46 - ¿Estas celosa?

3.3K 168 49
                                    

La comunicación es clave y cuando no hay...

X

-De verdad no lo puedo creer. – Estaban en el ascensor de su edificio. Después de la explicación de quien era la tal Carmen, Amelia no pudo quedarse en el mismo sitio, se disculpó utilizando su mejor poker-face y se fueron a casa.

-Amor cálmate. No pasa nada de verdad.

-Como que no pasa nada Luisita, que una de mis amigas está casada con tu ex. Con tu ex Luisita.

-Pero qué más da.

-Lusita que ahora no puedo, es que no puedo. Me entran ganas de abofetearla.

Luisita se rio. – Pero amor ¿Porque eso? No me ha dicho nada, no ha insinuado nada. No hay...

-Luisa Gómez no me diga que no hay nada, porque sé lo que te ha hecho. Y ha pasado todo el rato mirándote, por ello te pregunté qué coño le pasaba.

-Pero amor. A mi Carmen no me importa. Lo que pasó, ya está. Era una niñata, las dos éramos. Ahora ella tiene mujer y yo también.

-Ya, pero que me recuerdo de lo que me constaste y me pongo tan nerviosa. Tan...

-Amor ¿Esta celosa? – Luisita reía y sonreía a ella.

-Estoy Luisita. Muy celosa. Dios, que sentimiento horrible. - Amelia andaba de un lado a otro en el salón. Su panza rebotando con cada paso. Parecía una escena realmente graciosa para Luisita.

-Amor, no hay razón vale. Yo te tengo a ti y a nuestro hijo, y Carmen también tiene su vida. Ya está. No tengo rencores hacia ella y creo que ella a mí tampoco. Con excepción de que muy probablemente tenga sido el único pene que follo en toda la vida y lamenta eso hasta el día de hoy. – Luisita intentó bromear, pero eso puso Amelia hecha una furia otra vez.

-Que te dijiste que le daba asco hacerte cosas Luisita, y ahora este ser esta con Nieves que es todo un amor. Y van a tener una niña juntas. Luisita que tipo de madre va ser esta persona.

-Amelia. – La miró seria. – Carmen era una niñata no sabía lo que decía y claro que me hizo daño en su momento, pero ya pasó. Creo que ahora está cambiada, si no, lo dudo que Nieves, siendo tan buena chica, estuviera con ella no.

Amelia relajó un poco. – Bueno.

-Ya está mi amor. – Abrazó a su morena todo lo que le permitía la barriga.

-Me puse muy celosa de saber que alguien más te ha tocado. De verdad que siempre lo supe, pero verla, ver cómo es guapa. Me sacó toda la inseguridad. Es tonto, pero yo qué sé. Es lo que sentí.

-Nunca me ha tocado.

-¿Cómo? – Amelia frunció el ceño. – Pero han estado juntas, más de una vez.

-Pues eso, que, de tocar, tocar, nunca lo ha hecho. – Amelia la miraba confundida. - ¿Quieres que te cuente como fue con ella? – Amelia asintió.

-Bueno. – Se sentaron en el sofá. – Estábamos en su casa, a solas, claro. Y cuando nos besábamos luego ya estaba...

-Dura.

-Sí. Era adolescente, las hormonas. Bueno, ese día nos besábamos en la cocina y cuando ella lo notó me dijo que estaba lista. Es muy extraño recordar porque nos desnudamos una a la otra, pero solo la toqué en los pechos y ella a mí y solo con las manos, luego me puse sola el preservativo y ya. No me tocó en nada debajo de los pechos. Me recuerdo que fue distinto, porque era como muy cerrado y me sentía tan dura como nunca lo había estado. Claro está que fue entrar como tres veces y me corrí y ella dio por finalizado el encuentro. La segunda vez fue algo así también, pero yo sí que la toqué, porque hablé con María, y me dijo que había que hacerla disfrutar y seguro que no lo había hecho en la primera vez. De esta vez fue mucho más fácil de entrar en ella y pareció que ella también estaba disfrutando. La tercera vez le hice sexo oral, malísimo seguro, y ella lo intento hacérmelo a mí, pero cuando dio una se paró. Me dijo que no estaba preparada y la respeté, hicimos de lo otro y ya.

Tu y Yo y todo lo que vino después...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora