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Para conseguir los suministros, Rick decidió hacer grupos.

Alimento: Rick, Michonne, Sasha, Bob y el padre Gabriel pues conocía el lugar donde estaba el banco de alimentos en el pueblo.

Agua: Daryl y ______.

Munición: Glenn, Tara y Maggie.

El resto se quedaría en la Iglesia para mantenerse a salvo.

Así, los tres grupos partimos hacia nuestras misiones, estaba feliz de que fuéramos solos Daryl y yo por el agua, realmente lo necesitaba y necesitaba estar a solas con él. Tomamos cuatro botes grandes y nos dirigimos hacia el bosque, a un río con agua limpia que pudiéramos tomar.

No hablábamos realmente pero yo sonreía ocasionalmente un poco.

-Llegamos... -comentó Dixon, llenamos los cuatro botes y decidí beber un poco antes de volver pero se me calló empapándome toda.

-Mierda... -susurré, por suerte había sol y hacía un poco de calor, seguro me secaría rápido, pensé.

-Se ve que querías refrescarte... -se burla Dixon y lo fulmino con la mirada leve.

-Aquí el que tiene problema serás tú porque tendrás que soportar viéndome con la blusa mojada que se transparenta y tendrás que controlarte porque no habrá acción para ti nene... -le digo burlándome ahora yo de él.

-Quieres ver que si habrá acción?... -me reta acercándose peligrosamente a mí.

-Hay que terminar de llenar estas cosas y volver a la Iglesia lo antes posible... -le digo tratando de evitar a que seda ante sus caricias. 

-En la madrugada no pude hacer nada por esos metiches nena, no creas que perderé mi oportunidad... - amenaza terminando de llenar la que derramé.

-Bueno, no fuiste el único que sufrió eso... -admito levantándome para volver a caminar rumbo a la iglesia.

-Espera... -me detiene antes de que avanzara. -Mira haya...  tal vez encontremos algo que nos sirva... -me dice señalando un tráiler que se encontraba un poco lejos.

-Bien, andando... -caminamos hasta él, me metí y traté de prenderlo pero fue inútil. -No tiene combustible... -dije al salir y dirigirme a la parte del cargamento, la abrí y tampoco encontré nada. -Está vacío...- comenté, pero no escuché ni un solo ruido de su parte por lo que desconcertada lo volteo a ver y me doy cuenta de que andaba observando detenidamente cada movimiento mío. -Oh no... no cariño, no caeré ahora... -le digo segura al ver que tenía un bulto entre sus piernas.

-Dijiste que me  harías el amor... cuando partiste de la prisión con mi hermano... -me dijo acercándose nuevamente a mí.

-Y tú que conseguirías los condones... -contraataqué colocando mi mano sobre su pecho guardando una distancia corta pero suficiente para evitar caer. Pero me sorprendo cuando de su pantalón saca un envoltorio plateado.

-Sólo encontré este, aún sirve lo cual es bueno... -aparta mi mano de su pecho colocándola en su hombro y se pega a mi cuerpo.

-Te digo algo loco?... -le digo sonriéndole coqueta, caí ante sus pies, rindiéndome al placer que sabía que tendría, rodeando su cuello con mis brazos y él colocó las suyas en mi cintura. -Alguna vez tuve una fantasía de tener sexo en un tráiler... sabías?... -roso mi nariz con la suya y juego con sus labios queriendo besarlo pero aguantando las ganas.

-Que bueno que encontré el tráiler... hoy será tu día de suerte... -me murmura con su voz peligrosamente ronca, que sabe que me encanta. Me carga y enrollo mis piernas en su cadera, cerramos la parte de la carga, y me lleva al frente, me subo de copiloto y el me sigue colocándose en el asiento del volante, cerrando la puerta después.

El calor, la llama ya avivaba nuestro ser, era amor, sí, pero con un poco de desesperación también, mucho tiempo de abstinencia nos tenía mal, en la prisión lo hacíamos casi diario. Nos necesitábamos, era mutuo. Me senté a horcajadas sobre su regazo y lo besé de inmediato, de manera sensual y provocativa para que supiera y sintiera que lo necesitaba. Él no perdió el tiempo y coló sus manos gruesas y un poco ásperas por debajo de mi blusa que aún estaba húmeda. Acariciaba cada parte de mi torso, mientras me despojaba de la ropa, primero la blusa junto con el bra, decidido a provocar que tuviera más de un orgasmo metió un ceno en su boca mientras que al otro le daba atención con su pulgar en mi pezón, extasiada ante sus caricias comencé a jadear y a mover mi centro sobre él. Sentí que la cosa no estaba siendo justa al verlo aún con ropa, así que también le quité su playera, teniendo su escultural torso desnudo a la vista, comencé a acariciarlo y aparté sus manos de mí para poder besar su cuello. Él también comenzó a jadear, sabíamos lo que le provocábamos al otro, sabíamos lo que nos gustaba y eso era una gran ventaja. Bajé mis manos por su abdomen hasta llegar a la hebilla de su pantalón, desabrochándolo con un poco de urgencia; mientras hacía eso volteé a ver su rostro, estaba viéndome fijamente y justo cuando saqué su miembro totalmente erecto él volvió a jadear, mandando su cabeza hacia atrás disfrutando de las caricias que le daba con mis manos, en movimientos sensuales de arriba a abajo. 

-Mierda _______... -murmuró entre jadeos, lo solté un momento mientras me quitaba mi ropa inferior. Daryl al darse cuenta me ayudó y una vez totalmente desnudos me volví a montar en él, mandamos por el caño el maldito condón por la calentura pero no nos importó en el momento, me monté en él una vez más y con su ayuda metió su miembro poco poco, estaba lo suficientemente lubricada por lo que tampoco hizo mucha falta el condón. Ambos jadeamos en cuanto se hundió por completo en mi interior. Tomó fuerte de mi cintura y comenzó a penetrarme lentamente, me recargué en sus hombros y nos miramos fijamente nuestros rostros para grabarnos las expresiones del otro. Poco a poco fue aumentando el ritmo, a uno constante, ocasionando que cerrara los ojos por el placer y comenzara a gemir. 

-Ah... Daryl... más... más por favor... -gemí comenzando a saltar más fuerte y con urgencia en él.

-Mírame nena... quiero que me veas mientras te corres para mí... -me murmura en mi cuello entre gruñidos sensuales que lo único que provocan es que me excite más.

Ante su petición me obligo a mí misma a no perder de vista sus ojos azules oscuros intensos y llenos de lujuria, y Daryl aumenta sus penetraciones, los vidrios ya estaban empañados y el tráiler estaba lleno de nuestros gemidos, jadeos y del sonido de nuestros cuerpos chocando con más velocidad, como si eso fuera posible, sentía que mi alma salía de mi cuerpo en cada gemido y me obligué a callar besando el cuello de mi hombre cuando llegué al primer orgasmo. Pero aún queríamos más, aún necesitábamos más, entonces salió de mí un momento mientras me recostaba en el asiento, ahora el que tomaba el control era él, tomó el condón y se lo puso de manera correcta rápidamente, tomó mis piernas alzándolas sobre su cadera mientras volvía a entrar en mí, las embestidas que daba eran urgentes, muy rápidas pero excitantes, me apretaba más a su cuerpo en cada una de ella y apreté mis músculos internos cuando llegué por segunda vez al orgasmo, tres estocadas más y él también logró llegar.

-Te amo Daryl... -me atreví a decirle besando sus labios apasionadamente.

-También te amo ______...-correspondió de la misma manera.

Cayó rendido sobre mí sin aplastarme, aún seguíamos unidos en lo que recuperábamos el aliento, en lo que mi alma volvía a mi cuerpo y una vez recuperados salió de mi interior, nos sonreímos cómplices y cariñosos, nos besamos unos minutos más con amor antes de que nos vistiéramos y una vez listos volvimos al camino.

Empezó a oscurecer y aún no llegábamos a la iglesia, un auto se nos travesó en el camino, volvimos a revisarlo y cuando lo iba a encender otro auto salió de la nada, tenía una cruz blanca en la parte trasera como la que Daryl me había contado que se llevó a Beth. Él no esperó más y tomó las riendas del asunto, rompió las luces del auto.

-Daryl... qué haces?!... -le pregunté desconcertada.

-Lo vamos a seguir, es el que se llevó a Beth... -me dijo seguro, entonces me moví al asiento del copiloto y él prendió el auto comenzando a seguir el otro vehículo.

The New Future. [Daryl Dixon ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora