45. Sin retorno

195 29 13
                                    

Ruggero

La brisa fría hace que levante la mirada. Ha pasado tanto tiempo pero el ambiente sigue siendo el mismo.

Cierro los ojos y el recuerdo de ella corriendo y escondiéndose detrás del cerezo hace que una sonrisa triste se forme en mis labios.

Tres años no han sido suficientes para quitarme su recuerdo de la cabeza.

Su voz aún está presente en mi memoria, al igual que su sonrisa y mirada.

Karol era mi vida, lo sigue siendo aunque ya no esté.

Lo único que me queda de ella es Amber y es una copia exacta.

Cuando recibí la noticia de que ella había abandonado este mundo, a mí y a nuestra hija, todo se me vino abajo.

El dolor hizo que perdiera la conciencia. No quería ver a nadie que no sea ella.

No podía creer que enserio no la iba a volver a ver, que su "a ver si me atrapas" iba a ser lo último que escuchara.

La busqué por todos lados pensando que era mentira, hasta que me sentaron en la sala de la que una vez había sido nuestra casa y me enseñaron los resultados de que efectivamente ella había muerto.

Mi llanto fue irreparable, el único consuelo que tenía era entrar a la habitación de Amber y ver sus ojitos verdes, esos que había heredado de su madre.

Solo lo soporté una semana, los demás días la pasaba llorando y si seguía viendo a mi hija, el dolor se intensificaba. Así que me alejé.

Entre en depresión, la veía en mis sueños.

Los meses pasaron así.

Todos acercándose y diciéndome que tenía que salir adelante por mi bebé. Decirlo era una cosa, intentarlo era sufrimiento puro.

Constantes pesadillas, que terminaban con nuestro último recuerdo, me acechaban.

Hubo uno en particular.

Estaba en nuestro lugar seguro, las flores del cerezo esparcidas por el suelo hacían contraste con el pasto verde.

De repente una lágrima cayó por mi mejilla y no la sequé.

Me di cuenta que tenía una foto en mis manos, era la que había tomado en el tejado de mi casa, justo cuando la intentaba consolarla porque había terminado su relación cuando en realidad estaba muy feliz por eso. Ver su sonrisa hizo que otra lágrima cayera pero a diferencia de la primera, alguien la limpió.

Ese toque...mi cabeza se levantó como un resorte y ahí estaba ella.

Tocando mi mejilla con suma delicadeza.

Un suspiro brotó de mis labios pero no me podía mover.

—Tienes que ser fuerte, mi amor, hazlo por Amber, ella necesita a su papá.

No volví a tener ningún sueño parecido.

Un año había durado esa etapa. Busque ayuda profesional y cuando me encerré en el cuarto de mi hija le pedí perdón por mi ausencia, claro que ella no entendía nada y el jalar de mis rulos era su manera de aceptar mis disculpas.

Al mismo tiempo, visité el lugar donde reposaban las cenizas de mi difunta esposa.

Me mudé y decidí empezar desde cero por Amber.

Ahora ella ya tenía tres años y el día de ayer había dicho

"Quielo visital a mami"

El pecho se me oprimió y decidí que era justo que desde pequeña supiera donde está su mamá, por muy difícil que sea e igual no la abandonaría en el proceso.

Así que respiro fuerte y salgo del lugar en donde habíamos compartido tantas cosas, en dónde le pedí que fuera mi esposa.

Busco con la mirada en el parque cercano a mi hija, ya que la dejé un momento con mamá. La tomo de la mano y ella se acerca para darme un corto abrazo.

Camino con Amber hasta el Panteón y busco el nombre de su mamá en la lápida.

La cargo y abrazo antes de empezar con uno de los momentos más difíciles de mi vida.

—Bebé.— ella alza su cabecita y posa su mirada en mí.—Mami descansa aquí.—acaricio las letras de su nombre.

—Mami.

Pone su manito junto a la mía y juro que jamás se me había estrujado tanto el corazón, no desde que recibí aquella llamada.

Mi hija no dice nada más y se abraza con fuerza a mi pecho.

Salimos de ahí y mientras caminamos voy pensando en lo difícil que fue, es y será todo sin ella.

En el pasado nos habíamos separado y yo no cumplí algunas de las cosas que me había pedido.

Nos volvimos a unir y cuando estábamos en nuestro mejor momento y a punto de cumplir todo lo que alguna vez nos prometimos el destino se encargaba de alejarnos nuevamente y esta vez sin un retorno.

Esta vez con un "Hasta pronto" que dolía.

—●—●—
De consuelo, más tarde hay un lindo capítulo en "Solamente tú"

Un beso en las nachas.—Dayi_2

Little WishesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora