Cinco de la tarde.
—¡¿Qué me pongo?! ¡¿Qué me pongo?! ¡¿Qué me pongo?!—Estaba desesperada.—No sé si usar este vestido azul o el negro ¿Y si elijo el rojo?¿Cuál es el más adecuado?¿Zapatos altos o bajos?¿Falda ajustada o pantalón? ¡Joder! ¿Por qué es tan difícil elegir algo para ir a esa cena? ¡¿Por qué?!
Llevaba más de dos horas probándome conjuntos de ropas sin llegar a una decisión en concreto.
—¡Natasha, apacíguate!—Me ordené—Inhala...exhala...Sólo es una comida, no va a pasar nada".
Después de muchos ejercicios de relación para no morir de un derrame cerebral. Luego de pensar mil veces en las posibles piezas de ropa que podría ponerme y de desorganizar mi armario, tomé una decisión. Usaría un vestido que tenía sin estrenar: blanco, de buena tela, con detalles en negro, sin mangas, ajustado adecuadamente a mi cuerpo. Era la combinación perfecta de elegancia, clase, porte, moda y belleza. Mi vestido no tenía nada que envidiarle a los que usan las modelos en las pasarelas de Italia o Francia.
Tenía elegido el vestuario. Me faltaban el calzado y el maquillaje. Estos últimos no fueron un problema. Con el vestido seleccionado todo lo demás iría sobre ruedas.
Lucas no iba a tardar en llegar a buscarme en su coche y yo aún no estaba lista. ¿Por qué es tan difícil ser mujer?Luego de un rato claramente escuché a lo lejos el rugido estrepitoso del motor de un coche.
—Es el auto de Lucas, estoy segura— expresé para mis adentros. Saqué mi cuerpo al balcón para comprobarlo.
Efectivamente, ahí estaba él. Recién había aparcado delante de mi casa.
—¡Lucas!—Lo llamé cuando salió de su moderno vehículo.
Él me respondió mostrándome el reloj de oro que llevaba en su muñeca izquierda. Lo señalaba con el dedo índice de su mano derecha. Claramente quería decir que me diera prisa en terminar de arreglarme.
—¡Enseguida bajo! ¡Estoy casi lista!— Grité para responder a su gesto.—Levantó su pulgar. Así me indicó que le parecía bien.—Este vino poco comunicativo al parecer—Hice un comentario al aire y entré a mi cuarto.
Cuando estuve perfectamente arreglada me bajé a la sala de estar de mi casa. Lucas, estaba sentado en una de las butacas. Vestía un traje negro muy elegante y carísimo.
—No puedo creer que hoy estés lista a tiempo—Echó otro viztaso a su reloj. Después posó sus ojos en mí. Me miró con escepticismo y alzando una ceja—Tú no eres la verdadera Natasha ¿Dónde está la chica que se tarda años en terminar?
—No digas tonterías. Hoy estuve lista a tiempo porque desde muy temprano comencé a pensar en la ropa que me pondría—Le expliqué con las manos en mis caderas—Y, espero haber hecho una buena elección.
—¿Buena? Por favor Natasha—Se levantó y tomó mi mano derecha—Es excelente. Este conjunto lo tiene todo. Te queda...—Me observó de arriba a bajo—Estás...eres...¡Dios! Es imposible describirte con palabras.
Lucas se inclinó hacia delante para darme un beso, pero lo esquivé con un movimiento rápido. Lo volvió a intentar y nuevamente no dejé que nuestros labios se juntasen.
Casi junta sus cejas exasperado-¿Qué haces Natasha?
—Estás loco si piensas que voy a dejar que me deshagas el maquillaje de los labios. Y a ti se te va a pintoretear toda la boca si lo haces.
—Pero...
—¡Nada de peros! Hoy las cosas deben salir lo mejor posible ¿Me entiendes?
—Claro que te entiendo—Giró lo ojos—. No soy un retrasado mental.
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"Entraste a mi Vida" [Terminada]
Ficção AdolescenteUna decisión, por pequeña que sea tiene el poder suficiente para cambiar radicalmente una vida. Como en este universo todo y todos estamos interconectados, a veces, tu vida dará un giro inesperado aunque la idea no te pertenezca. Puede ser una decis...