"Entraste a mi Vida" [Terminada]

Capítulo 30 "Chicos con poca ropa"

Alexander Robbin se veía notablemente enfadado con la derrota de su equipo. Incluso, luego de que terminó el juego, pateó la pelota con tanta fuerza y rabia que casi golpea a algunas de las personas que aún se encontraban sentadas.

—Ese chico...—Dijo Calvin arrugando su frente.

—Nunca ha sabido controlar su maldito mal genio—Kevin continuó la frase.

Al parecer mi mente y mis ojos estaban aprendiendo a diferenciar a los gemelos. Después de todo, sus voces y sus rasgos faciales no eran exactamente iguales.

Alex caminó entre los chicos. En línea recta y sin separar su intimidante mirada de la de Lucas. Cuando estuvieron uno frente al otro, encarándose, hubo un silencio atemorrizante entre ellos. Lucas lo miró con la frente alta y dio el primer paso para romper el silencio.

—¿Te puedo ayudar con algo?—Su expresión estaba repleta de tranquilidad, y con el toque ese de arrogancia que en él no podía faltar.

Alexander llevó su vista al cielo y soltó un largo suspiró mientras cerraba sus ojos.
Cuando le devolvió su mirada a Lucas, para el asombro de todos, tenía una sonrisa torcida en su rostro. Extendió su brazo derecho con la mano abierta.

—Un partido excelente MillerGheat. Te felicito.

Lucas alzó una ceja y le dedicó una mirada incrédula. Tal vez no se podía creer que Alexander, famoso por su mal genio y su odio a perder se estuviera ofreciendo voluntariamente para darse un apretón de manos con Lucas; teniendo en cuenta que el equipo de él le ganó.
En fin...Lucas sonrió también y estrechó su mano.

—Igualmente. Fueron unos dignos contrincantes—le respondió y luego sus manos se separaron.

—Y bien—Indagó Alexander algo irritado—¿Por qué dudaste en tomar mi mano?

—No te pongas triste, pequeño.—Lucas amaba jugar con fuego—Sólo me sorprendí de lo rápido que cambias de humor. Nunca dejas de sorprenderme.

—¿Y qué esperabas? ¿Qué te rompiera la cara a puñetazos o que te pateara en una zona delicada?

—Para ser sincero,—volvió a sonreír—ambas.

-No te pienso agredir. Este fue un juego amistoso, no tiene importancia alguna.

—¿Estás diciendo que no te importó perder? ¿Quién eres tú y que hiciste con Alexander?—Bromeó Lucas.

Alex miró hacia otro lado apretando sus labios.

—La gente piensa que no soy capaz de digerir una derrota.

—Es que no lo eres.

—Miller, hasta yo entiendo que no siempre se puede ganar.

Lucas le respondió con la mirada  de "no intentes engañarme". Alex llevó sus manos a su cintura.

—Supongo que, como perdí, tendré que cumplir con mi parte de la apuesta. Aunque es una lástima,—miró a Lucas directamente—porque tenía muchas ganas de humillarte.

—No te preocupes. Estoy seguro de que algún día podrás hacerlo. Pero, definitivamente, ese día no es hoy.

Alex fingió no haber escuchado eso.

—¡Chicos!—chasqueó sus dedos una sola vez y todos los uniformados de verde se colocaron en una fila en el centro del campo—¡Háganlo!

Nadie refufuñó, nadie se negó, nadie comentó nada al respecto. Alex puede a llegar a ser tan intimidante que son muy poco los que se atreven a llevarle la contraria.