Monté en el asiento del copiloto del auto de Lucas, mientras que él colocaba cuidadosamente las bolsas de la compra en el maletero. Llegó el olor del interior del vehículo a mi nariz. Respiré profundamente para sentir mejor ese aroma que ya conocía: el perfume de Lucas. Escuché el maletero cerrarse de inmediato.
Él se sentó en silencio frente al volante. Estaba algo más que pensativo y yo me puse nerviosa por alguna razón.
Lucas condujo hasta su casa. Durante el trayecto no estuvimos completamente en silencio, pero tampoco hablamos de algo fuera de lo común. Noté que quería reservar la noticia para el momento en que llegáramos.El auto entró lentamente en el garaje en reversa. Cuando estuvimos fuera tomó mi mano y me condujo a su habitación "Allá estaremos más tranquilos" me dijo. Subimos las escaleras y entramos en un cuarto.
La casa tiene muchas habitaciones, pero esta en particular era en la que Lucas usualmente dormía. "La idea inicial, cuando construyeron esta casa" me explicó "era que sin importar que tan grande sea mi futura familia cada quién podrá tener su espacio, a eso súmale las habitaciones para los invitados y para la servidumbre". Se quitó el abrigo. Debajo usaba una camiseta blanca. Se dejó caer bocarriba sobre el cobertor.—Ven aquí.
Me quedé parada y me crucé de brazos.—Nunca habías necesitado tanto comodidad para confiarme algo.
—Quiero sentirte cerca, aquí en la cama, ¿qué tiene eso de malo?
—Nada, pero ¿qué fue lo que hiciste—Junté las cejas—¿Fue tan terrible?
—No, hija mía. Sólo acuéstate junto a mí.
No moví un músculo.
—Por favor, Natasha.
—Está bien. Sí que eres insistente.
—Y tú testaruda. Te lo dicho mil veces. Además no es la primera vez que nos acostamos juntos.
No dije nada. Me acerqué a la cama y gatié sobre ella hasta llegar junto a Lucas. Acomodé mi cabeza cerca de su pecho. Él tenía colocado el brazo izquierdo entre su pelo y la almohada; el otro serviría de soporte a mi cabeza.
—Estuve muchos días pensando en mi madre y en Gordory—Me confesó por fin y clavó la mirada en el techo.
—¿Y bien?¿En qué pensaste?
—En todo.—Sentí su cuerpo tensarse—He repasado cada detalle en mi cabeza. He vuelto a sufrir y me he enojado otra vez con la vida.
Dibujé un círculo con las yemas de mis dedos sobre la tela de su camiseta.
—No te atormentes con el pasado. Piensa en cómo vas a actuar en el presente.
—Tú tenías razón. Habían demasiadas cosas que tenía que saber y con la versión de Marie no me era suficiente.
—¿Querías decirme eso?¿Qué pensaste mucho sobre todo aquello?
Suspiró profundamente.
—No es solamente eso—hizo una pausa—fui a hablar con él.
Me paralicé por un segundo cuando escuché aquello. Luego me enojé un poco. Abandoné mi posición para poder verle bien la cara.
—¿Fuiste a hablar con el doctor Gordory y no pensaste ni por un momento en avisarme? No lo puedo creer.
—Natasha, sí lo pensé, pero preferí no decirte.
—Es bueno saber que ya no pinto nada en tu vida.
—Este no es buen momento para dramas.
—No es un drama, no te pases. Yo quería apoyarte en todo lo necesario y das ese paso y no me comentas nada. Si me hubieras pedido ir solo yo lo hubiese respetado. No tienes que esconderme nada.
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"Entraste a mi Vida" [Terminada]
Teen FictionUna decisión, por pequeña que sea tiene el poder suficiente para cambiar radicalmente una vida. Como en este universo todo y todos estamos interconectados, a veces, tu vida dará un giro inesperado aunque la idea no te pertenezca. Puede ser una decis...