42. Talvez sea Amber

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Cuatro meses después

Ruggero

Karol aplica perfume sobre el dorso de sus manos para esparcirlo por su pecho, también deja un poco detrás de sus orejas y con una gran sonrisa da media vuelta enseñándome todo su atuendo.

Se ve hermosa, como siempre.

Lleva un vestido color verde hasta la rodilla, de una sola manga. Su cabello recogido en un elegante moño y unos tacones que la hacen ver alta pero sigue llegando a la altura de mi barbilla.

—Estoy lista.

Da una vuelta para demostrarlo y me regala una de esas sonrisas que me hacen suspirar.

—Vamos.

Le ofrezco mi brazo y cuando lo toma aprovecho para dejar un corto beso en sus labios.

Ese color rojo me está matando.

Saco el auto de la cochera y abro la puerta para ella.

Sé que está emocionada y que no deje de hablar de lo que representa esta noche para ella es lo que la deja en evidencia.

Hoy en la casa de modas en donde trabaja, presentarían la colección de otoño y cuatro de los diseños eran de ella. Hoy Karol sería presentada como la nueva diseñadora oficial de la gran Emily Rossi.

Esto era un gran paso para ella pues empezaría a ser la encargada de algunas colecciones que Emily dejara a su cargo y el reconocimiento ayudaría a que su carrera despegara.

Estábamos en el mejor momento de nuestras vidas.

Solo un mes duramos recorriendo parte de Europa, mi parte favorita fue cuando enserio fuimos a Paris. Y verla tan feliz sosteniendo su paraguas y siendo arrastrado para que bajo la lluvia veamos la torre Eiffel fue digno de una de esas películas románticas. Otros lugares que visitamos fueron; España, Suiza y terminamos en Reino Unido. Conoció parte de lo que viví allí. A algunos de mis amigos y hasta a mi antiguo entrenador, incluso a Olivia. Ese día se sintió tonta, según sus palabras no las mías, porque en un determinado momento estuvo celosa de la chica inglesa.

Todo quedó en claro y con eso me basta.

Cuando bajamos del auto, hay muchos fotógrafos esperando a los invitados más importantes. Karol se aleja de mí cuando Emily la intercepta en la entrada.

Mi esposa tiene una gran sonrisa y está de lo más feliz por toda la atención que recibe y aun así me busca con la mirada para señalarme que entre. Lo hago de inmediato para que no tenga su cabeza preocupada en mí y solo se concentre en ella.

El lugar es precioso.

Luces brillando, algunas telas que están adornando la pasarela que han montado. Hasta los camareros luces pulcros con sus trajes negros y sirven burbujeantes compas de champán.

Siento que alguien jala de mi mano y cuando volteo para buscar quien es, son unos labios que me atrapan.

—Ya es hora, te veo después.

Karol no me da tiempo a nada cuando vuelve a tomar el brazo de Emily y se va.

Siempre es así, cuando me besa de sorpresa me deja atontado.

Las luces bajan un poco la intensidad y una primera chica con un traje gris sale a la vista.

Yo no entiendo de moda y arte, a mí solo pregúntenme cuál está más lindo y se los digo.

Por ejemplo, el que me parece más precioso es el que luce la hermosa ojiverde que sale al final de la pasarela.

Sí, estoy hablando de mi esposa.

Little WishesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora