7: Ya deja de ser ridícula.

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Karol

Nunca me ha gustado el fútbol, o creo que es porque no lo sé jugar.

En mi antiguo colegio sí que lo practicaban, pero no asistía a sus juegos.

A Esteban tampoco le gustaba, así que si había juegos en la institución, nosotros no asistíamos.

Pero verlos jugar a ellos y escuchar la emoción de los demás sí que me gusta. Corren de un lado a otro detrás del balón, y hacen esos pases que en mi vida podría hacer.

—¡¿Pero qué te pasa?! ¡Eso es falta!

Valentina podría dejarte sorda con mucha facilidad.

Vemos como Agustín está en el suelo agarrando su pantorrilla.

—Ese estúpido me va a escuchar cuando salga.

Habla como una madre enojada porque tocaron a su hijo. Esta por bajar cuando ve que "su amigo" se levanta y el árbitro levanta tarjeta amarilla en contra de un miembro del otro equipo.

Ruggero palmea la espalda de Agus y hace una seña con sus manos a Jorge.

Veo como no le presta mucha atención a Pierre.

Quiere ser el único protagonista.

Los minutos pasan rápido cuando al estar a segundos de finalizar el primer tiempo el otro equipo anota el primer gol del partido.

El ánimo se ve decaído en mis compañeros pero siguen alentando.

El silbato suena y los jugadores van a su respectiva banca.

Valentina me vuelve a tomar del brazo y a escabullirse mientras los demás van a comprar algo a la cafetería para cuando inicie el otro tiempo.

—¡Deben dejar sus problemas fuera de la cancha!

El grito del entrenador me estremece cuando se dirige a los chicos y ellos solo quedan mirando a los dos que están en el centro.

Aun se puede notar el labio lastimado de Ruggero y el leve moretón en la mejilla de Pierre.

—No pueden perder esto. Problemas afuera. Aquí vienen a jugar.

Se saca su característica gorra y se aleja mientras bebe agua.

—Tiene que existir comunicación, carajo.

—Vamos a perder.— Alexander revuelve su cabello mientras recibe una botella de parte de Luca.

—Aquí nadie va a perder, excepto ellos.— Ruggero se levanta y camina hasta quedar al frente de todos.—Christian, seguirás en la defensa junto a Luca, Agus y Jorge.

Los chicos mencionados asienten.—Julio, Marco, Sebastián irán de volantes y les hará compañía Pierre.

—Yo soy un buen delantero.— se mete el francés en la explicación.

—Me sirves mejor como volante así que respeta lo que digo.

Ni siquiera lo miró.

Es claro que él junto a Alexander serán los delanteros.

Nadie refuta las ideas de Ruggero y eso deja en evidencia que confían en las estrategias que tiene en mente.

—¿Cambiaremos en algún momento?

—Correcto pequeño.— le sonríe a Julio.—Mantendremos posiciones pero nos apoyaremos entre sí, los pases serán engañosos para ellos. Ya todos conocen mi señal.

La sonrisa es evidente en todos. Solo Dubois no está del todo contento hasta que me ve y una sonrisa se dibuja en su rostro. Se acerca a mí y me sorprende cuando agarra mi cintura y deja un beso en mi mejilla.

Little WishesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora