Tu y Yo y todo lo que vino después...

30 - El truco

Capítulo larguito, intensito y emotivo. 

X

La cola de la discoteca estaba casi doblando la esquina, Luisita temblaba de frio y escondía los brazos dentro del abrigo de Amelia. – ¿Amor será que no podemos empezar utilizar el card de embarazo para entrar antes? – Amelia rio y le abrazo más junto a ella.

-Ya casi esta mi amor, y ni siquiera me aparenta la panza. – Nacho apareció con tres cervezas en la mano y Luisita tomó la suya en uno solo trago.

-Para entrar el calor.

-Es que, no sé que te pasó por la cabeza de poner un vestido hoy mi amor. Con el frío que hace. – Pasó las manos de Luisita por dentro de su blusa para abrazarla.

-Me dirás que no fue una buena elección? – Susurro la rubia en su cuello.

Amelia soltó una risita traviesa y le apretó la cintura, juntando aún más sus cuerpos. – La verdad es que... me pone mucho tu culito en este vestido.

La cola empezó a andar y luego los cuatro estaban dentro de la discoteca, vasos en mano, calorcito y música. María tiro de Luisita hacia la pista para un baile de hermanas, sacando la mejor versión de Luisita festera que Amelia había visto nunca. Es que, con María, la rubia tenía una conexión inmutable, se reía, hacía movimientos ridículos seguidos de otros más sensuales, movía el culo pegada a la cadera de María, moviéndose al compás.

-Buenos días cuñada. ¿Un babero? – Nacho se reía por la cara embobada con la que Amelia miraba a Luisita, provocando un rubor intenso en las mejillas de la actriz.

-Idiota. – Amelia le dio un manotazo en el hombro, pero tomo de golpe todo lo que le quedaba de su drink sin alcohol y sin bebidas energéticas. – ¿Oye, me ves otro de estos? – Pidió al chico detrás de la barra.

Nacho también relleno su vaso y pidió otro a María, Amelia pidió un Gin-tonic a Luisita y los dos adentraron la pista buscando a sus chicas. Las encontraron hablando con dos chicos, mas distantes del centro de la pista. La cabeza de Nacho le disparó una alarma y como un huracán salió en dirección a María se pegando a su cintura como un coala. Amelia quería reírse de la escena, al ver como el chico intentaba acercarse de la cintura de Luisita, y esta lo miraba de arriba abajo como un alienígena, cuando estuvo entretenida lo suficiente, fue en dirección a ella.

-Hola guapa. – le dio un beso en la boca y entregó el vaso.

-Hola amor.

-¿No me vas presentar a tu amigo?

-No es mi amigo. – Luisita aclaró.

-Mira guapas ¿Podríamos empezar el año muy bien no? Nosotros tres.

-Lo vamos a pasar. – Respondió Amelia con una sonrisa, el chico sonrió aún más grande. – Pretendo follar tanto hoy, que me voy a quedar sin andar unos días. – Se aproximó a él y le dijo algo en el oído.

El joven salió refunfuñando y la pareja estallo en una carcajada. – Que lo has dicho? – Quiso saber Luisita.

-Que cabalgaría tu polla toda la noche. Y que la tenía muy grande.

-AMELIA – Quiso estar enfadada con ella, pero solo le salió reír. María se desató del lío de besos que estaba sometida con Nacho para preguntarles el motivo de tanta risa. Cuando Luisita se lo dijo, ella y nacho también rieron del pobre, que ahora miraba a Luisita de una esquina intentando ver en ella algo raro.

-El pobre estaba coqueteando con Luisi y ahora Amelia le ha herido la masculinidad. Ay que básicos son los hombres.

-Oye, que yo no he. – Nacho se inflaba el pecho.