La noche cayó y envolvió el cielo con su negro manto. El bosque que nos rodeaba cambió por completo. Habían muchas sombras. Los sonidos producidos por el viento, al soplar a través de la copa de los árboles, el crujir de las hojas secas y las ramas; y el cantar de los búhos se escuchaban con mayor claridad. Entre toda la oscuridad resaltaba un punto luminoso de tonalidades que iban entre rojo, amarillo y naranja: nuestra hoguera.
Estábamos sentados alrededor de ella asando malvadiscos y salchichas. Los habíamos encajados en varas delgadas. Lisa se encontraba sentada sobre una roca. A su derecha estaba Calvin. El otro gemelo se acomodó frente a la matriarca. Michael, estaba sobre un tronco fumándose otro cigarrillo. Dylan, cocinaba sobre el fuego tres malvadiscos a la vez y en la misma vara. Yo, me senté junto a Lucas. Disfrutaba del contenido de una bolsa de crujientes patatas fritas."Hola a todos". Escuchamos la voz de Brenda. Recién había salido de la tienda. Frank iba detrás de ella.
—¡Qué honor! La parejita real por fin se dignó a acompañarnos—Bromeó Michael e hizo un amago de reverencia.
Todos aplaudimos. Hicimos que los chicos sonrieran. Frank se sentó sobre uno de los troncos. A la izquierda de Lisa. Dejó entre ellos dos metros de distancia, aproximadamente.
—Se han perdido gran parte de la diversión, por estar metidos en la tienda toda la tarde—afirmó Calvin.
—Y hay una buena razón para eso—Brenda apartó un poco de cabello que estorbaba sobre sus hombros y luego se sentó en medio de Frank y Lisa—Estábamos dormidos.
Los que conocíamos sobre la relación pasada entre Lisa con Frank pusimos unas caras de asombro; cuando vimos que Brenda se sentó junto a ella. Pero inmediatamente disimulamos.
—Por eso te ves fresca como una rosa—Extendí mi brazo con el paquete de papatas—¿Quieres, Bren?
Brenda le brindó a la envoltura una expresión de desagrado mientras se sobaba la barriga. Negó con la cabeza.
—Gracias, pero aún tengo el estómago revuelto.
—No te preocupes. Comprendo a la perfección. Yo también me he emborrachado—Miré a Frank sin nada de sutileza y me reí.
Él sonrió. Lucas, al ver lo indicios de complicidad en nuestro intercambio de miradas no dudó en aclarar su garganta.
—¿Me perdí de algo?
—No te pongas nervioso "cabellos de trigo"—Dijo el pelinegro tatuado—No pasa nada malo.
—Resulta que...—Le expliqué—En la despedida de soltera de Jenna nos pasamos un poquito de tragos. Casualmente Frank andaba por ahí y nos llevó a casa.
—Recuerda que también las salvé de un grupo de delincuentes juveniles.
—¡¿Qué?!—La cara de Lucas era un batido de enojo, sorpresa y seriedad.
Mi respiración se cortó en el momento en el que él se giró a mirarme.—¿Es eso cierto, Natasha?—Sí, pero...
—¿Y por qué no me dijiste nada?¿Por qué no me llamaste? Yo te hubiera ido a buscar.
—Mi teléfono se quedó sin batería. Además no fue una actividad planeada, sólo ocurrió.
—Natasha, tienes la horrorosa y mala costumbre de meterte en problemas cuando yo no estoy cerca.—Lucas me regañó como si fuera mi padre.
—¿No te parece que estás exagerando mucho?—Fruncí el ceño.
—No discutan que no fue tan malo— Brenda se tiró sobre Frank y rodeó su cuello—Ese día fue que nos conocimos y mírennos ahora—Acercó su rostro al de su novio. Lo besó en la mejilla.
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"Entraste a mi Vida" [Terminada]
Teen FictionUna decisión, por pequeña que sea tiene el poder suficiente para cambiar radicalmente una vida. Como en este universo todo y todos estamos interconectados, a veces, tu vida dará un giro inesperado aunque la idea no te pertenezca. Puede ser una decis...