Suong

117 19 46
                                        

La tensión fue aumentando por el silencio de Min Yoon Gi a la pregunta de Nam que sintió una punzada en el pecho por no obtener una negativa.

—No creo que mi respuesta cambie algo, estoy con Jimin y lo amo.

—¿Me amas? —dijo el mencionado que iba entrando al cuarto. Se abalanzó sobre su novio—. Vine por algo que se me olvidó, pero es mejor llevar algo que no esperaba, un te amo de mi amorcito. —Empezó a besar todo el rostro rojo de Yoon Gi. — Anda dilo, anda dímelo.

—Los dejaré solos...

—¡No te atrevas!, este pequeño gremlin me va a violar —Nam y Jimin rieron por la desesperación genuina de Suga.

—En realidad solo vengo por mi shampoo, pero me iré para no cometer un delito. —Le guiño el ojo al pálido chico que sonrió sin darse cuenta, sacudió la cabeza, haciéndose el indignado. Al poco rato Jimin desapareció del radar de ambos.

Y la conversación quedó en el olvido.

La semana pasó más rápido de lo que esperaban, los ejercicios se volvieron cada vez más incomodos, pero lograban su cometido: al cabo de unos minutos se sentían en confianza con sus parejas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La semana pasó más rápido de lo que esperaban, los ejercicios se volvieron cada vez más incomodos, pero lograban su cometido: al cabo de unos minutos se sentían en confianza con sus parejas.

Solo un día de actividades más y serían libres para por fin volver al trabajo y aunque no era algo que les generara emoción, por lo menos ya no estarían ahí, aislados de la civilización.

—Buen día, joven Kim.

—Por favor, dígame Seok Jin —susurró al alzar la cabeza y toparse con el oficial.

—He escuchado que varias personas se dirigen a usted como Kim. —Se plantó firmemente frente al chico que solo ladeó la cabeza y volvió a observarlo.

—Sí, pero me siento incómodo con personas que me comparan con mi padre —soltó sin filtro, importándole poco o quizá nada lo que pudiese pensar el hombre.

—Me he disculpado —dijo acompañado de una pequeña risa nerviosa—. O eso creo. —Puso las manos sobre su cinturón, aunque después dirigió una a su rostro para poder deshacerse de los lentes de sol que adornaban su semblante rudo.

—No recuerdo, pero tampoco es como que espere una, sólo agradecería si me puede hacer el favor de no llamarme joven Kim.

—De acuerdo, ¿Seok Jin? —El nombrado asintió. — Así que mañana te vas, ¿cierto? —Volvió a asentir. — ¿Eres gay?

Kim Seok Jin giró de inmediato con el rostro molesto, dispuesto a levantarse e irse, pero lo detuvo con el cuerpo el oficial.

—No tiene derecho de obligarme a estar aquí.

—Tienes razón, pero me gustaría que me hicieras el favor de escucharme. —Jin se hizo dos pasos hacia atrás y metió sus manos en el bolsillo, manteniendo un semblante indiferente e intimidante que trataba de ya no usar, pero que inconscientemente lo hacían sentir seguro y a salvo. — Quizá sea mucho abuso de mi persona, pero debes de entender que he convivido mucho con otros oficiales de diferentes partes, no solo con tu padre, los rumores son muy comunes...

La musa secreta [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora