Tu y Yo y todo lo que vino después...

26 - Latidos

Cuidado con la llorera eh!

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Llegaron a la cita con la médica una hora antes de lo acordado y después de fornecer su nombre a la chica de la recepción Amelia se sentó al lado de Luisita en un sofá individual.

La sala de espera era rectangular y las paredes tenían tonos de rosa y blanco, en una esquina había un mini árbol bien cuidado, otras plantas cerca de las ventanas ayudaban a crear un ambiente muy acogedor. En el centro sobre la mesa había una pilla de revistas y folletos informativos sobre ISTs y sobre la salud de la mujer.

Luisita no paraba de mover la pierna de arriba abajo y miraba alrededor, solo había una chica aguardando también ser llamada, estaba embarazada también pero su barriga estaba enorme. Su corazón se enterneció al imaginar a Amelia así, con la panza tan grande.

-¿Luisita puedes parar con la pierna? Me estas poniendo más nerviosa. – Le riño Amelia.

-Perdón cariño.

La chica a su lado fue llamada luego después de la pareja anterior dejar el consultorio y al inmediato escucharon llamar a Amelia. La pareja se dirigió a la sala encontrando un chico muy joven detrás de un ordenador portátil. El chico sonrió de manera educada a ellas y les ofreció que se sentasen en las sillas frente a él.

-Buenas tardes Amelia... – Miró a las dos chicas buscando señales de cuál de las dos era la paciente.

-Yo. – Sonrió la morena.

-Ah que bien. Pues yo soy Lucas, bienvenida. – Se apretaron las manos y luego Luisita también se presentó.

-Bueno Amelia, soy enfermero y te voy hacer algunas preguntas para llenar tu formulario y luego te paso con la doctora ¿de acuerdo? – Amelia asintió. - ¿Cuántos años tienes?

-24. – respondió Amelia.

- ¿Cuándo tuviste tu ultima regla?

Amelia frunció el ceño intentando recordar la data, pero de repente le vino ninguna. Luisita por su parte buscó en la memoria cuando habían tenido sexo en la ducha de su departamento porque Amelia tenía la regla y las hormonas le estaban dominando.

-No sé al cierto. Creo que final de octubre.

-Vale. – Respondió Lucas, tecleando algo en el ordenador. – ¿Tiene vida sexual activa Amelia?

-Ah...Sí. En verdad ella es mi pareja. – Pasó una mano por la espalda de Luisita.

-Ah que bien. Entonces, tu mensaje para agendar el apunte fue por una posibilidad de embarazo ¿cierto?

-Sí.

-¿Cuál fue el tratamiento elegido por ustedes?

-Ah. Es que no hice ningún tratamiento. – Amelia empezó a ponerse nerviosa y la cara de duda de Lucas no la ayudaba en nada. No quería que Luisita se sintiese incomoda, no sabía hasta donde estaba confortable para decir sobre su condición. No quería agobiarla o que se sintiese obligada. Pero la mano de Luisita posó en su muslo y cuando la miró la rubia le guiño un ojo antes de hablar.

-No hicimos ningún tratamiento Lucas. Soy intersexual.

El chico intentó ocultar su sorpresa y les sonrió. – Muy bien.

Después de unas preguntas más Amelia y Luisita volvieron a la sala de espera.

- ¿Notaste el chico este te mirando la entrepierna amor? – Amelia le hablaba bajito conteniendo la risa.

Luisita se puso roja pero aun así reía. – ¿Que dices Amelia? ¿Enserio?

-Que si Luisita. – La morena reía a carcajada cuando fue llamada al consultorio de la ginecóloga.