Capítulo 45 "¿Por qué nos vas a abandonar?"

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Me encontraba tumbada boca abajo sobre la cama, con una de las almohadas perfectamente acomodada debajo de mi cabeza. Con la totalidad de mi cuerpo desnudo pude sentir las suaves y abrigadoras caricias de las sábanas que me rodeaban. El grosor del cobertor impedía que el calor que emanaba de mi piel escapase al exterior.
Me hubiese quedado en esa posición eternamente, pero algo dentro de mí no me lo permitió, quizás el hecho de que en pocas horas tenía que estar en la escuela.
Abrí mi ojo derecho lentamente. Me cegó un poco la tenue luz de la lámpara de la mesita de noche cuando atravesó mi pupila. Moví completamente hacia arriba el párpado de ese ojo para enfocar la hora en mi reloj. Eran las seis de la mañana. Faltaba una hora para que mi despertador comenzara a hacer el insoportable ruido de siempre.
Ubiqué mi cuerpo sobre mi espalda con las palmas de mis manos descansando sobre mi abdomen. Con el ceño fruncido y los ojos semiabiertos miré hacia el lado opuesto del colchón. Noté entonces, que estaba sola en la cama y en la habitación."Cumpliste" dije para mis adentros, pensando en la promesa de Lucas de quedarse a dormir y luego marcharse temprano.

Observé por un brevísimo momento el lugar donde él había dormido. Imaginé como hubiese sido despertar a su lado. Había sobre las sábanas una pequeña figura de origami. Levanté la mitad de mi cuerpo ayudándome con las manos hasta que quedé sentada. Tallé mis ojos con cuidado para quitarles lo poco de visión borrosa que aún me estorbaba.
Dicha figura de papel era una flor encantadora, elaborada con una de las páginas de mi cuaderno de notas.

Acaricié sus pétalos mientras la observaba embobada y recordaba lo que había sucedido en la noche. Suspiré, pensando en el roce delicado de la cálida piel de Lucas sobre la mía. Mordí mi labio inferior y sonreí recordando su expresión cuando estaba descargándose dentro de mí. Mi respiración se detuvo y un halo de pavor aprisionó mi estómago. Coloqué de inmediato la flor sobre el colchón, abrí la gaveta de la mesita de noche, metí mi mano y la moví dentro hasta que palpé con la punta de mis dedos lo que estaba buscando.

Extraje una de las pastillas de su metálico envoltorio. Me la tragué de inmediato y forzando la garganta para que bajase hasta mi estómago. Tocí un poco pero luego dejé escapar un suspiro enorme de alivio. No podía creer que hubiese dejado que Lucas eyaculara dentro de mí ¿Fue un lapsus de locura? No lo sabía, pero de lo que sí estaba completamente segura era de que no era el momento adecuado para un embarazo. Agradecí al universo que aún me quedasen unas píldoras del día después guardadas entre el desorden que siempre tengo en el cajón de mi mesita de noche.

Deprisa me preparé para ir al colegio. Papá me hizo el favor de llevarme en su coche hasta la entrada del instituto. Era temprano. Faltaban unos cuarenta minutos para que las clases iniciaran.
Dentro del aula algunos de mis compañeros usaban las mesas como sillas, mientras charlaban con sus amistades. Las chicas más coquetas y presumidas de mi salón no quitaban la vista de sus espejos. A la vez que cubrían sus rostros con toneladas industriales de maquillaje.
En la mesa de Michael estaban él, Dylan y Lisa hablando y riendo cómodamente. Sin notar que había llegado. Me acerqué a ellos sin quitarle la mirada a los alrededores, buscando a Lucas.

—Buenos días—saludé a los chicos cuando estuve lo suficientemente cerca de ellos.

—Buenos días—Dijeron Michael y Lisa al mismo tiempo.

—Hola Nat—Me respondió Dylan.

—¿Están hablando de algo interesante?-Pregunté.

—No mucho. Sólo estábamos matando el tiempo mientras esperamos que llegue la profesora de Inglés—Contestó Dylan.

Michael miró la hora en el reloj de oro que le adorna la muñeca izquierda.

—La teacher no debe tardar en llegar. Faltan treinta minutos para que inicie la clase.

"Entraste a mi Vida" [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora