La musa secreta [NamJin]

Como al inicio

Buscaron un lugar para hospedarse, después de recorrer varios, encontraron un hotel aún peor que en el que estaban. Entraron con pasos cuidadosos, uno detrás del otro.

—¡Que bonitos se ven escondiéndose detrás de mí!, ¿por qué tengo que ir primero? —dijo Yoon Gi.

—Está bien voy yo. —Trató de ponerse hasta el frente, pero una mano lo detuvo, Seok Jin quedó más pálido que Suga. Todos se hicieron montón, abrazándose unos a otros, mientras observaban a un señor extraño con las manos en las bolsas y un semblante adicto.

—¿Les ayudo con su equipaje?

—Oh, que amable, claro —respondió inocentemente Kim Seok Jin, pero Park Jimin se adelantó antes de que pudiese soltarle la maleta.

—No, no nos quedaremos, pero gracias. —Le indicó a sus amigos que lo siguieran y salieron sin preguntar. — Jin, ¿no crees que es momento de llamar a Soha?

—¿Cómo?, ¿Soha puede resolverlo? —preguntó Min Yoon Gi sorprendido e indignado.

—Sí —contestó Seok Jin como niño regañado y tomó su celular para marcar.

—¡DORMIMOS EN LA CALLE!, tengo ronchas en el trasero por las pulgas del callejón.

—Creí que me había hecho mal el hotdog que comimos en la noche —añadió Jimin rascando su trasero.

—Shhhh. ¡Soha!, hola. ¿Qué? —rió nervioso—, ¿por qué piensas que necesitas solucionarme algo?, pffff. Bueno, sí, pero no es algo grande. ¿Qué si puede esperar para mañana?, ahhh —dudó mirando al horizonte.

—¡Soha, nos tiene durmiendo entre pulgas y nos da de comer hotdogs de dudosa procedencia! —Yoon Gi no se guardaba nada.

—¡Ustedes eligieron ese puesto! —dejó los reclamos por la advertencia de su secretaria de colgar la llamada si seguían peleando—. ¡No!, solo necesito que me consigas un lugar decente para dormir, una habitación con dos camas.

—Con cuatro —solicitó Nam Joon, había estado muy callado, su presencia incluso había pasado desapercibida para sus amigos. La petición extrañó a todos, pero Soha alcanzó a escuchar y se quedó con lo último dicho para colgar inmediatamente.

Se sentaron a esperar la confirmación y la dirección del nuevo hotel que no tardó mucho en llegar.

—Como lo temía —susurró Jin frustrado.

—Tranquilo Seok Jin, él no está aquí. —Los brazos de Park Jimin lo rodearon haciéndolo sentir incómodo.

Estaba en el mismo hotel al que su padre acostumbraba llevarlo, un ambiente conocido que le provocaba demasiados recuerdos.

—Kim Seok Jin, es un gusto. Temía que la disquera Kim no se hospedara este año con nosotros. —Lo agarró del brazo para conducirlo a la habitación. — Lamentablemente solo pudimos conseguirle una habitación con tres camas, espero no tenga problema en que alguno de ustedes comparta —rió—, sé que puede ser raro, pero seguro tendrán anécdotas que contar después de eso. —Hizo sentir aún más incómodo al joven que se apartó del contacto con el señor. — Llegamos, los dejo para que se instalen.

Ese hotel era otro nivel, cada cuarto era como una casa amplia, cocina, dos baños, aunque un solo espacio donde se encontraban las tres camas y una gran vista donde no había ningún letrero o edificio que la obstruyera.

—Suga y Jimin comparten, Kim Nam Joon y yo usaremos camas diferentes. ¿Están de acuerdo? —su tono monótono no obtuvo quejas, aceptaron de inmediato, pero se sentía un ambiente lúgubre. — Me alistaré, tengo trabajo.  — Se metió al baño, no tardó mucho en salir con el cabello mojado, se sentó en el gran sillón frente a la ventana, sacó el aire que parecía haber estado guardando. Park Jimin y Yoon Gi estaban recostados mirando el televisor y Nam se había quedado dormido. — Los veo más tarde.