5 - Farsa

2.1K 174 11
                                    

Holi, vamos llegando a la revelación. 

X

En el fin de semana siguiente Amelia invitó Luisita al cine, como una cita a toda regla, para eso, le envió un ramo de margaritas con un sobre color rosa con su nombre escrito en una caligrafía delicada. Y para esta cita, Luisita estaba preparándose mientras su amiga Marina le hacía entender que, Luisita le gustaba a Amelia y que la morena también había abierto paso en el corazón de su amiga.

-No voy contarle Marina. Ya está. De todos modos, no seguiremos mucho. Un par de salidas y luego se cansa de la falta de... eso. – Hizo una señal en la entrepierna. - Y ya está.

-Luisa que la chica hasta te ha mandado flores, por Dios. Creo que estar perdida por ti.

-Ya, pero mi "secreto" le alejara de mí. ¿Entonces para que alimentar esperanzas?

-Ay Luisi. ¿Qué esperanzas? Si estas a los besos con ella hace ya semanas, ¿no crees que ya le has dado esperanza?

-Marina, me lo paso bien con ella. Será solo una cita. No la veré más.

-Luisi a esa chica le gusta. No la alejes.

-Hasta luego Marina. - Luisita salió y Marina resopló tumbándose boca abajo en la cama.

En el ascensor mientras se miraba en el espejo Luisita pensó decirle la verdad a Amelia. Sabía que Marina tenía cierta razón, la morena daba muestras claras de su interés y Luisita sabía que su corazón no le mentía, Amelia le gustaba, gustaba mucho. Pero los "y si's"... Y si le mandase a la mierda por no contarle antes, y si la odiase, y si le diera asco, y si, y si... Dejó la idea en el cubo de metal y salió a la calle para lo que ella imaginaba ser su primera y ultima cita con Amelia.

-Hola. - dijo Luisita cuando encontró Amelia parada en su portal. Estaba vestida con pantalones ajustados, una camisa blanca con botones dorados a juego con el reloj en su muñeca y el colgante con una piedra de Quarzo rosa, usaba botas y una chaqueta de cuero negra finalizaba en look con el labial rojo vibrante.

-Hola Luisita. – Estás muy guapa. La rubia llevaba un vestido rojo que le llegaba hasta los muslos y escote sutil con una chaqueta negra y converses del mismo color.

-Tú también. – Lusita sentía las mejillas calentándose bajo la mirada de Amelia.

- ¿Vamos? – Amelia le dio la mano. - Perdón por el Cabify, pero no tengo coche. – Sus mejillas se tiñeron de un rojo suave.

-Tranquila Amelia.

El cine estaba cerca del apartamento y en la cola tuvieron una discusión sobre quien pagaría las entradas, ganó Amelia, pero Luisita se encargó de las palomitas. Decidieron por la sesión de cine antes de la cena, eligieron una película de acción que tenía una pareja lesbiana. Ocuparon sus lugares y durante los traillers comieron la pequeña bolsa de palomitas que habían comprado, cuando empezó la película las dos estaban metidas en los labios una de la otra, sin saber muy bien cómo llegaron hasta allí.

La morena era una besadora nata y en su defensa, le encantaban los besos de Luisita, le ponía todo el vello de punta con el simple roce de sus labios. En los primeros tiros en la película se separaron y Luisita dejó todas sus atenciones direccionadas a la pantalla.

Mientras tanto, Amelia miraba a ella, sus facciones, su perfil, su labial corrido por los besos, sus labios alrededor de la pajita de la Coca-Cola. Estaba enamorándose de Luisita, sabía que la chica le escondía algo, se hacía una idea del que pero le daría todo el tiempo para que estuviese cómoda lo suficiente para contarle, le miró el cuerpo, pausando a cada curva que le estaba visible, sus pechos subiendo y bajando agitados, las manos nerviosas moviendo los dedos sin parar, ahogó una risita al notar que la rubia, así como ella, estaba con problemas para aguantar las ganas que tenían una de la otra.

Tu y Yo y todo lo que vino después...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora