La musa secreta [NamJin]

Dualidad

Nam Joon contempló entre sus brazos a Jin, su semblante tranquilo. Lo acercó más a su cuerpo para darle un beso en la frente, lo que hizo que una sutil sonrisa se impregnara en el rostro del joven que dormía.

No quería que el sueño lo venciera, quería seguir admirando la escena de la cual era partícipe, pero no pudo evitarlo, la calma que le trasmitía era capaz de apagarle todos los sentidos.

Min Yoon Gi se despertó para verificar que Seok Jin hubiese llegado bien, se levantó de la cama y se situó frente a los dos tórtolos. Sonrió para después agarrar la cámara de Nam y capturar el momento. «Pura perfección». Esperó a que la foto saliera y la puso sobre el abdomen de su amigo junto a las otras. Regresó a la cama y se aferró a su salvavidas: Park Jimin que al sentirlo entreabrió los ojos para también aferrarse a él.

Las noches parecían cortas estando todos, como si el mes se les fuese de las manos sin aviso.

Despertaron todos por el sonido de la alarma que empezaban a odiar con toda su voluntad, incluso Kim Seok Jin que no quería levantarse, pero fue obligado por Jimin.

—¿Cómo está eso que no quieres ir? —Se escondía en el abrazo de Nam, negando, mientras su protector reía por la conducta infantil, pero sin soltarlo. — Nam Joon, suéltalo y oblígalo a cumplir con sus responsabilidades. —Esta vez negaron los dos.

—¿Y si vamos todos? —propuso Suga pegado a la almohada—, supongo que en esos lugares hay cocinas o salas de espera, podemos acompañarlo.

Kim Nam Joon sintió emoción por estar todo el día cerca de su novio, pero éste negó de inmediato, sintió como se aflojaba el abrazo en el cual se escondía como bebé.

—No quiero que se pierdan de conocer, quiero fotos, por favor, diviértanse. —Se levantó para buscar su ropa y meterse al baño. — Por lo menos hoy, podremos desayunar juntos, la primera reunión es hasta la tarde.

Eso levantó el ánimo de los tres que imitaron, buscando sus cosas para alistarse.

—¿Quién se cambiará en el pasillo esta vez? —preguntó casi resignado a ser el desafortunado, pero recibió miradas de ternura y risas burlonas.

—Nadie tendrá que cambiarse con la viejita pervertida —contestó Jin, acercándose para besar su nariz—. Cada uno tendrá su oportunidad en el baño.

—Podríamos agilizar las cosas, bañarnos de dos en dos —comentó Jimin, mirando de pies a cabeza a Min Yoon Gi, asustándolo.

—Yo me baño con Nam —rieron Seok Jin y Park Jimin, pero Rap. M le pegó un codazo.

—¿Qué no aprendimos nada cuando dormimos juntos?

—Ni modo, ahora tienen que hacerlo. Primero Jimin y yo. —Se metieron de inmediato.

—No nos bañaremos juntos, ¿cierto? —dijo sabiendo la respuesta de Jin.

—Ellos no tienen que saberlo. —Se encogió de hombros, riendo por su travesura. — ¿Quieres bañarte primero?

Después de decidir el orden, trataron de tardarse lo menos posible para no levantar sospechas, salieron arreglados y recibieron miradas persuasivas.

—Chicos, nosotros ya cumplimos —rió Jimin.

Con berrinches y pasos fuertes en el piso se metieron al baño. Se quitaron toda la ropa evitando todo el contacto tanto visual como de tacto.

—Ni cuando éramos pequeños nos conocimos tanto, Suga. —Negó con la cabeza, mirando al techo.

—¿Prefieres ver trasero o lo del frente?, honestamente yo preferiría ver trasero, siempre y cuando no te agaches —dijo como si fuese lo más natural.