Capítulo 42 I "De campamento"

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Terminé de acomodar todas las cosas que llevaría al campamento dentro de una mochila verde muy grande. Cuando puse dentro la última bolsa de bocadillos que había preparado mamá escuché el sonido de un claxon. Me avisó que era hora de irme. Coloqué la mochila en mis hombros con esfuerzo. Esa cosa pesaba muchísimo. Luego encaminé mis pasos a la sala. Allí estaba mamá, parada junto a la puerta con su pijama rosa de tela de algodón, un tanto despeinada y con los ojos entreabiertos debido a que le molestaba la luz del día. Se abrazaba a sí misma porque tenía un poco de frío.

—No sé como—bostezó ampliamente—me convenciste de darte permiso de ir.

—Tranquila, voy a estar bien.

—¡Claro que sí! ¿Te vas al bosque a acampar y yo tengo que estar tranquila?—Las frases salieron de sus labios cargas de sarcasmo—. Me parece muy lógico, obviamente.

—No voy a ir sola. Lucas va conmigo. Él me va cuidar muy bien.

—Eso espero. Recuerda que estoy confiando en ti Natasha. No te metas en problemas ¿Ok?

Asentí con la cabeza. Se escuchó la bocina nuevamente. Esa vez el sonido fue mucho más fuerte.

—Adiós madre.-Le di un beso de despedida y salí de casa con pasos apresurados—Te amo.

—Adiós Natie. Cuídate mucho.

—¡Qué sííí!—Salí de casa.

El modelo de camioneta que estaba estacionada frente a mi hogar, era el denominado pick-up. Lo sé porque a mi papá siempre le había hecho ilusión comprarse una igual. Estuvo hablando de ellas durante meses. Pero cuando se compró una revista de motos sus intereses cambiaron.
La antes mencionada camioneta era increíble. Estaba pintado de un color rojo muy brillante. Las ruedas eran enormes, negras, con el centro plateado.
Me acerqué más al vehículo. Pude verme que perfectamente reflejada en una de las puertas traseras, debido al excelente pulido con el que contaba la pintura.
Dentro estaban todas las amistades que había hecho en esos últimos meses. Michael iba de chofer. Dylan estaba a su lado de copiloto. Los gemelos Tresh y Lisa conversaban a gusto sentados detrás. En la zona de carga, que según sé se le llama caja, se encontraban Frank, Brenda y Lucas. Saludé a todos con un "Hola a todos" y un gesto de la mano.

—¡Sube de una vez, Natasha!—Me dijo Michael—Sólo faltas tú.

—Ya voy, ya voy. No hay porqué ponerse agresivos.

Frank me ayudó con la mochila y Lucas tomó mis manos con fuerza para ayudarme a subir. Mi mamá aún se encontraba parada en la entrada de la casa. Sabía que ella no estaría tranquila hasta que me viese partir sana y salva. Segura estaba que además deseaba ver las caras de las personas que me acompañarían a esta aventura. Supongo que para hacer un retrato hablado de calidad en el caso de que algo ocurriera. Dicen que las madres piensan en todas las posibilidades. Incluso las menos probables y catatróficas.
El motor se encendió. Nos pusimos en marcha. Nuevamente me despedí de mi madre con la mano. Ella hizo lo mismo hasta que la camioneta se alejó tanto que no nos veíamos la una a la otra.

Salimos de la ciudad después de llevar un pequeño rato dando vueltas por las carreteras. Tomamos la autopista en dirección al norte. Luego de un rato ya no se veían edificios grandes ni modernos, ni fábricas, ni puestos de comida rápida. Entramos a una zona llana de campo abierto donde habían muchas vacas gordas pastando.

Durante un rato los que estábamos en la zona de atrás tarareamos canciones. Para no suicidarnos debido al aburrimiento. Todos excepto Lisa. Ella revisaba su celular.
Brenda, tomó una botella de ron que traía en su mochila y nos obligó a beber. La suma de Bren con alcohol es igual a locura extrema. Más de una vez Frank tuvo que sostenerla con fuerza para que no se pusiera de pie a bailar. Si lo hacía podía caerse. Al ver lo preocupado que se ponía Rosembell por ella se le iluminaba la mirada y lo atacaba con besos.

"Entraste a mi Vida" [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora