La musa secreta [NamJin]

Parejas

El paisaje corría lento, sin riesgo a marear a nadie, pero sí a aburrir. Todo transcurría en total silencio, un silencio que envolvía el viaje en un sin fin de emociones que se albergaban en cada uno de los pasajeros, pero no en los chicos que se encontraban disgustados por los asientos en los que les había tocado.

Haneul iba con Jimin, Wong con Yoon Gi, Jin con Jung Kook y Nam con Tae, este último maldecía su mala suerte, mirando a Kooki con desprecio.

—Es un niño, no debes estar celoso —susurró Nam Joon al chico, haciendo que apartara la vista de aquellos dos.

—No son celos. ¿Quién eligió el orden? —Se cruzó de brazos.

—Creo que fue el mismo destino.

—Wiu el destino pedorro que nos tocó. —Hizo reír a su compañero. — ¿Por qué viajar en autobús?

—Es más barato y nuestros jefes son tacaños, supongo. —Nam, trataba de dormir, pero no le molestaba contestar a las preguntas del joven. Se había acostumbrado a charlar con él, porque siempre terminaban solos en algún punto de las salidas en grupo, sin embargo Tae no se había dado cuenta de ello.

—¿Por qué estás tan tranquilo?, ¿no te gustaría estar con Seok Jin? —Relajó su semblante, entrando a un porte indiferente.

—Jin y yo, no tenemos mucho de qué hablar, la última vez, creo que me hice a un lado y no sé si es justo volver —pausó para tomarse un momento y pensar si hacía bien en decírselo—. Ya son dos veces que lo ilusiono y me voy, ¿con qué cara puedo volver a intentarlo?

—¿Me estás pidiendo consejos?

—¡Claro que no! —rió, pero volvió a mirar a Tae con un rostro suplicante que hizo suspirar a ambos.

—Quizá me arrepienta de esto, pero te he dicho que me gusta competir de manera justa y hasta ahora, siento que todo me lo has dado en charola de plata. —Giró su cuerpo hacía Nam Joon. — ¿De quién consideras que es la decisión de este triángulo amoroso?

—¿Cuál triángulo amoroso? —Alzó la ceja.

—¿Quieres mi consejo? —Asintió. — Si tú no dejas que Kim Seok Jin elija, todos saldremos perjudicados, incluso él. En primer lugar: tú no lo estás intentando y eso en un futuro te cobrará factura, porque siempre vas a dudar en ir por lo que quieres, sólo porque consideras que no es lo correcto, cuando quizá podría ser lo mejor de tu miserable existencia —sonrió con maldad—. En segundo lugar: si termina eligiéndome bajo esas circunstancias, puede que realmente no me ame y quizá nunca lo haga, porque no pudo darse cuenta de que eras insoportable, debido a que no lo dejaste equivocarse contigo. —Se cruzó de brazos.

—¡Oye!

—Shhhh. En tercer lugar: él elegirá conforme a tus decisiones, lo cual sería justo si tú no lo amaras, porque nadie te puede obligar a estar con alguien a quién no amas, pero lo haces, entonces ¿por qué no dejarlo elegir si se equivoca o no?, ¿por qué crees ser el único con el derecho a decidir? —Se acomodó en su lugar con la postura derecha. — En conclusión, eres un idiota que termina afectándonos a todos por las decisiones estúpidas que tomas.

—¿Has hablado con Kooki? —preguntó recordando la plática incómoda que tuvo con el menor.

—Sí. ¿Por qué?, ¿te dijo algo? —contestó, recordando de igual forma la plática que también le pareció incómoda con el chico.

—Me dijo algo parecido. —Se hizo el desentendido para no delatar todo lo que lo había regañado. Frunciendo los labios, le dirigió otra mirada curiosa a Tae Hyung. — ¿A ti qué te dijo?