23 - Amelia, no!

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A ver que pasa a nuestras chicas.

X

Luisita la miraba confundida, alcanzo entre las cobijas el objeto que le había sido lanzado.

" l l " decía. -No, Amelia no. - Los ojos ya enormes de Luisita parecía que saltarían de sus orbitas. Se levantó de la cama casi a trompicones para acercase a la morena.

-Amelia no. ¿Enserio? - Amelia se distanciaba de ella, dando vueltas al mismo lugar. - Amelia tus cojones Luisita. En verdad tus cojones. Que nos queda cinco meses para terminar la universidad, Luisita. Un puto semestre.

-Amelia cálmate.

-¿Como que me voy a calmar Luisita? ¿Como que me voy a calmarme? Es que soy idiota. Confié en ti. - Le señalaba con la mano, daba golpes en la frente sin parar de caminar de un lado a otro de la habitación.

-Oye Amelia. Que te juro, te lo prometo que el medico me ha dicho que no podría. Te juro por lo que quieras.

-Es que Natalia me ha dicho, "Amelia ten cuidado" y yo pues "Que no Nat que ella es distinta que no puede" y mira. - Estaba enfadada pero aun así pudo ver que sus palabras hacían daño a Luisita por las lágrimas que había en los ojos de esta, y no quería que eso pasase, ambas tenían la culpa, por eso intentaba controlarse. -Perdón. Se que no me ha mentido. Pero Luisita. Hemos sido muy ingenuas. Eso que gano por dejarme liar por cosas que no entiendo. - Se sentó en el borde de la cama con el rostro entre sus manos.

-Oye, eso es un poco gratuito ¿no?

-Perdón. - Cerró los ojos. - Perdón Luisi, de verdad perdón. A ver, ¿Luisita que hacemos?

-Amor que puede ser uno de estos falsos positivos ¿no? Que no todos los testes de este son seguros.

Amelia se levantó y fue hasta el baño volviendo con cinco testes ya hechos en la mano, todos con las dos tiritas rojas bien evidentes, los lanzó al regazo de Luisita que estaba sentada otra vez en la cama.

-Joder. - Expresó la rubia con las manos en la cabeza.

-Si, joder. - Concordó Amelia sentándose a su lado.

-Estas embarazada.

-Si. Embarazadísima. O tengo cáncer, vamos.

-Amelia no digas tonterías.

-Y mira este último aquí. - Buscó entre los testes por un palillo azul con una pantalla gris. - Dice que son más de 6 semanas. Mas de un mes Luisita.

-Dios. Tienes que ir al médico.

-LUISITA!!! Céntrate. - Resoplaba, la rabia iba y venía, las lágrimas también marcaban sus mejillas.

-Pero Amelia es verdad, bueno, a no ser que.... No quieres tenerlo. - La expresión da la rubia cambió, pero no al enfado, sino a la tristeza. - Que te entiendo eh, que estas en una obra ahora y casi terminamos la universidad y sé que tu carrera es muy importante con el cuerpo y todo. Si quieres buscamos una clínica mañana mismo llegando a Madrid. - Era consciente de que un hijo era una decisión muy importante y que talvez ella con sus 23 años y Amelia con sus recién hechos 24 no estaban preparadas para eso. También comprendía que la decisión de cargar un hijo en su vientre era de Amelia, que ella poco o nada podría hacer para ayudarla en el proceso. Pero no podría negarlo que un hijo suyo con Amelia le hacía ilusión, siendo muy pronto o no.

Amelia lloraba por mil razones, por el miedo, por la rabia, por la culpa. Miedo de que eso significaba para ella, para Luisita y para su relación. Enfadada con ella y con su novia, por su ingenuidad en pensar que no les pasaría. Culpa por pensar en rechazar un hijo. - Mira Luisa, mejor nos vamos a dormir vale. Que me estalla la cabeza y no podemos hacer nada ahora mismo.

Tu y Yo y todo lo que vino después...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora