Tu y Yo y todo lo que vino después...

11- Desire ladders pt. 3

(Con el hype de #Luimeli4 no sabía si sería buena idea publicar otro hoy pero... aí vá) UFF

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Luisita llegó a Madrid temprano porque decidió dejar el coche y coger un AVE a la primera hora, cuando bajó del taxi mandó un mansaje a Amelia avisándole que ya estaba en casa. Durante todo el día no tuvo tiempo de mandar un solo "hola" a la morena. Sus padres consumían toda su atención.

Cuando la noche llego se encerró en su habitación, sabiendo que Amelia ya había salido del curro, para llamarla. Después de dos tonos la voz melódica y cansada de Amelia le saludó.

-Hola Ameli...

-Hola cariño! ¿Como estás?

-Uff agotada y llena. Casi me explota la panza de tanto comer.

-ajajajajajajajajajjajja ay que envidia. Me muero de hambre.

-¿Que vas a cenar?

-Pues... dos sándwiches de atún y un chocolate que gané de Karol.

-¿Karol? ¿Quién es Karol?

-La asistente de cámara. ¿Te hablé de ella no? Muy maja.

-Hum, no me recuerdo que me hablaste de ella. – Luisita no podía evitar los celos que le surgieron al saber que una chica cualquiera estaba dando demasiada atención a su chica. Pero ni siquiera sabía si la podía llamar de "su chica".

-¿Que harás esta noche?

-Pues, como vuelvo a Barcelona en el jueves voy aprovechar en único sábado para ir un bar con mi hermana y mi cuñado. Vamos a jugar billar.

-AAA que guay.

-¿Y tu?

-Bueno. Acabo de llegar a la habitación, Natalia claramente no está. – Leyó la nota dejada por su amiga. "Amelia, mi teléfono ha muerto. ¿Mañana vamos al centro comercial comprarme otro? Voy a cenar con Carlos. Hasta luego bonita" – Bueno, Natalia se ha ido con Carlos así que, voy buscar algo que ver en Netflix.

-Planazo. – Rieron juntas. – Te tengo que dejar que me llama mi hermana.

-Ve, ve. Disfruta.

Luisita fue con su hermana María y Nacho su marido a jugar billar en un bar, y entre partido y partido fueron cerveza tras cerveza, luego pasaron a las copas. Por ello estaban ahora caminando los tres con los brazos enganchados por las calles de Chamberí.

-Oye Luisita. ¿Cómo va la cosa con Amelia? – Preguntó María.

-Pues, muy bien, con el calentón que no me aguanto. Nunca me tire tantas pajas como ahora.

Nacho rio a carcajadas escupiendo la cerveza que estaba por tragar. – Cuñadaaaa.

-Ay Luisi. ¿Pero por qué?

-No estaba lista. Y no sé si la puedo llamar de mi chica.

-No estaba. ¿Pero ahora está?

-Creo que sí. – Respondió con una sonrisita pícara en la cara.

Al llegar a casa Luisita fue directa a la habitación, tenía dos mensajes de Amelia, uno de cinco minutos antes. Decidió llamarla.

-Hola.

-¿Te he despertado?

-No. ¿pasó algo?

-No. – Miro a la foto de la chica en su pantalla. La foto que le había mandado en el día anterior. - Amelia... - Cerró la puerta con llave y se tumbó en la cama con una sonrisa tonta y un cosquilleo en su entrepierna. – No tienes idea de lo mucho que te deseo.

-¿Estas borracha?

-Sí. Estoy cachonda también.

-Humm. Cuando te fuiste ayer me dejó con unas ganas que ni siquiera entiendo.

-Me encantó lo que hiciste. Antes.

Amelia sintió la vergüenza arder en las mejillas, pero segura por la pantalla y Luisita le daba seguridad para que siempre hablara abiertamente sobre su relación.

-No sé cómo hacerlo, hago una idea, pero me da miedo que no te guste.

-Amelia... - Luisita acomodó la ropa interior, sintiendo aumentar su sexo, gimió con el contacto de la tela con su miembro. El sonido llego hasta Amelia, ya que Luisita no quería ocultarle, quería excitarla, quería dejarla con ganas, quería que ella sintiese que era deseada. – ¿Quieres que hagamos una llamada de video?

-¿Puedes?

-¿Quieres?

-Luisita estoy.... Sí quiero.

Luisita se quitó la camiseta y llamo Amelia por el facetime. – Hola. – Su voz estaba ronca, excitada.

-Joder. Que guapa estas.

-¿Sí? – Bajo un poco la pantalla, enseñando sus pechos bajo el sujetador negro. – ¿Dónde esta Natalia?

-Dios. – Amelia dejo en móvil sobre la mesita de noche y sacó la camiseta. Como siempre, sin sujetador. – Nat esta con Carlos en algún motel.

-Joder. – Los pezones se erizaron con el viento helado de la habitación y Luisita los deseó en su boca. – Que buena estas. Perdón por el lenguaje.

-Nada de pedir perdón, me pone. – La morena bajó su mano dentro de las bragas y bajo la cámara enfocando rápidamente antes de volver a su cara. – Estoy... uff.

-Y yo... me da cosa enseñarte, me siento como un tío baboso. – Amelia rio y la hizo relajar.

-No me tienes que enseñar si no quieres. No pasa nada. Podemos solo hablar Luisi. Pero no es nada como un tío baboso, eres maravillosa.

-De hablar... me tienes... - Giro la pantalla mostrando a la morena el bulto en los boxers.

-Hum... me va el ego hasta la luna cuando te veo así. Es una demonstración grafica de lo que deseas.

-Pues sí, lo que deseo es tu. – Bajo el bóxer liberando la erección. – ¿Quieres ver? – Luego jadeo, empezando a tocarse.

-Por favor.

Luisita giro otra vez la pantalla y Amelia se quedó viéndola con los ojos nublados del proprio deseo que aumentaba con su mano estimulándola. La rubia subía y bajaba la mano de manera rápida y luego más lenta. Amelia veía la cabeza cada vez más roja, y escuchaba los sonidos mojados acompañados de la respiración acelerada de Luisita.

-Luisa...

La pantalla se giró a la cara de la rubia. Las mejillas rojas y los labios entre abiertos. – Te llamo.

Desconectaron del video y separadas finalizaron sus administraciones.

[LUISITA]
Joder.

[AMELIA]
Joder
Cuando vuelves?

[LUISITA]
Jueves.

[AMELIA]
Me voy a tu casa después del curro.
No puedo más esperar. Te necesito ya.

[LUISITA]
hjajajajajajjajajajaja
Por favor.

[AMELIA]
Buenas noches Luisa

[LUISITA]
Buenas noches cariño

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Ay, esas dos y los wasaps... 
Sé que este ha quedado cortito, y si en un rato subo otro?