Ella no tiene nada que ver aquí. No sé por qué la mencionas.

—Claro, sigue defendiendo a tu amiguita.— se cruza de brazos. Adopta esa pose que en lugar de hacerla ver enojada la hacer ver jodidamente tierna.

—No me digas que estas celosa de Fiorella.

Se voltea viéndome con esos ojos verdes que me vuelven loco. Había llegado a su límite y echaba llamas de enojo.

—Pues si te lo digo. Porque me doy cuenta que eres tan imbécil como para ver que estoy enamorada de ti.

Su confesión me costó un golpe en el estómago. Pero un alivio en el corazón.

No caía en cuenta que ahora la estaba viendo en el altar con sus amigas como damas de honor. Recordé que me dijo que nuestra casa tenía que tener una fuente de agua. Ella deseaba tener la suya propia donde tiraría monedas para que se cumplan sus deseos. Siempre la molestaba por eso. Pero claro que se lo iba cumplir. Algún día lo haría.

Mis ojos se empañan y la primera lágrima cae. La sonrisa que ella tenía no llegaba a sus ojos. Nuestra última conversación le había afectado.

No había sido el único.

Mi corazón estaba quebrándose. Mi mejor amigo palmea mi espalda y me susurra un tranquilo, pero yo no podía estarlo, porque la persona que le estaba agarrando la mano y quien iba a tener la dicha de llamarle esposa no era yo...

¿Cómo había llegado nuestra historia a ese punto?

Ese en el que yo era uno más de los invitados a la boda del amor de mi vida.

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Hola chiquistrikis, no pensé que iba a subir esta novela :")

Así que lo hago ahora antes de que me ahueve.

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Fecha de inicio: 5 de Diciembre