Sentimientos ocultos

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An Haneul y Kim Seok Jin estaban en el escritorio como padres que llevaban a sus hijos a convivir con otros niños al parque, observando la esquina donde Nam Joon acostumbraba trabajar.

—Creo que esperan que socialicemos —susurró la joven muy cerca del rostro de Nam, la presencia de ella era llamativa, irradiaba luz al lugar, pero Nam Joon solo miraba de reojo a Seok Jin con Haneul—. Soy An Mi Suk.

—Yo soy...

—Kim Nam Joon, conocido como Rap Monster o RM. Lo sé, lo sé todo de usted. —Se acercó más, Nam solo se inclinó un poco para atrás, tratando de mantener la distancia inicial, pero el rubor en sus mejillas le dio a entender a todos que estaba nervioso y para la mayoría era sinónimo de atracción, pero para el rapero era incomodidad de que alguien estuviese tan cerca.

—Mi hermana suele ser muy dedicada cuando algo le gusta y creo que Kim Nam Joon le gusta mucho —excusó a la pequeña frente a Seok Jin, sin alzar la voz —. Espero no lo esté incomodando.

—¿Por qué lo haría?

—Es su oficina.

Seok Jin siempre actuaba de manera sospechosa cuando le preguntaban si le afectaba algo referente a Kim Nam Joon. Temía que lo vincularan sentimentalmente con él, pero sentía más temor por recordar los momentos en los que fue desprevenido y se dejó llevar por las emociones sin ponerse a pensar el lugar donde se encontraban: el baño de la disquera, la cocina, la oficina de su padre, ¡la oficina de su padre!, justo en el lugar donde estaban hablando los jóvenes, recordó la piel desnuda de Nam y sacudió la cabeza quitando esas imágenes. Todo eso lo ponía muy nervioso, pensar que alguien lo hubiese podido ver.

Le irritó su manera tan descuidada en la que manejó los errores cometidos.

—Hermanita —llamó la pequeña.

—¿Qué estás tramando? —contestó Haneul con las manos en la cintura y una mirada perspicaz.

—¿Puedo llevar a Kim Nam Joon por un helado? —Atrajo la mirada de Jin que denotaba asombro y distracción que sustituyó con aburrimiento.

—¿Ya le comentaste si quiere ir? —Seok Jin prestó atención a la contestación, sin ser tan obvio.

—Quiero que sea sorpresa. —Haneul no estaba convencida con la actitud de su hermana, pero le pareció oportuno para lograr estar a solas con el chico de semblante distraído.

—¿Te importa? —solicitó al joven quien miraba hacia la ventana.

—No es mi decisión, Nam Joon debe decidir. ¡Nam! —gritó sin levantarse—, ven por favor.

—Dígame. —Se paró de inmediato y caminó hasta donde estaban.

—¿Te gustaría ir a caminar con An Mi Suk? —preguntó con los ojos puestos profundamente en él.

—¿No? —dijo si pensar por la confusión que le provocaba la mirada de Seok Jin, quien sonrió, pero mordió su labio para contenerse y no delatar la equivocación del rapero—. Perdón, no quise ser grosero. —Hizo una reverencia. — Es que tengo que trabajar en una canción.

—¿Ya tienes inspiración? —preguntó inocente y sorprendido, Jin.

—Sí —Se limitó a contestar, mirando con una sonrisa incómoda a las hermanas An. Kim Seok Jin adquirió una mirada pesada y empezó a mover sus hombros, al igual que la cabeza con incomodidad.

—Bueno, supongo que me gustaría ver como trabaja. ¿Puedo?

—Me temo que podría distraerme su belleza An Mi Suk —susurró Nam. Seok Jin frunció los labios y se levantó de la silla, caminó hasta la recepción sin decir nada.

La musa secreta [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora