Abrázame we

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Kim Nam Joon dudó en girar el picaporte, su corazón latía muy fuerte, pero evitó ver a sus amigos sobre la cama, sabía que se encontraría con sus expresiones exasperadas. Él también se sentía cansado de su propio miedo. «No puedes dudar, cuando él dude tú tendrás que darle fuerza, así que no puedes dudar».

Entró de prisa, pero se mantuvo mirando hacia la puerta, dejando su frente recargada en ella, aunque llamó su atención el sonido del agua y volteó de inmediato con un poco de miedo. Se encontró con un Seok Jin empapado, recibiendo aún los fríos chorros de agua sobre él, mientras recargaba sus manos en la pared y mantenía los ojos cerrados junto con su cabeza hacia bajo para que el agua cayera en su nuca.

—¿Está bien? —preguntó para dar aviso de su presencia, caminó para quedar cerca de la regadera.

—Tardaste un poco, así que tuve tiempo para pensar, estaba a punto de tener un episodio. Fue la única forma que encontré para c...

—Lo entiendo. —Sacó las manos de su bolsillo, puso una en su pecho, cerca del corazón y con una falsa indignación, miró a Jin. — Aún me debes mi abrazo, no es justo —pausó—, soy el que más te extrañó.

—Estoy empapado Nam —susurró riendo, se sentía bien escucharlo decir eso, se sentía tan bien y no lograba entender la magia que tenía para sanar su alma.

—Llevo mucho tiempo sin bañarme, creo que subconscientemente estaba esperando esta oportunidad —contestó sin pensar, sintiendo su rostro arder por la vergüenza que desprendía—, permiso. —Las caras de Nam Joon tratando de aguantar lo frío del agua hicieron reír a Seok Jin, pero quedó pasmado al notar que su amigo se sentaba en el suelo, recargado en la pared. — Ven. —Hizo que se sentara entre sus piernas, lo abrazó por la espalda, tomando sus manos, Jin se recargó sobre el cuerpo de Nam quien posó su barbilla en hombro de él. — Tengo que pedirte disculpas, he cometido muchos errores por miedo, pero ya no lo haré, sin embargo tú puedes cometer los que quieras, ahí estaré para lo que decidas.

—Tengo miedo.

—Lo sé, también lo tengo. No creas que voy por la vida dejando mi corazón en las manos de alguien que tiembla mucho —rió, pero se detuvo para escuchar la risa de la persona a la que amaba.

—Quiero esto. —Se dejó caer más en el cuerpo que le brindaba calor y por un momento el agua no pareció estar tan fría como al inicio.

—¿Me quieres a mí? —preguntó en un susurro para que solo pudiesen escucharse entre ellos.

—Sí. —Provocó la sonrisa más pura y honesta de su compañero. — ¿tú me quieres a mí?

—Sí, más de lo que quisiera, soy un desastre sin ti. —Apretó un poco más el cuerpo y lo atrajo hacia él, pese a que ya no había distancia posible que los separara. —Extrañaba esto, poder tenerte cerca.

—¿De qué hablas?, antes del viaje dormiste abrazado a mí —susurró apenado.

—Extrañaba la cercanía sin intenciones de amistad, mirarte con otros ojos sin repetirme que estarías mejor sin mí.

—¿Estás admitiendo que antes sí me mirabas con otras intenciones? —rió.

—¿Me vas a culpar de todo a mí?

—Posiblemente.

—Se siente bien, o sea —rió nervioso—, no que me culpes, se siente bien poder expresarte mis sentimientos —hizo una leve pausa para asegurarse de que todo fuese real—. Sé que tardarás en...

—Te quiero. —Se aferró al brazo más cercano de Nam Joon y notó cómo la respiración de este cambió de ritmo, pareció detenerse por un instante, pero después volvió a un ritmo calmado que le dio tranquilidad. — No quiero apartarme, pero estamos gastando mucha agua, será mejor cerrar la llave.

La musa secreta [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora