La musa secreta [NamJin]

¿Por qué?

Nam Joon se había detenido, trató de hacerse para atrás, pero las cosas se salieron de control, debido a ello Seok Jin terminó derribándolo, quedando arriba de su abdomen, formando una "x", con sus cuerpos.

Ambos sintieron molestias, algunas zonas impactaron contra huesos del otro, provocando falta de aire y un dolor prolongado.

Jin tratando de mantener el aire dentro, recargó sus brazos contra el suelo, para poder impulsarse y levantarse, Nam solo se encontraba ahí, tirado, mirando al techo, esperando a que su dignidad se reconstruyera, pero sobretodo: no tener nada que le impidiera levantarse.

—Lo lamento mucho —dijo una y otra vez, mientras lo seguía hasta el baño.

Seok Jin no se detuvo, caminó rápido, como si algo le quemara, pero no se quejó, solo mantuvo una impaciencia que alteraba los nervios de todos  aquellos que lo miraban pasar.

—¿Por qué me seguiste? —preguntó una vez dentro.

—Quiero disculparme —susurró.

—¡No!, hablo de hace rato. —Lavó sus manos, y quitó los fideos que se le habían impregnado en el cabello.

—Pensé que algo malo había ocurrido, solo quería ayudar.

—¡Llevo conociéndote por dos días, y hasta ahora todo lo malo que me ha ocurrido es porque estás cerca! Quizá no deberías tratar de ayudar.

Siguió limpiando lo que quedaba de comida en él, mientras Nam solo lo observaba desde atrás. Jin sintió la mirada, y quizo intimidarlo a propósito por primera vez, de igual manera fijó sus ojos en Nam Joon a través del espejo, pero este no se inmutó.

Sus ojos habían adquirido matices desconsolados, dando remordimiento a Seok Jin, quien le sonrió.

—En serio lo l...

—Fue muy gracioso que alguien como tú, así de grandote y musculoso, haya sido derribado por mí.

Nam un poco más en confianza se animó a acercarse al lavabo para limpiarse los restos de comida que había en su camisa. Estaban ambos más calmados.

—La razón por la que cayó encima de mí, fue porque traté de hacerme para atrás. —Comenzó a desabrochar su camisa, y la risa que Seok Jin había emitido anteriormente se esfumó de inmediato, ladeó la cabeza, tratando de entender lo que planeaba hacer, pero sus nervios y temor le invadieron.

—¿Qué haces? —preguntó con una calma fingida, que provocaba un temblor en los labios.

—Es mucho más cómodo limpiarla de esta manera. —Continuó desabrochándola, hasta que por fin su piel quedó libre de esa prenda, caminó hasta Jin que paralizado fijó su mirada a un punto externo que le servía solo para perderse en su mente, que no se atrevía a imaginar algo. Nam quedó frente a él y estiró el brazo para agarrar las servilletas que estaban atrás del chico.

Seok Jin comenzó a temblar, cerró los ojos mientras su mente se inundaba de golpizas, regaños, y huidas para esconderse de aquel que le había provocado miedo e inseguridad de sentir encanto por todo aquello que era femenino. Y aunque él sabía que no pasaba nada malo con Nam, el verse en una situación que su padre no aprobaría, lo alteró.

Nam Joon se asustó, puso sus manos en los hombros de Jin que seguía con los ojos cerrados, y temblores en el cuerpo. No escuchaba que le llamaba una y otra vez, aisló todo su alrededor.

Nam Joon lo observó detenidamente, pensando en lo que estaba ocurriendo, prefirió calmarse para ver si así le trasmitía tranquilidad a Seok Jin, funcionó poco a poco, pero siguió sin abrir los ojos.