Reunidos en el campamento, se inicia la gran travesía de sus vidas, ______ pondrá en práctica sus habilidades para acabar con los caminantes, liderar un saqueo y hasta un rescate.
Conocerá a Daryl Dixon, el sujeto que le roba el aliento cada vez que...
La noche cayó, Merle y yo estábamos un poco bastante alejados de aquel campamento alrededor de una fogata pequeña que había hecho él para cubrirnos del frío y poder cocinar las ardillas que había logrado cazar.
-Y qué haremos entonces?... - me pregunta de repente.
-Aún no lo sé... -le digo en voz baja.
-Por qué no dijiste la verdad del gobernador?... -me pregunta mirando fijamente mi cara. Yo estaba viendo el fuego.
-No era buena idea, además ya no hay tiempo, mañana partirán temprano a la prisión... debemos advertirle a Rick... -le digo.
-Creí que lo mataríamos... que no era ese el plan?... -me pregunta pero yo no me inmuto. -Oh no... dónde dejaste a mi chica ruda?... -me pregunta al ver mi que tenía un poco de nervios ante la situación.
-Creo que la dejé con Daryl... -le respondo esbozando una leve sonrisa. -Le prometí que mataría al gobernador... pero no le prometí que saldría ilesa en esta misión... -le dije finalmente viendo su cara que era seria y atenta. -Mis promesas se cumplen, así que mataremos al gobernador antes de que llegue a la prisión... Lo detendremos aquí... -le digo decidida.
-Bien... saldrán a primera hora, no?... -me pregunta.
-Sí... pero nosotros ya habremos armado las trabas... -le digo. -Usaremos el pantano a nuestro favor, seguramente no querrá que su familia vea su verdadera identidad, así que tal vez tenga un campamento justo ahí... -le digo mientras dibujo el mapa de la zona en la tierra.
-Por qué no te quedaste?... Pudiste haberlo matado mientras dormía... -me dice.
-No... hay una niña y su mujer no me lo hubiera permitido, está bien que sea ruda pero no quiero morir por ése mal nacido... -le digo y sólo asiente.
-Bien, entonces será mejor que ya duermas... mañana tenemos un plan que llevar a cabo... -me dice mientras apaga la fogata.
-Buenas noches Merle... -le digo mientras me acomodo en mi pequeña casa de acampar.
-Buenas noches chica ruda... -me dice finalmente.
Tal como acordamos, nos levantamos con los primeros rayos de luz que atravesaba la tela de la casa de acampar, recogimos todas las cosas y quitamos los alambres que habíamos usado en el perímetro como protección de los caminantes. Ahí estábamos recogiendo todo. Hasta que escuchamos un ruido, unas ramas romperse y luego el sonido de un arma cargada.
-Escuchaste eso?... -me pregunta Merle y en ese mismo momento ambos tomamos nuestras armas y apuntamos hacia el frente, topándonos con el gobernador y sus seguidores.
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-Vaya, vaya... Creí que habías venido sola... -dice el gobernador apuntando con su arma a Merle.
-Gobernador... que tal le va?... -comenzó a hablar Merle de manera irritante. -Supe que consiguió nueva familia, eh?... -dijo de manera burlesca.