Capítulo 25 "El elevador"

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Los buenos días de Lucas vinieron acompañados de cortinas abiertas y rayos de sol cocinándome el rostro.

—¡¿Qué haces, hombre?! Cierra las cortinas que quiero dormir.

—De eso ni hablar-me quitó las sábanas de un tirón—. Ya es tarde, no puedes seguir durmiendo.

—Sí puedo, pero no me dejas-coloqué una almohada en mi cara.

Resopló.

—Eres una perezosa. Ven aquí.—Me cargó en sus brazos—Vas a ver que con un buen baño se te quita el sueño.

Lucas me llevó cargada hasta la bañera. Ya estaba lista para usarse y con espuma hasta arriba. Me dejó en el suelo y, lentamente me fue quitando las prenda que traía puestas. Yo hice lo mismo con él, lo dejé como Dios lo trajo al mundo. Rodee su cuello con mis brazos, nos acercamos y nos besamos. Entramos luego al agua, con cuidado de no resbalarnos y de tampoco salpicar demasiada sobre el piso. El momento fue increíble, sensual y romántico. Él, yo, cubiertos de blanca espuma con aroma a cerezas, limpiándonos la piel, besándonos sin control ni censura.

Luego de media hora salimos del baño enrollados de pies a cabeza con toallas blancas. Abrí el clóset para elegir un bikini, unos shorts y una playera azul marino con pequeñas flores amarillas. Lucas se vestió después que yo porque él ocupa mucho tiempo de su vida en acomodarse el cabello.

Teníamos mucha hambre así que decidimos ir a prisa hacia el restaurante bufete para almorzar. Sí, era la una de la tarde.

Salimos de nuestra habitación, caminamos por el pasillo en dirección a las puertas del ascensor. Cuando las puertas se abrieron Lucas me dejó pasar de primera como todo un caballero. Entró y se puso de pie junto a mí después de presionar el botón del primer piso. El elevador comenzó a descender.

—¿Sabías que estas cosas tienen un mecanismo de seguridad que hace que dejen de funcionar si se le aplica un sobrepeso?

—Hace un segundo no lo sabía ¿por qué?

Lucas con un movimiento rápido me cargó sujetándome por los muslos. Quedé frente a él con mis piernas abrazando su cintura. Pasé mis brazos alrededor de su cuello para evitar caerme.

—¿A qué juegas?

—A esto—él dio un saltó muy alto teniéndome cargada y aterrizó con toda su fuerza en piso del ascensor haciendo que este se detuviera por completo.

—¡Genial!—dije algo fastidiada-ahora estamos atrapados en esta caja. Bien por ti genio, puedes bajarme ya.

En la misma posición en la que nos encontrábamos me aprisionó entre la pared del ascensor y su cuerpo. Acercó su boca a mi oído para susurrar:

—Tenemos aproximadamente hora y media antes de que los de mantenimiento vengan a "rescatarnos".

El ambiente dentro de aquel ascensor se tornó candente de inmediato. Para evitar que me resbalara me sostuvo por las nalgas con mucha fuerza. Hizo que me pusiera muy caliente.
Besó mi cuello con torturoso erotismo. La punta de su fría lengua dibujó sobre mi piel círculos de todos los tamaños, símbolos de infinito y corazones. Esta acción hacía que algo así como una corriente eléctrica viajara por todo mi cuerpo. Los vellos de mi piel se pusieron como escarpias. Y al parecer no era la única que estaba disfrutando con la situación. La respiración de Lucas se tornó fuerte y entrecortada. Pude sentir, con la parte interna de mis muslos, como se iba endureciendo su pene por debajo de su ropa. Posó su mirada encendida de lujuria en mis ojos y se mordió su labio inferior. Mientras cerraba los ojos, acercó sus suaves y exquisitos labios a los míos para formar un beso cargado de deseo. Cerré mis ojos también, para sumergirme en ese mar de apetitosas sensaciones.

"Entraste a mi Vida" [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora